ZEPPELIN ROCK: Unas reflexiones sobre el COVID-19 (provocado por el CORONAVIRUS) y las recomendaciones

lunes, 13 de abril de 2020

Unas reflexiones sobre el COVID-19 (provocado por el CORONAVIRUS) y las recomendaciones

Esto tan bonito es lo que nos está jodiendo la vida a todos.

por Fabián Castillo Molina 




El Covid-19 o Pandemia Real (por la corona azul que presidía el fondo de todos los telediarios y noticias de la televisiones) como había dado en llamar a la epidemia declarada pandemia por la OMNS en enero de 2020, era la primera plaga del siglo XXI declarada formal y oficialmente por el organismo más ¿prestigioso? encargado de vigilar y velar por la salud del mundo y declarar epidemia, pandemia, plaga o peste, para que los gobiernos de los diferentes países o naciones tomaran las medidas oportunas para luchar contra los males que se le venían encima.



Esta plaga aparecida en China a finales de 2019 que vino sin avisar. No solo mataba sin piedad a los mayores de 80 años en primer lugar, sino que se llevaba por delante a toda persona que tuviera ciertas debilidades de salud cualesquiera que fueran y tuvieran la edad que tuvieran, aunque las estadísticas decían que a partir de los 70 años cumplidos los que se iba llevando superaban el 87% y luego el resto se lo repartían 8% los que superaban los 60 y ya de ahí para abajo, el 5% restante. Daba la impresión de que estaba diseñada para acabar con todos los jubilados que pudiera en el mundo .




Tenía muchas cosas malas además de la muerte, en muchos casos casi sin agonía según había escuchado decir a algún médico, como a otros al principio que insistían en que esto era como una gripe menos peligrosa que otras normales. Esta había logrado reducir a toda la población a sus casas, a sus habitaciones, a quienes tuvieran casa o habitaciones donde refugiarse y pudieran salir a comprar comida para seguir vivos, pero había en el mundo millones de personas, incluso más de mil millones, que carecían de eso: de comida, de casa, de habitaciones compartidas o de dinero para comprar comida. Por tanto, se tendrían que enfrentar con la enfermedad tan vorazmente contagiosa a pecho descubierto, con su salud precaria,  más propensos, así, a ser pasto de la pandemia.




También recomendaban los médicos y quienes dirigían a los pueblos que las gentes se lavaran meticulosamente las manos siempre que volvieran a casa si no tenían más remedio que salir a comprar o a pasear el perro, que es lo que permitía a sus dueños el estado de ALARMA, pasear unos minutos a su perro por calles, jardines o parques próximos a sus domicilios y que de paso hagan sus necesidades. Luego en las casas, quienes las tenían, al lavarse las manos una y otra vez y secárselas bien, les metían todos los medios de ¿comunicación? el miedo en el cuerpo de tal manera que al tocar unas llaves, el pomo de una puerta, al empujar la puerta del portal del bloque donde vivían, trataban de evitar empujar con las manos por si otras manos infectadas habían tocado allí, de manera que empujaban la puerta con el pie o si podían con el antebrazo pero esto les hacía pensar que la suela del zapato, o del calzado que llevaban tuvieran que lavarlo con lejía antes de entrar en casa al regresar y cambiarse por unas zapatillas ya en el interior, teniendo buen cuidado de ir derechos al lavabo (si lo tenían) a lavarse las manos con abundante agua y jabón (si lo tenían) o desinfectárselas con alcohol antes de tocar nada.




Otra manía que se ha extendido, era la necesidad de lavar la fruta con agua y lejía al venir de comprarla, y no olvidar dejarla secar o secarla con un paño cuidadosamente. Esto, toda la fruta, incluso la que tiene cáscara porque alguien contagiado puede haberla tocado y haber dejado ahí en la corteza o la cáscara el virus y tú, al cogerla para pelarla te puedes contagiar, pero ¡ojo!, tampoco vale coger y pelar con cuchillo y tenedor dichas frutas, porque también hasta al coger dichos cubiertos ya puedes haberte contagiado, salvo que cojas las frutas siempre con guantes y cada vez que las cojas directamente tires los guantes al contenedor de envases y los cierres herméticamente.


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