ZEPPELIN ROCK: CRÍTICA de BIENVENIDOS A ZOMBIELAND (Ruben Fleischer, 2009): Reseña

domingo, 1 de noviembre de 2020

CRÍTICA de BIENVENIDOS A ZOMBIELAND (Ruben Fleischer, 2009): Reseña

 


by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)



Os voy a hablar hoy de la divertida y recomendable película Zombieland (Bienvenidos a Zombieland en la edición castellana), comedia norteamericana protagonizada por Woody Harrelson en un papel que le va que ni pintado y que sitúa la acción en un mundo poblado de zombies asesinos en el que un adolescente friki sin amigos se mantiene a salvo siguiendo sus propias e inquebrantables reglas de comportamiento en una sociedad contaminada por un virus que convierte en zombies a las personas. Viajando desde Texas hacia Ohio, el chico se encuentra con otro superviviente, un tipo chulo con pinta de hombre duro. A partir de ese instante, el futuro de Columbus y Tallahassee –acuerdan no dar sus nombres reales y llamarse por los de las ciudades a las que se dirigen- estarán unidos en su lucha diaria por la vida. El uno, un pardillo que sufre de síndrome del colon irritable y el otro, un zoquete violento que se pirra por los pastelitos Twinky, se toparán con Wichita y Little Rock, dos hermanas inteligentes y embaucadoras que les robarán pero junto a las que acabarán dirigiéndose a un parque de atracciones en Los Angeles en el que se dice que no hay humanos infectados. 





Total, piltrafillas, una cinta amena y sin grandes sustos –es una comedia no una película de terror, no olvidéis- de estética gore en ocasiones y mucho humor negro que hace llevaderas algunas escenas violentas tan exageradas que parece que estemos viendo los dibujos animados del Correcaminos y el Coyote, pero con personas. Zombieland se inicia con una inteligente y graciosa exposición de las normas de supervivencia de Columbus que prosigue con unos originales títulos de crédito a cámara lenta a los sones del For whom the bell talls de los Metallica y continúa con la historia de esa peculiar road movie en Cadillac y Hummer. Poco más hay que contar de esta película llena de chistes –visuales y orales- bastante ocurrentes. La escena en que los protagonistas se encuentran a Bill Murray haciendo de él mismo –Tallahassee es un die hard fan de Murray- es hilarante, así como el resto de la estancia de los cuatro en la mansión del actor con quien incluso juegan a repetir una escena de Ghostbusters. Muy recomendable, amiguitos, de verdad, la típica cinta palomitera de calidad para ver con amigos, unas cervezas y echarse unas risas. 

[Chiste para metalheads ochenteros: Wichita le dice a Bill Murray –maquillado como un zombie- que se parece mucho a Eddie Van Halen. Bill dice que le acaba de ver hace un rato... ¡y es un zombie! Los que no hauáis conocido a Eddie no entenderéis lo mordaz del comentario; D.E.P.]. 

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