ZEPPELIN ROCK: WURDALAK - Como si no hubiese un mañana (2016): CRÍTICA Reseña

sábado, 10 de abril de 2021

WURDALAK - Como si no hubiese un mañana (2016): CRÍTICA Reseña

 


por Rockología (@RockologiaTwit)
del blog Rockologia

Decía yo entonces que las bandas nacionales cada vez se curraban más su producto: composición, tiempo de estudio (aunque sea en el sótano o la buhardilla), mezclas y resultado final. Wurdalak mimaron su quinto trabajo de estudio desde las raíces y se nota. La banda valenciana tenía al frente a Maria José Romero como voz principal, apoyada en esta labor por Sergio Bosquet, quien reparte guitarrazos junto a Germán Núñez. El bajo lo manejaba con maestría Ignacio García, la batería la destrozaba Rubén Muñoz y el teclado lo repartía cual crupier mágico Iván Sánchez. Se encargaron de la producción Fernando Asensi y Enrique Monpó junto con la propia banda en los estudios Fireworks.



Tras un  inicio cinematográfico, las guitarras de No me rendiré cobran vida y arrancan una canción de melodía pegadiza, con buenos arreglos y un estribillo power bastante típico. El grupo muestra sus mejores armas en los siguientes temas. En La fuerza de la voluntad agarras un pelotazo, con una estructura trabajada, cantada a dos voces, excelente batería y un gran estribillo, todo redondeado de una línea melódica y unos solos rotundos. Las  percusiones que introducen Wurdalack (la canción) anticipan otro tema redondo, muy pensado en los arreglos y los cambios, con Maria José midiendo muy bien los tempos y encajando la letra en el crescendo melódico. Por cierto, letra currada (“seguirás al menos una noche más, a la deriva por pensar que la vida se fragua con fracasos”), igual que la lírica de Como si no hubiera un mañana, cerrando una terna que, de por sí, pone una sonrisa en mi cara y me aprieta las ganas de ir a un concierto de esta gente.



Comparada con las anteriores Toda una vida rechina al principio. Se acerca a ritmos más hard, juega con el riff y el ritmo, pero sale bien parada con ese aire Ángeles del Infierno del estribillo y ese solo Blackmore, qué gozada. Ideal para los conciertos. Santuario ártico podría pasar como un modelo de canción power metal, desde su intro de teclado, pasando por el estribillo, los arreglos o las partes solistas, nada que reprochar, quizá algo previsible. Sin embargo, Basta ya vuelve al top de Como si no hubiese un mañana, con una loca inspiración Judas en el riff principal que construye en arrastrada armonía de protesta una canción de hoy en día tanto por la letra como por el trabajo en los cambios y los arreglos; como guinda un buen estribillo para gritar cuernos en alto.

Recuperan dos canciones antiguas y graban una cover para cerrar el álbum. Horizonte rock and roll cuenta con el vocalista de Piel de Serpiente, Lufti, para un tema hard rock rápido made in eighties. Lo mejor de A la deriva está en la lírica y en la entrega de la banda, que recrea en el puente y el estribillo sus anclajes progresivos. El cierre con I surrender resulta un poco anodino.

Gran trabajo de estos valencianos que demostraron cómo hacer un disco de heavy metal lleno de power, hard y mucho amor propio. No hay quinto malo, desde luego, más bien al contrario. Bonita portada, por cierto.

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