ZEPPELIN ROCK: BUFFALO SPRINGFIELD - Buffalo Springfield Again (1967): CRÍTICA Review

jueves, 17 de noviembre de 2022

BUFFALO SPRINGFIELD - Buffalo Springfield Again (1967): CRÍTICA Review

 


por JLBM




Este grupo de rock llamada Buffalo Springfield surgió, como es sabido, del circuito folk. El teclista y guitarrista Stephen Stills trajo el country y el folk más tradicional desde el sur, al tiempo que el guitarrista Richie Furay llegaba también con una leve sensibilidad country. Furay había conocido a Neil Young, parte de la escena folk canadiense, en Nueva York, y las raíces country de Buffalo Springfield se completaban con el baterista Dewey Martin, un tipo que había tocado para gente como Carl Palmer o Roy Orbison. El quinteto se cerraba con el bajista Bruce Palmer, amigo de Young.



A pesar de que la existencia de Buffalo Springfield no paso más allá de un par de años, su importancia en la historia de la música popular americana fue inmensa, y Buffalo Springfield Again, publicado en 1967, es una colección de diez temas imprescindibles facturados por algunos de los músicos más prometedores y talentosos de su generación.

Es impresionante que una banda metida en aquellos momentos en una serie de permanentes conflictos lograse fabricar un artefacto de la calidad de Buffalo Springfield Again. Efectivamente la grabación del álbum se convirtió en un proceso tenso y prolongado. Neil Young estaba a menudo ausente, y su división con el resto de miembros del grupo era algo notorio, grupo que no fue capaz en aquel periodo de mantener un bajista permanente, entre otras razones porque Bruce Palmer se pasó la mayor parte de la grabación detenido por temas relacionados con el consumo de drogas.

Grabado en unos nueve meses, con la banda nunca al completo, presenta los inicios de las fracturas que serían realidad en el Last Time Around de 1968. Los estilos musicales en Buffalo Springfield Again son tan variados como las circunstancias de su grabación, y presentaba todas las papeletas para haber sido un desastre, pero finalmente se convirtió en un álbum legendario.

La producción se acredita a Stephen Stills, Neil Young, Richie Fuary y Jack Nitzsche, y es verdaderamente de un nivel muy alto, teniendo en cuanta los equipos de la época, y absolutamente densa. Aquí se mezclan ideas, técnica, talento, armonía y melodía, convirtiendo Buffalo Springfield Again en un disco completamente audible.

A pesar de las conocidas disputas entre Stephen Stills y Neil Young la banda consiguió que hubiese cuatro vocalistas principales en Buffalo Springfield, aspecto que dota de un mayor atractivo al álbum. Los arreglos folk de Stills quedan atrás y cada tema cuenta con una clara voz solista. Las partes de guitarra se tornan complejas de la mano de Stills y Young casi en modo weaving con Richie Furay haciendo las veces de guitarra rítmica. Además la habilidad de Stills a la guitarra solista mejoraba de manera notoria, y su creciente amistad con David Crosby dio lugar a su uso por primera vez de afinación no estándar en este álbum.



Buffalo Springfield Again es un de los mejores álbumes que se hicieron en Estados Unidos en la década de los 60, una obra ambiciosa en la que conviven en perfecta armonía el rock, el country, el folk, el jazz y el soul como argamasa de los egos a veces desmedidos de sus protagonistas. Una tremenda variedad estilística y una composición bastante más lograda que en el Buffalo Springfield de 1966, el debut de la banda.

Las composiciones de Stephen Stills mejoran de claramente en comparación con aquel debut, mientras que Neil Young continúa explorando los altibajos del negocio de la música, de un modo incluso más críptico. Richie Furay entra por primera vez en la composición de temas para Buffalo Springfield, y lo hace francamente bien. Stills y Young están llenos de creatividad y Furay parece suavizar las asperezas entre ambos.

Un álbum redondo en el que no hay cortes débiles, solo determinados niveles de excelencia, y cuya gran virtud reside en la disparidad de esos temas. Ternura y exuberancia, potencia, sentimiento y psicodelia al servicio de algunas de las mejores composiciones de las carreras de sus autores, aunando de manera impecable belleza y poder.

"Mr. Soul" es un clásico atemporal de Neil Young, un tema que en la fecha de su lanzamiento se convirtió en un éxito menor. Trallazo de rock que abre Buffalo Springfield Again en formato explosión, preguntándose las consecuencias de la fama. La línea de bajo de Palmer es fundamental. Impresiona que Young aún no tuviese 21 años cuando la compuso y que fuese un auténtico desconocido. Da además la sensación de que cada vez que él se pone tras el micrófono la banda se eleva un poco más.

"A Child's Clame To Fame" es el debut de Richie Furay como compositor, y verdaderamente se luce con este clásico country rock, uno de los mejores de su década al tiempo que "Everydays" es la composición menos común de Stills, con una melodía muy llamativa y tintes de rock ácido y psicodélico.

"Expecting To Fly" es un experimento orquestal producido por Jack Nitzsche, destinado en principio al lanzamiento individual de Neil Young, grabado con músicos de sesión. En cualquier caso es una muy bella balada de amor que se desliza por encima de las disputas de los miembros de la banda de modo muy emocional.

"Bluebird", temazo cuya primera versión de nueve minutos se convertiría en una fuente indispensable para bandas como Lynyrd Skynyrd o los Outlaws con clásicas y épicas jams como "Free Bird" o "Green Grass & High Tides" es definitivamente un rockero clásico de Stephen Stills con una producción estratosférica y con algunas de las mejores guitarras acústicas del álbum. Ojo al banjo.



"Hung Upside Down" es un pelotazo energético de rock de Stephen Stills con Richie Furay a las voces y unos maravillosos coros del propio Stills y de Neil Young. Realmente un gran esfuerzo colectivo de la banda en el que se antoja excelente el trabajo de la guitarras eléctricas y de las acústicas.

"Sad Memory" es el segundo de Furay en Buffalo Springfield Again, probablemente la última e inquietante balada de amor del verano del 67. Su escucha y sus letras derriten sin remisión. La guitarra melancólica cortesía de Neil Young es memorable, así como "Good Time Boy" sería la última de sus tres composiciones en el álbum, destacando el hecho de que la voz del tema sea la del baterista Dewey Martin. Es un tema tipo soul, casi un homenaje a Otis Redding de ritmo muy pegadizo.

"Rock & Roll Woman" es un tema de Stephen Stills, compuesta junto a un David Crosby sin acreditar, en el que este último puede que incluso participe en los coros. Probablemente su primera colaboración juntos para un tema lleno de potencia y fantásticas y pegajosas armonías en el que es básica de nuevo la línea de bajo de Bruce Palmer.

"Broken Arrow" presenta la misma producción de Niztsche, el mismo intento de lanzamiento de Young y la misma grabación con músicos de sesión que "Expecting To Fly", aunque en este caso se encuentran armonías vocales de Richie Furay. Tema muy especial que de algún modo analizaba la vida de la banda y que se convierte en alusión a la propaganda anti drogas del gobierno norteamericano de la época. Inmensa interpretación vocal de Young entre sonidos circenses y toques de jazz. Ritmos, sonidos e ideas diferentes en un mismo tema para cerrar en formato obra maestra el Buffalo Springfield Again.


Buffalo Springfield Again es sin duda el álbum más logrado de la banda. Lamentablemente marcó el principio del fin de una de las mejores y más breves bandas del rock norteamericano. Un álbum muy influyente que por desgracia no caló entre el público, algo que si hicieron los artefactos que en solitario sacarían a posteriori la mayor parte de los integrantes del grupo. Un trabajo fundamental y digno de estudio.

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