ZEPPELIN ROCK: RESEÑA del disco de VAN HALEN "Van Halen" (1978): Crítica

jueves, 5 de noviembre de 2020

RESEÑA del disco de VAN HALEN "Van Halen" (1978): Crítica

 

por JLBM


Es muy probable que Gene Simmons no fuera consciente de la magnitud que iban adquirir aquellos cuatro tipos en los que se había fijado. Sí, sabía que habían alcanzado elevadas cotas de popularidad en los clubes de Los Angeles, clubes que llenaban todas las noches, así que tampoco imaginaba en que se iban a convertir cuando se decidió a financiarles esas cuatro demos que presentaron a Warner Brothers. 



Después, una notable radiodifusión y la irrupción en la escena musical de la banda de cabecera del nuevo hard rock de la década de los 80. 

Efectivamente 1978 traía el álbum de debut de Van Halen. Probablemente no sea su trabajo más redondo, pero sin duda, históricamente, es el más importante. Van Halen cimentó los límites del género e introdujo una revisión de la guitarra eléctrica que sirvió de guía para las bandas venideras. Considerando el impacto que Van Halen tuvo en esas bandas, no es descabellado decir que eso le convierte en uno de los discos incuestionables de la historia del rock. 

A finales de la década de los 70 la música disco y el punk centraban la mayor parte de la atención mediática y popular. El viejo rock que las grandes bandas de comienzos de década habían elevado a su máxima expresión parecía reducirse a círculos minoritarios. La aparición de Van Halen reinventó el rock americano. Van Halen fue algo nuevo, la llave que abrió la puerta al fabuloso hard rock de los años 80. 





El talento musical de los hermanos Van Halen es algo innegable. La innovadora manera de tocar la guitarra de Eddie Van Halen marcaría un nuevo estándar para las siguientes generaciones de guitarristas. Inspirado por la grandeza de Jeff Beck, Eddie Van Halen ofrece en cada tema de "Van Halen" una lección avanzada y magistral, decisiva a la hora de comprender el nuevo rock. Alex Van Halen creó un sonido único desde su batería, un sonido que dotó de rock a todo el álbum. Cualquier banda en la que hubiesen estado ambos hubiese sido grande, pero es que el cuarteto se completó con el bajista Michael Anthony y el vocalista David Lee Roth. Anthony corría un serio riesgo que fue capaz de convertir en virtud. Tocar por detrás de Eddie Van Halen lo es si no eres lo suficientemente bueno, y Michael Anthony lo hizo de manera sobresaliente. Sus coros además son indispensables para el sonido del álbum. David Lee Roth elevó el estatus del frontman a una nueva dimensión. Su feeling, su soul, su sexualidad y por su puesto su voz única le elevaron a la categoría de icono del hard rock, en la estela de algunas de las mejores voces de su género. 

Tod Templeman, el tipo que cinco años antes produjo el debut de los Montrose de Sammy Hagar y Ronnie Montrose, se iba a encargar de hacer lo propio con "Van Halen". Su trabajo resulta perfecto. Aspectos como el sonido de guitarra por un solo canal provocaron una concisa y asombrosa separación por instrumentos e incluso la ausencia de guitarras rítmicas durante los solos de Eddie Van Halen dotan al disco de una refrescante sensación de directo. 





Van Halen se compone de once pistas compuestas de manera excelente y fabulosamente interpretadas. Musicalmente cada tema muestra diferentes versiones de la pirotecnia guitarrera que caracterizó a la banda desde sus inicios, conducida de manera soberbia por su excelente combo rítmico y la irrupción del poderío vocal de David Lee Roth. Básicamente es el sota, caballo, rey de cualquier banda de rock, pero en Van Halen la banda se convirtió en leyenda. Cada miembro del grupo juega un rol fundamental en un álbum decisivo. 

La brutal "Runnin' With The Devil" es el tema que abre Van Halen, y como presentación del nuevo sonido que ofrece la banda no puede ser mejor. Demoledor tema que prepara sin pudor el espectáculo que se avecina. La instrumental "Eruption" constituye un ente en si mismo. Su minuto y pico de duración aúna exuberancia y virtuosismo con la precisión de un violinista poseído por la irreverente pasión del blues y del rock. El cover del "You Really Got Me" de Ray Davies para los Kinks supera al original al menos en términos de poderío guitarrero y muestra la capacidad arrasadora de David Lee Roth como frontman único. "Ain't Talkin' 'Bout You" presenta al David Lee Roth más sexy en base a sus frenéticos riffs, auténticos instrumentos de voltear cabezas. "I'm The One" se embarca en un alocado tren lleno de energía al tiempo que una batería salvaje nos prepara para un interludio de auténtico lujo. "Jamie's Cryin'" es un fabuloso esfuerzo con dos partes de guitarra verdaderamente asombrosas. Sensacional el trabajo de Alex Van Halen e imprescindibles los coros de Michael Anthony. "Atomic Punk" y el cierre "On Fire" son ejemplos perfectos de la teatralidad, el virtuosismo y el salvajismo de la nueva banda. "Feel Your Love Tonight" muestra de nuevo el lado más sexual de David Lee Roth tratando de impresionar a esa chica impresionable desde sus deliciosas y humeantes armonías vocales. "Little Dreamer" tiene un ritmo más lento, algo funky, mientras que el cover del "Ice Cream Man" del bluesman de Chicago John Brim se convierte en una oda al rock and roll de la vieja escuela poseído por un ritmo bluesy y un final absolutamente Van Halen, además de mostrarnos las habilidades acústicas de David Lee Roth. 




Van Halen es un disco imprescindible, un ritual de iniciación para cualquiera con ganas de enfrentarse al hard rock que voló nuestras cabezas en la década de los 80, una lección de virtuosismo a las seis cuerdas, un ejemplo de la consagración de un frontman, uno de los discos que habría que llevarse a una isla desierta, aquel que cambió el panorama del rock en los estertores de la década de los 70, el que nos hizo comprender que con talento e imaginación todo es posible en el rock. Sin Van Halen el sonido del hard rock de los ochenta hubiese sido completamente diferente.

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