ZEPPELIN ROCK: Le Havre (2011) - Aki Kaurismäki: crítica de la película

sábado, 10 de marzo de 2012

Le Havre (2011) - Aki Kaurismäki: crítica de la película



Posiblemente, Aki Kaurismäki, el director finlandés, tenga ya poco que demostrar, pero yo confieso que no he sido un asiduo de su cine y, por tanto, a mí esta noche me ha demostrado lo suficiente como para comprometerme a acudir a revisar su filmografía anterior. Cada vez que salgo de una sala con sensaciones como las de hoy, pienso que quizá debería ir más al cine y dejarme, por ejemplo, de tanto Internet; quiero decir que a veces pienso que me estoy perdiendo algo: la vida ni más ni menos. En fin.


He salido feliz del cine (con una concurrencia deficitaria, todo hay que decirlo) por muchas razones. Quizá la más importante es el encontrarme con una fotografía que me recuerda al cine clásico, europeo, sí (Tati, Bresson, Becker), pero también al americano, y hay mucho de Ford en esta peli. Los planos, los encuadres, la iluminación… todo está milimétricamente medido y cuidado. Kaurismäki no se conforma con contar una historia, que le importa y lo hace muy bien, sino de dejarnos un producto estéticamente hermoso, lleno de reminiscencias. Esa fotografía casi sepia, cobriza, de colores apagados, de tonalidades marrones, es una exquisitez en estos tiempos. Solo por eso, porque uno parece estar visitando un museo de fotografía, de pintura, de arte, y de cine sobre todo, vale la pena acercarse a ver esta película, que ya recomiendo fervientemente.


¿Y la historia? Transcurre sin aspavientos, con sencillez, de una manera lineal, jugando con inflexiones de un delicado humor (que sirve para esbozar sonrisas de continuo) y de bondad, que es la que quizá se impone. Es esa bondad residente en el espíritu humano (sí, existe) la que marca el tono de la película, y quizá sean palabras como solidaridad o dignidad las que no podrían faltar en este texto. El ambiente de barrio puede tener tintes sainetescos (teatrales seguro), pero hay algo más profundo en esas relaciones que conforma una atmósfera conmovedora, llena de ternura, que tiene mucho de cuento o de la literatura del Galdós maduro o quizá de Dickens.

Una película medida, hermosa, tierna, equilibrada, brillante y con un atractivo poco usual. Y, por cierto, con un momento rock inolvidable (cameo de los franceses Little Bob). Y estas son las primeras impresiones que me ha dejado la película.

NOTA: 8’5

DATOS:

Director: Aki aurismäki
Guión: Aki aurismäki
Reparto: André Wilms, Kati Outinen, Jean-Pierre Darroussin, Blondin Miguel, Elina Salo, Jean-Pierre Léaud, Evelyne Didil

Ángel Carrasco Sotos.

3 comentarios:

  1. Hey, bueno, estoy recuperando algunas entradas antiguas para tenerlas aquí guardadas, más que nada las personales. Ese colaborador al que te refieres es un amiguete de Barcelona que ha querido dejar su granito de arena por aquí.
    Abrazos.

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  2. Tu crítica anima mucho a ver esta película y a revisar la filmografía de Kaurismaki. Es muy bueno conocer ese buen sabor y placer del que hablas cuando sales de presenciar algo tan completo. Lo malo es que después es muy difícil repartir el tiempo y acudir a tantos frentes abiertos.
    Adelante y enhorabuena por tu nueva andadura

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  3. Gracias por esas palabras de aliento, romano señor anónimo. Verdaderamente una muy buena peli.
    Ciao.

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