ZEPPELIN ROCK: Juan Carlos Fresnadillo – Esposados (1996)

martes, 20 de marzo de 2012

Juan Carlos Fresnadillo – Esposados (1996)



Tras haber comentado someramente ese cortometraje titulado Psicotaxi en una entrada anterior, creemos conveniente decir al menos unas palabras sobre ese otro corto, Esposados, con el que el director canario se dio a conocer y que lo alzó de súbito al estrellato (si es que esto puede decirse de un director hasta entonces tan solo de este corto). El caso es que en 1996 Esposados fue nominado al Oscar de Hollywood, si bien no ganó la estatuilla, como sí lo haría Dear Diary de David Frankel (Hermanos de sangre, cap. 9).

En esos 22 minutos de metraje, Fresnadillo produjo de modo comprimido un verdadero homenaje al cine negro, y al de terror: a Hitchcock, a las “Historias para no dormir” de Ibáñez Serrador (véase la titulada “El cumpleaños”: el final es copiado, literalmente), pero aureolado con recuerdos en algunas secuencias del Alea de La muerte de un burócrata o de ese momento de El jovencito Frankenstein en el que el propio doctor Frankenstein, muerto en el interior de su féretro, no parece querer soltar ese valioso libro cuando se lo intentan arrebatar (yo me entiendo). Un corto muy bien rodado con una actuación no menos meritoria de sus protagonistas (Anabel Alonso, Pedro Mari Sánchez).

El guión es de un paisano, Jesús Olmo (que también colaboraría en 28 semanas después), basado en un relato del escritor americano Fredric Brown. Trata de un matrimonio que vive en el infierno debido a que la avarienta cónyuge procura mezquinamente sin descanso putear a su marido, en el que crece un deseo urgente de deshacerse de esa mala pécora. Es una casa con una selva sin Tarzán, pero es que ese Tarzán destina sus fuerzas para ese sueño brasileño que de momento solo es una quimera imposible. Pero algo inesperado ocurre: les toca el gordo (de 1993) y… en fin, tampoco es cuestión de destriparla, y es mejor que seáis vosotros mismos quienes vayáis descubriendo los futuros acontecimientos con su visionado. El final, de los que no se olvidan.

La peli está rodada en blanco y negro, muy cuidada en planos y secuencias, es trepidante (no tanto, claro, como 28 días, pero ya se apuntan maneras), los ambientes turbios, y, pese a lo que hay de caricaturesco en el dibujo de los personajes, su actitud revela a las claras su psicología, la de cada uno de ellos, y en tan poco tiempo. Un corto rodado con primor, redondo, muy calculado, tras el cual se esconde un director novel con oficio, con mucho cine visto y asimilado, y con las ideas muy claras, que además incluye numerosos guiños al cine de suspense y al de serie B, entre otros. Esposados, por otro lado, significa una incursión en el mundo del matrimonio y las desavenencias y tiranteces que con el día a día le crecen casi por necesidad. Y de esto al odio y al deseo de matar solo hay un paso… y a veces se da (más cuando Brasil está ahí, tan cerca, esperándote).

Esposados


Ángel Carrasco Sotos

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