ZEPPELIN ROCK: LOS MEJORES WESTERNS DE LOS 70 - Las mejores películas del Oeste de los años 70

domingo, 24 de enero de 2021

LOS MEJORES WESTERNS DE LOS 70 - Las mejores películas del Oeste de los años 70

 

Le llamaban Trinidad.

por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC



En los 70 el Western ya había confirmado su declive, pero la década comienza con uno de los años que contienen más Westerns exitosos o destacados, hasta once. Tras la década de oro del género, el clasicismo dio paso al Spaghetti Western (género que dejó sus grandes obras maestras en la segunda mitad de la década anterior, los 60), que sería el gran triunfador en estos años, y al Western Crepuscular. Y la comedia en el oeste, otro género que tuvo mucho éxito y muchos títulos. Es lógica esta deriva que se ha visto siempre en la historia del cine. Del éxito de lo clásico, que se mantendrá perenne, pasamos al surgimiento de derivas paródicas, degradadas, degeneradas o difuminadas del mismo género (subgénero, moda o temática). Con todo, habrá pujanza durante la primera mitad de esta década, pero luego el Western pasa a ser casi testimonial o residual. Será en los 80 cuando se intente recuperar el género, algo que no cesará hasta la actualidad, donde, si bien está lejos de ocupar el lugar que tuvo, suele entregar títulos realmente interesantes, cuando no verdaderamente notables. No lo olvidemos, es el género más completo del cine.

Pat Garett y Billy el Niño.

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Los mejores westerns de los 70

(Las mejores películas del Oeste de los 

años 70)


¡AGÁCHATE, MALDITO! (1971), de Sergio Leone. 

Una de las cintas más discretas de Leone, la que interrumpe la increíble proyección, depuración y desarrollo de su estilo. Tiene sus alicientes, pero queda muy lejos de su trilogía del Dólar y de las otras dos cintas de la trilogía americana.


ALMAS DE METAL (1973), de Michael Crichton. 

Original cinta, antecedente de Terminator y Parque Jurásico (el autor es, precisamente, el de las novelas de dinosaurios), que con sus defectos resulta un gratificante entretenimiento que ahora triunfa como serie de televisión.

CHISUM (1970), de Andrew V. McLaglen. 

Western que nos presenta al terrateniente John Chisum, interpretado por Wayne. Un correcto y entretenido trabajo, con sus detractores, que cumple sin problemas. Eso sí, lo que cuenta no se corresponde en absoluto con la realidad del personaje.

DOS HOMBRES CONTRA EL OESTE (1971), de Blake Edwards. 

Western en clave de comedia, algo que, como expliqué en la lista del año pasado, se frecuentó bastante en esos años como degradación del género. Pero no se dejen engañar, tiene más profundidad y atractivos de los que parece.

DOS MULAS Y UNA MUJER (1970), de Don Siegel. 

Un título que seguramente ahora sería lanzado a la hoguera. Western y comedia con Clint Eastwood y Shirley Mac Laine. Un encantador título.



EL CLUB SOCIAL DE CHEYENNE (1970), de Gene Kelly. 

Otra comedia Western, esta con James Stewart y Henry Fonda dirigidos por Gene Kelly. Una película muy simpática y que merece reivindicación, con un Kelly que se aleja del musical con acierto, lo que merece todo elogio.

EL DÍA DE LOS TRAMPOSOS (1970), de J. L Mankiewicz. 

Mankiewicz era un genio indiscutible. Aquí, donde volvemos a tener otro Western que juega con la comedia, nos deja uno de sus últimos trabajos que vuelve a resultar un triunfo absoluto.



EL FUERA DE LA LEY (1976), de Clint Eastwood. 

Para muchos una de las películas que ya avanzaba el talento excepcional de Eastwood en la dirección, una de sus primeras joyas antes de aquel “Sin Perdón” que lo encumbraría definitivamente. Excelente Western de venganza.

EL HOMBRE DE UNA TIERRA SALVAJE (1971), de Richard C. Sarafian. 

Es la misma historia que le dio a DiCaprio su Oscar en “El Renacido”, una película de aventuras y venganza potente y basada en hechos reales.

EL JUEZ DE LA HORCA (1972), de John Huston. 

Además de estrenar película como director, Paul Newman interpretaba para Huston a este particular personaje en un Western irregular pero apreciable.



EL REY DEL RODEO (1972), de Sam Peckinpah. 

Peckinpah y los perdedores, el director en su género favorito junto a Steve McQueen. Gran y emotivo retrato de la vida rural norteamericana.

EL RIFLE Y LA BIBLIA (1975), de Stuart Millar. 

Nuestro amigo Rooster Cogburn regresa tras “Valor de Ley” para encontrarse con una Katharine Hepburn de estricta moral. Muy en la línea de “La Reina de África”, mezcla Western con comedia y entretiene sin dificultad.

EL ÚLTIMO PISTOLERO (1976), de Don Siegel. 

Correcto Western crepuscular que fue la última película del gran John Wayne, que comparte reparto con James Stewart y Lauren Bacall para rematar la cosa. También aparece Ron Howard en un rol secundario. La vejez, el paso del tiempo, poético canto del cisne…

INFIERNO DE COBARDES (1973), de Clint Eastwood. 

Atareado Eastwood este año. Esta es una de sus joyas, anterior a esa “Sin Perdón” (1992) que lo elevó a los altares. Un excelente Western con toque alegórico y personal que muestra el talento del director.

LA BALADA DE CABLE HOGUE (1970), de Sam Peckinpah. 

Joya de Peckinpah con un inconmensurable Jason Robards como protagonista. Crepuscular, nostálgico y entrañable Western sobre la migración de los héroes y la decadencia del oeste…

LA VENGANZA DE ULZANA (1972), de Robert Aldrich. 

Gran Western de Aldrich, que desde luego se movía a la perfección en el género. Burt Lancaster vuelve a estar pletórico en un papel que clave. Western reflexivo y hondo.

LAS AVENTURAS DE JEREMIAH JOHNSON (1972), de Sydney Pollack. 

Gran cinta de aventuras, icono del género, donde Robert Redford definió junto a Pollack un personaje prototipo que lo acompañó a lo largo de su carrera. El solitario estoico y amante de la naturaleza.



LE LLAMABAN TRINIDAD (1970), de Enzo Barboni. 

My recordada comedia-Western que convirtió en mito a la pareja formada por Terence Hill y Bud Spencer. Muchos de vosotros disfrutasteis de lo lindo con estos dos, seguro.

LLEGA UN JINETE LIBRE Y SALVAJE (1978), de Alan J. Pakula. 

Entre el drama y el Western, Pakula hace una de sus películas más a contracorriente respecto a lo que era su carrera, aunque en realidad la temática no va descaminada en esa lucha contra el poderoso monopolístico de sus protagonistas. Un gran trabajo del reparto.

LOS COMPAÑEROS (1970), de Sergio Corbucci. 

Otro spaghetti, en este caso de Corbucci, que ya sabéis fue uno de los grandes talentos del género. Da lo que se le pide. Acción y toques de comedia.

LOS VIVIDORES (1971), de Robert Altman. 

El nacimiento de la prostitución en el lejano oeste. Un buen título de Altman que trata aspectos originales en el género.



MI NOMBRE ES NINGUNO (1973), de Tonino Valerii. 

Otro Spaghetti que juega con l acomedía en el oeste. Mezclamos ambos universos, el del Spaghetti y el clásico con este duelo entre Henry Fonda y Terence Hill.

MUERDE LA BALA (1975), de Richard Brooks. 

Adoro este Western. Me lo pasé pipa cuando lo vi. Divertido, fresco, gracioso, vital, alegre… De nuevo Gene Hackman, que este año estrenó cuatro películas, tres de ellas en esta lista. Merece reivindicación.

PAT GARRETT Y BILLY EL NIÑO (1973), de Sam Peckinpah. 

Otro gran clásico de Peckinpah, con todas las claves de su estilo y una poesía de la violencia y la melancolía como sólo él sabía hacer.

PEQUEÑO GRAN HOMBRE (1970), de Arthur Penn. 

Otro pequeño clásico protagonizado por Dustin Hoffman. Un Western que sigue a un nativo americano en un flashback y todos los avatares de su vida, incluida la última batalla de Custer…

RÍO LOBO (1970), de Howard Hawks. 

Quizá podría ser el canto del cisne del Western clásico, un Western clásico tardío. Es la última película del genial maestro Hawks, en la que contó con John Wayne, evidentemente. Una joya incontestable.



SOLDADO AZUL (1970), de Ralph Nelson. 

Exitosa película que llamó la atención por su crudeza. Loables intenciones lastradas por la discreta calidad de la cinta, inconsistente con licencias históricas que no vienen a cuento y falta de cohesión dramática, saltando de la comedia romántica a la violencia extrema sin mucho sentido.

UN HOMBRE LLAMADO CABALLO (1970), de Elliot Silverstein. 

Una cinta de gran éxito que es muy recordada, entre otras cosas, por la interpretación de Richard Harris. Un Western interesante.

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