ZEPPELIN ROCK: CRÍTICA del disco de CARTA BLANCA "...y a dar por culo hasta quedar vacío" (2015): Reseña

sábado, 14 de noviembre de 2020

CRÍTICA del disco de CARTA BLANCA "...y a dar por culo hasta quedar vacío" (2015): Reseña

 

por Rockología (@RockologiaTwit)
del blog Rockologia


Fue este el disco iniciático de Carta blanca (por llamarlo de algún modo), este con irreverente y poético título (...y a dar por culo hasta quedar vacío), con sus cosas buenas y malas, lleno de canciones pegadizas, algunos estribillos muy logrados y un trabajo instrumental notable. El reflejo de los clásicos del rock nacional se cuela por todos lados, en ocasiones bien tamizado, en otras de manera descarada, pero sin caer en el copia y pega, aún en busca de su propio estilo, pero con interesantes modos, sobre todo ese pie que cuelan en texturas más heavies. Desde Jerez de la Frontera, Marco Castillo “Makro” a la voz y la guitarra solista, Javi Orellana también guitarra, Pablo Soto a la batería y Neme Jaén al bajo. Diez canciones autoproducidas y autoeditadas.

Para mi gusto, el tema más largo es el mejor, donde se ajusta todo lo que la banda da de sí hoy en día. En Te vas y no me entero juegan con una línea de guitarra y una melodía sencillas y bien empastadas, letra adaptada a los cambios, con calidad en la interpretación, un buen solo y gran final. La combinación de ambas guitarras es uno de los puntazos de la banda, como en No te encuentro, donde suenan a los Extremoduro actuales (parece que el mismo Uoho haga los punteos) pero con una pequeña vuelta de tuerca metálica al estilo. Condenado a entenderme tiene otro juego de guitarras atrayente, con los cambios llevando en un suspiro hasta al rápido final, logrado tema. 

Jodida realidad suena heavy, con arreglos que endurecen la historia (“no lloro por tu ausencia, me acuerdo de tus muertos”). Del mismo palo cae Gritos de libertad, quizá la más rápida, con sube y baja constantes (“me aferro a la esperanza de vivir pa poder ver como a tantos hijoputas se les acaba el poder”). Cierto deje sureño en la voz de Marco, claro en el enfoque de Siempre lo mismo, atacada con acierto por la banda (otra de mis preferidas, la más Marea), y en la reivindicación de Resistiremos, otro buen rock rítmico actual (“se disculpan diciendo que todo es por nuestro bien, pero ignoran que ya tienen fecha de caducidad”). Buena letra en Cada vez que me tocas, un tema para bailar en el bar de turno o en mitad de un concierto, sobre todo la parte central. El estribillo de Tu calor y esa guitarra por detrás de la voz suenan inspirados. Amor cambiante me recuerda a lo que andan haciendo los murcianos Doble Esfera, esa mezcla de elementos urbanos y metaleros.

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