ZEPPELIN ROCK: OLD BLOOD - Old Blood (2016): Crítica review

viernes, 10 de enero de 2020

OLD BLOOD - Old Blood (2016): Crítica review


by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)




Aun sin recordar el momento en que los descubrí, lo que sí parece seguro es que no ocurrió hace mucho tiempo, pero su sonido, ese Ford Ranchero GT de la portada y las ediciones puestas a la venta en vinilos de diferentes colores me hicieron decidir por encargar una copia, así, a lo loco.



Naturales de Covina, localidad californiana del distrito de Los Angeles, el grupo está formado por Feathers a las voces, Diesel a la batería, Gunner a la guitarra, Octopus al bajo y Stone a los teclados y –tratándose del disco de debut de la banda– poco más os puedo contar sobre su trayectoria si no es que, después de presentar en YouTube su tema Glowplug, consiguieron que los neerlandeses Dark Hedonistic Union Records distribuyesen en Europa su primer disco, un vinilo entre el EP y el LP grabado en los The Lab studios de Hollywood por Frankie Siragusa.


Con una preciosa portada diseñada por Tim Peterson y fotografiada por Heather Fipps, como ya os he dicho antes resulta que se han prensado en vinilo diversas ediciones limitadas en color, cada una con el nombre de uno de los miembros de la banda. En concreto, mi copia es una Diesel azul con salpicaduras blancas y su track list es:

A 
Wolves 
Glowplug 
Silk road rash 

B 
Taking refuge with strangers 
Flesh 
Some songs sound the same 



Analizando musicalmente la obra, os diré que la primera canción del álbum es una poderosa muestra de lo que estos Old Blood nos ofrecen, una Wolves a lo Black Sabbath, con bajo potente, voz a lo Jennie-Ann Smith, teclados sesenteros y una guitarra que navega entre la psicodelia y la crudeza de una afinación gruesa metalera. Y si con esta uno ya se siente satisfecho de haberse arriesgado al comprar un vinilo que costó menos que los gastos de envío, con el segundo tema se disipan todas las dudas. Es el momento de disfrutar Glowplug, la primera canción que –como os he avanzado antes– los californianos presentaron en sociedad y una de mis favoritas, hipnótica, con una guitarra afilada y rasposa a cargo de Gunner, un fantástico Octopus a las cuatro cuerdas y los estupendos teclados de Stone aportando un ambiente a lo Jon Lord. Y sobre todo ello, la excitante voz de Feathers y un Diesel a las baquetas que aquí es quizás el que menos destaca del conjunto. La primera cara finaliza con la más hard rockera Silk road rash, con la misma omnipresencia de bajo y teclados pero con un protagonismo mayor de Stone llevando el ritmo. Feathers aporta a la crudeza instrumental ese toque cristalino que hace tan atractiva esa mezcla de sonidos que –vuelvo a decir, aunque salvando las distancias– me recuerda a Avatarium. Al final del tema Gunner se suelta el pelo.




La cara B comienza con Taking refuge with strangers, con un inicio espectacular de bajo y teclados a lo Hammond a los que se suma un inspirado Gunner presentando un temazo al ralentí de puro heavy metal sabbathiano. Flesh es otro temazo en los que psicodelia y heavy setentero de gran tonelaje se dan la mano, envueltos en la ensoñadora voz de Feathers, otro de mis temas favoritos en los que Gunner se vuelve a dejar llevar por la emoción. Y con Some songs sound the same llega el disco a su punto final con más de lo mismo, psychodelic doom con sonido de antaño que te atrapa en una atmósfera de purpurina, hard rock setentero, hierba, choppers, margaritas y Dodge custom vans. Un gran descubrimiento sin duda. A ver si se estancan en esta posicion cómoda o aportan más capas a su sonido. Habrá que esperar a su siguiente trabajo.




Y para que no tengáis que buscar por ahí, os lo presento enterito. 

¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

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