El libro "Basura Espacial" también por el blog "Un cuento al día"

El blog que dirige Carlos G. Barba, Un cuento al día, también se hace eco de nuestro libro de microrrelatos Basura Espacial. Agradecido, desde luego, como también a mi amicísima Towanda, del recomendable blog Mi modo de ver la vida, que me avisó de este "reconocimiento". 

Crítica del libro "Basura Espacial", por King Piltrafilla

por King Piltrafilla

Vaya por delante que cuando un autor titula a su obra como Basura, uno tiende a pensar que quizás tenga toda la razón –¿quién mejor que el propio padre de la criatura para calificar a su retoño?- y se siente tentado de lanzar el libro al cubo de la ídem. Sin embargo, este libro –o mejor dicho, su contenido- no es del todo desconocido para mi. Resulta que los sábados me gusta desayunar un bocadillo de sardinas picantes, con rodajas de tomate y pepinillos, el pan recién comprado y crujiente -algo que en la húmeda Barcelona no siempre es posible- y acompañarlo de una buena cerveza mientras leo la prensa. Se trata de mi particular rutina que indica el principio del fin de semana. Pues bien, los domingos, la liturgia matinal consiste en leer un microrrelato de Ángel Carrasco (continúa leyendo la crítica completa AQUÍ).

Microrrelatos - Cosas en los bolsillos (56): El día que no

El día que no

El día anterior al que lo fueron a matar, Casto "Matraco" no hizo caso del despertador, que vomitó con desparpajo inusitado hasta volver loca a la vecindad. No se vistió ni acudió al baño. No desayunó su tostada con nocilla de siempre, aunque esta vez hubiera tenido que rebañar el tarro para terminar de untarla. Tampoco comprobó de nuevo el arma para cerciorarse de que estaba preparada para cumplir su férreo cometido. Estaba negado. Y no paraba de llover.

"Basura Espacial" aterriza en el blog "Mi modo de ver la vida"

Compañera de viaje zanahórico en esto de los microrrelatos, la popular Towanda se ha hecho eco en su fenomenal blog Mi modo de ver la vida (pinchad en el enlace) de mi Basura Espacial, ese pequeño y anodino libro de microrrelatos que di a la luz este verano pasado. Towanda, a la que deseamos lo mejor y damos efusivamente las gracias, también por aquí, por sus palabras siempre amables, ha elegido el relato "Indiferencia", uno de esos pocos nanorrelatos incluidos en el libro. Esperamos verla en lo medios cuando antes porque ya se nos hace "extraña" su ausencia.

El blog Palabras Mal Dichas también se hace eco de los micros de "Basura Espacial"

Días atrás fue La nave de los locos de Fernando Valls donde hicimos acto de presencia con el microrrelato titulado "Mosca de amor", perteneciente al libro recientemente publicado Basura Espacial. Luego nos sentimos honrados al recogerse otro micro en el blog Documenta minima; en este caso era "El trapecista" el micro seleccionado. Ahora, otro blog administrado por Francisco Rodríguez Coloma, Palabras mal dichas, recoge "Ganar la orilla". Le agradecemos furiosamente este detalle. Pinchad en el enlace para acceder a él.

Una crítica de "Basura Espacial. Microrrelatos Vesiculares", por Teresa Pacheco

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¡¡¡Como si fuera yo alguien para criticar una delicia en papel, con una carga de profundidad mayor que la de aquellos submarinos de la segunda guerra mundial!! Solo os haré algunas sugerencias para quien aún no lo haya leído y para quien lo haya hecho, si lo relee, porque le parecerá nuevo, como ocurre con los cuentos de los grandes escritores:

"Basura Espacial" también llega a Documenta minima

Si antes fue La nave de los locos, de Fernando Valls, ahora también el blog Documenta minima se ha hecho eco de nuestra reciente publicación, ese libro de microrrelatos titulado Basura Espacial. Para ilustrar lo contenido en él, se ha seleccionado el microrrelato "Trapecista". Si queréis leerlo allí, solo tenéis que pinchar en el enlace. Desde aquí queremos dar las gracias a Francisco Rodríguez Coloma y Raquel Vázquez, responsables de esta recomendable bitácora.

"Basura Espacial" se sube a La nave de los locos de Fernando Valls

Amigos, el libro Basura Espacial. Microrrelatos vesiculares acaba de aparecer en un blog de referencia por lo que a la difusión del microrrelato y a la narrativa actual se refiere. Hablo de La nave de los locos, el conocido y popular blog de Fernando Valls. 

Basura espacial - Microrrelatos vesiculares: El libro

Portada del libro

Desde hace unos años vengo publicando en este medio en edición dominical mis microrrelatos. Ahora ando con la segunda serie, titulada genéricamente Cosas en los bolsillos. Pero ya antes cumplieron su cometido los que se enmarcan bajo el epígrafe general de Basura Espacial. El conjunto de tales relatos, pequeños relatos, gnómicos a veces, por fin ha encontrado, bajo autofinanciación, como está mandado, el formato de libro en papel. Era una ilusión y al final me he decidido. La edición es muy limitada y ya andan por casa, todos metidos en una cajita.

Microrrelatos - Basura Espacial (y 100): El hacedor

El hacedor

Como todos saben, pues lo dejó escrito el maestro, con la invención del cine las fotografías comenzaron a moverse y cobrar vida. Si en aquellas, las nubes estaban paradas, en este echaban a andar. Fluyó por fin el agua de los ríos, y las personas que en las fotografías parecían bobas hablaban de amor y desmentían su bobería; o, al contrario, quien parecía interesante, demostraba con sus actos y palabras que no era más que un portavoz de la estulticia. A veces simplemente la película confirmaba los rumores o las primeras impresiones.

Microrrelatos - Basura Espacial (99): Película

Película

CUANDO volvieron a poner la película, un sagaz espectador descubrió que uno de esos personajes secundarios o comparsas que moría en el primer tiroteo no aparecía. En una tercera proyección se percató de que sí estaba allí, pero escondido tras un señor muy gordo que al final era alcanzado por una bala. En una cuarta proyección, quizá para no soportar la muerte tan cercana, vio que el rostro de aquel actorcillo huidizo se asomaba por una ventana desde la cual se observaba el tiroteo. No siguió revisando la proyecciuón, porque supo de antemano que al final aquel personaje secundario acabaría liándose con la rubia y despampanante protagonista de la película.

Microrrelatos - Basura Espacial (98): Camuflaje

Camuflaje

TODAS las noches de luna llena me convierto en hombre lobo, pero llego a controlar los instintos más básicos, esos que poco a poco intentan socavar mi integridad con un ímpetu casi insoportable. Me defiendo en una lucha ingobernable contra una sangre que va transformándose en cobre líquido dentro de mí. Mientras esto acontece, acudo al baño, me recorto los pelos como leznas, me depilo sufriendo lo indecible, me afeito... hasta dejarme impecable. Tiro todo ese pelo de otro mundo por el sumidero del váter. Y salgo a dar una vuelta por los bares, ya cuando mi última célula defensora ha caído en la batalla, camuflado en mí mismo en busca de una presa.

Microrrelatos - Basura Espacial (97): Almas en fuga

Almas en fuga

COMO en el caso de los espermatozoides, las primeras alcanzan objetivos más altos, sublimes en ocasiones. Las más rápidas logran reencarnarse en reyes, marquesas, grandes empresarios, locuaces conferenciantes, donjuanes o hermosos y altaneros banqueros engominados. Las últimas, en gallinas, ranas de charca o mantis macho.

Microrrelatos - Basura Espacial (96): Hormigas

Hormigas

Estábamos en la casa de campo, “el chalecito” le decíamos, y, mientras terminaba de hacerse la barbacoa, sacamos las pipas. Tirábamos las cáscaras al suelo y de inmediato comenzaron a acudir hormigas. Primero unas pocas y luego decenas. Cada una cargaba con su cáscara y la llevaba hasta un hormiguero que se abría a unos metros de allí. Pronto crearon un camino único por donde una caravana de hormiguitas transportaba el codiciado fruto. Unas iban y otras venían en calculado desorden. La barbacoa estaba dispuesta y todos dejamos de prestarles atención. Bueno, todos no. Antoñito, que ya había comido, con sus dos años, se quedó junto al hormiguero, en cuclillas, observando cómo entraban y salían de él las hormigas. 

Microrrelatos - Basura Espacial (95): Libres

Libres

LA nave descendió a plomo, despacio, y se posó en mitad del rastrojo. Una puerta se abrió después de más de cien años y dejó pasar al interior el frío otoñal de la noche, que era serena y clara. En el umbral aparecieron tres seres cabezones, de anchos y profundos ojos oscuros e inexpresivos. Descendieron, e inmediatamente iniciaron su marcha por entre la espesura. Había prisa. Se desplazaban en silencio, pero escrutando a cada instante con su mirada vacía y ciega el entorno próximo. Luego, al rato, el más alto comenzó a emitir un sonido aflautado, y sus compañeros alargaron sus tentáculos hacia él para calmarlo. “Hay otras muchas”, parecían expresarle. “Deja que el tiempo vaya cicatrizando las heridas”.

Microrrelatos - Basura Espacial (94): Adán y Línea de diario

Adán

¿EN quién pensaría el joven y onanista Adán? ¿De quién tendría celos? ¿Quién se ocuparía de ponerle los cuernos? Más enigmas sobre la creación.

Microrrelatos - Basura espacial (93): Sapo y princesa (variaciones)

Sapo y princesa (variaciones)

I

La princesa besa al sapo para que se convierta en príncipe, pero es ella la que se convierte en rana. Luego marchan a una charca cercana y... (puntos suspensivos)

Microrrelatos - Basura Espacial (92): Ladrón de suyo

Ladrón de suyo

TODO acontecía como tenía previsto. La ventana estaba entreabierta y fue por allí por donde pasó hasta el interior de la casa. Cruzó despacio el pasillo, casi a oscuras, y llegó hasta el dormitorio donde la mujer estaba sola, profundamente dormida. Abrió el cajón de la mesita de noche donde se guardaba el dinero, tras los calzoncillos recogidos (introdujo la mano hasta el fondo para coger el puñado de billetes liados con una goma). Pero fue quizá un pequeño chasquido irresponsable lo que hizo que la luz del aplique lo sorprendiese de pronto, descalzo, con una media cubriéndole la cabeza, mirando a una mujer que era la suya, una mujer que le echaba la bronca de nuevo por esa reiterada afición suya tan pueril.

Microrrelatos - Basura Espacial (91): Tartazo

Tartazo

¡QUIÉN hubiera pensado que aquella espada con la que cortaron la tarta nupcial se convertiría, tras un par de años, en el “útil” con el que atravesaría el corazón de su marido, tumbado vestido y totalmente borracho (de nuevo) sobre la cama!

Microrrelatos - Basura Espacial (90): Suegra

Suegra

EL vivir tras la boda en casa de su suegra desde luego no fue una decisión fácil, pero la situación económica lo requirió. Fue circunstancial que luego él pasase los días enteros hablando y viendo la televisión junto a ella, mientras Tula trabajaba afanosamente en el supermercado, todo el día fuera de casa para conseguir un poco de dinero, al mismo tiempo que él mandaba algunos currículos insustanciales que acabarían con seguridad en arrinconadas papeleras de oficina. Tampoco él tuvo la culpa de que su suegra, viuda, siguiese estando más buena que el pan; tampoco del aburrimiento.