ZEPPELIN ROCK: CREEDENCE CLEARWATER REVIVAL - Cosmo's Factory (1970): CRÍTICA Review 50º Aniversario

jueves, 16 de julio de 2020

CREEDENCE CLEARWATER REVIVAL - Cosmo's Factory (1970): CRÍTICA Review 50º Aniversario


por Alberto Iniesta (@Radiorock70)
del blog Discos




Un dieciséis de julio de 1970 salió uno de los discos definitivos de la Creedence: este maravilloso Cosmo’s Factory donde cada surco te hace gozarlo como si se tratase de la última canción que fueras a escuchar en tu vida. Cincuenta años después de este disco monumental, parece que la máxima de no ubicar a Creedence Clearwater Revival en el lugar que merecen continúa siendo algo tan incomprensible como cierto.




Quizá se deba, al menos en gran parte, a que la relevancia de los singles del grupo ha sido casi siempre mayor que la de los discos, como si el éxito de temas como Proud Mary descartase automáticamente la posibilidad de que existiera un gran LP detrás. Hay quien dice también que las proporciones de su legado son sensiblemente menores debido al poco tiempo que estuvieron en activo, un argumento que no se sostiene de ninguna manera cuando pensamos en bandas maravillosas y efímeras como Derek and the Dominos, Solera o Television. Tus ídolos podrán fallar, pero los números no: entre 1969 y 1970 la Creedence sacó cinco discos gozosos, patrimonio con honores de cualquier amante de la música más allá del top cinco de temas más escuchados en Spotify. Probablemente, ese ritmo frenético fue una de las causas que desembocaron en la posterior ruptura del grupo. Por suerte, nos quedan sus discos.




Ramble Tamble es mi canción larga favorita de la banda. No hay ningún solo virtuoso y su letra no recibirá nunca un premio Nobel, pero es una síntesis perfecta de lo que es el grupo, cuando la volcánica garganta de John Fogerty escupe su lava particular en forma de ese “down the road I go”, perfecta para sonar en una carretera. El desarrollo monumental, excelso, navega por aguas más calmadas en esa versión maravillosa del Before You Accuse Me que cantaba Bo Diddley. Travelin’ Band acelera sin piedad para dar paso a una banda tocando un rock and roll furioso como la voz de Fogerty, que golpea sin tregua durante los dos minutos escasos de tema. Es solo rock and roll, pero ya se sabe… nos encanta. Lookin’ Out My Back Door, por otra parte, es un buen ejemplo de cómo Creedence Clearwater Revival sabían potenciar a la perfección la máxima del menos es más, con un resultado adictivo, rotundo y sin fisuras.

La cara B arranca como una tormenta eléctrica furiosa, y en cuanto Fogerty comienza a cantar tus pies también echan a volar. El riff probablemente sea uno de los más potentes del disco, y fusionado con esa voz inconfundible bien podría considerarse como la receta de la felicidad con erre de rock and roll. Who’ll Stop the Rain, la primera canción que se escribió del LP, vuelve a mostrar un registro diferente del grupo, algo más reposado pero con un mismo resultado que vence y convence de manera evidente. La letra siempre me ha gustado mucho, en especial la parte de “good men through the ages tryin’ to find the sun, and I wonder, still I wonder, who’ll stop the rain”. I Heard It Through the Grapevine es una versión con mayúsculas, donde el poderío del grupo queda bien claro. Yo debo confesar que no me gustó la primera vez que la escuché, pero sin duda es un tema que resucita muertos en vida al instante. Un ejercicio de blues rock pesado, contundente y redondo. El final con Long As I Can See the Light es una absoluta maravilla, tanto a nivel vocal como musical. Pase lo que pase, aunque la adversidad no te deje respirar, como bien canta Fogerty “I won’t be losin my way”. Siempre en la senda del rock and roll. Un cierre inmejorable para un disco, como el propio grupo, eterno, en el olimpo de los dioses del rock.

Escucha el disco completo

2 comentarios:

  1. Joder te has ganado un punto comoces al grupo television

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    1. Marquee Moon es un disco esencial para la vida. Hay tantas cosas que no sabes de mí, querido Man...

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