
Estaba en boca de algunos y había causado algunas encendidas declaraciones cruzadas. Terminada la obra, que he leído íntegra (y pacientemente), tengo que decir que me ha defraudado bastante. Más que nada porque uno esperaba otra cosa muy distinta a lo que el título sugería: España Salvaje. Los otros episodios nacionales. Uno confiaba en encontrarse con un repaso de nuestra historia (reciente o no) en donde se pusiese de manifiesto esa faceta salvaje de la que España ha sido protagonista, es decir, la que ha infligido daños a diestro y siniestro, la España que ha perpetuado el horror a lo largo de una serie de episodios históricos de los que aprendiésemos algo, algo de lo que fuimos y algo sobre lo que aún (quizá) seguimos siendo: un repaso, en definitiva, de una España negra con datos conocidos mezclados con información menos conocida (si no, ¿para qué publicar un libro, si este no aporta nada nuevo?). Poco de esto ha ocurrido. Todo ese inicio en que se incide en la presencia de la muerte en la esencia y devenir de lo español se queda a las pocas páginas en agua de borrajas. Utilizar el título galdosiano es solo un reclamo para “tontos” (como yo, supongo), y la morbosa portada de Millán-Astray (el fundador de la Legión) ni te cuento. En fin, en fin... Historia y fundamentación de la legión, el falangismo y el fascismo en España entre palos de ciego y a salto de mata, tratando aspectos concretos de cada cosa que (re)toca aquí y allá. Poco más. No esperen otra cosa. O, al menos, no esperéis de ella lo que yo esperaba.