Juicio final
IMAGINO, Señorías, que no revelo nada novedoso, y, muy al contrario, reitero algo consabido, si digo que ese señor (señala con un dedo a punto de dispararse con el que ametrallea -repite lo de "ese señor" mientras tanto-), ese señor, digo, que sentado está en el banquillo, ha empleado su tiempo libre en escribir esos engendros pestilentes que ahora llaman microrrelatos, que, por si alguien lo desconoce, no se trata de otra cosa sino de relatillos de tres al cuarto, ora chistosos, ora pretendidamente profundos o tiernos o, las más de las veces, folletinescos y de ruin y baja estofa, y, definitivamente, de una inanidad evidentísima. Bobadas, Señorías, simples bobadas. Solo eso.
Este individuo, reo, culpable (así lo afirmo -y lo hace con una rabia exagerada, que es lo que toca-), este sujeto al que algunos se han atrevido a llamar en el día de hoy en esta misma sala “angelito”, no lo olviden, que anda desatendiendo sus obligaciones domésticas y conyugales, sería capaz de vender a su madre por un mp4.
(sobre los concursos de microrrelatos
y sobre uno en concreto en que regalaban eso al ganador)
y sobre uno en concreto en que regalaban eso al ganador)
ÁCS
Jajaja... buen ejercicio de introspección, autoacusación y metaescritura. Estás mu malamente, angelito ;P
ResponderEliminarMe parece que no has entendido nada. ;P
EliminarNo te extrañe que así sea 8D
Eliminar"de que así sea" (cuidado con esas ultracorrecciones para evitar -supuestamente, por desconocimiento- el dequeísmo).
Eliminar