ZEPPELIN ROCK: Review de "Piece Of Mind" (Iron Maiden, 1983): Reseña

viernes, 10 de junio de 2016

Review de "Piece Of Mind" (Iron Maiden, 1983): Reseña


by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)




Hace ahora la friolera de tres años, amiguitos, que publicaba yo en esta web una entrada dedicada a 10 álbumes que de una manera u otra habían marcado mi vida. Después de este que os escribe, publicaron sus personales listas los señores @DonCrspulo y @FRAILAS y con cada uno de ellos coincidí en uno de los discos comentados. Sin embargo, me hizo ilusión –ya veis, me alegro con cada chorrada- que, pese a no parecerlo porque en el último momento decidí no relacionarlo para hablar de él en este espacio, coincidimos los tres en un único álbum. Este que os traigo hoy.




Mi primer contacto con los Maiden fue el Run to the hills, single escuchado en casa de un compañero de BUP que me hizo entrar ganas de conocer más de esta banda. Eran tiempos de comprarse el Metal Hammer, de descubrir a todos aquellos grupos de los que hablaba la revista, creadores de esa música que había conocido no hacía tanto y que me hacía vibrar, dueños de una estética que me parecía estupenda y llamaba mi atención de manera positiva. Había un vasto territorio por explorar, una lista inmensa de grupos por escuchar y canciones con las que disfrutar. Así que cuando quise poseer algo de los tipos que cantaban aquello de ran tu de jils, ran for yor laifs, lo que cayó en mis manos fue la carátula doble de este álbum –impactante la fotografía interior de Simon Fowler, con esa mesa preparada en la que la banda se dispone a dar cuenta del cerebro de Eddie, la eterna mascota del grupo- y unos temas inolvidables. 




Piece of Mind, amigos, el cuarto álbum de Iron Maiden, la obra con la que la formación que debía convertirse en mítica declaraba al mundo que iba a quedarse mucho tiempo entre nosotros, dando a luz temas imperecederos e imprescindibles en la historia de la música rock de todos los tiempos. El inimitable e insustituible -¿eh, Blaze?- Bruce Dickinson a las voces, los inconmensurables Dave Murray y Adrian Smith a las guitarras, el carismático y preciso Nicko McBrain a la batería y el alma de la banda, el hombre cuyos dedos cabalgan sobre las cuerdas de su bajo, Steve Harris




Y formando parte de la gran familia Maiden, el productor, ingeniero, mezclador y sexto miembro Martin Birch –sí, luego llegaría Michael Kenney a los teclados de gira o Janick Gers como tercer guitarra y posturitas, pero aún faltaban unos años-, el leal manager Rod Smallwood y el largo tiempo diseñador de portadas y universo gráfico Maiden, Derek Riggs. Todos juntos se fueron a las Bahamas y grabaron en los Compass Point el megaexitoso Piece of Mind, que llegaría a ser platino en Gran Bretaña y los Estados Unidos. 

El track list, sin desperdicio, era: 

A 
Where eagles dare 
Revelations 
Flight of icarus 
Die with your boots on 

B 
The trooper 
Still life 
Quest for fire 
Sun and steel 
To tame a land 

Amigos del vinilo y amantes del hard rock de los ’80, Piece of Mind es un álbum que sin duda me marcó como a muchos de vosotros, tanto que –en lugar de limitarme a incluirlo en una lista- he preferido otorgarle un espacio en este estupendo blog al que contribuimos tantos seguidores de la buena música. Y como no podía ser de otra manera, no os voy a adjuntar un par o tres temas del álbum, no –eso sería una falta de respeto-, os acompaño el clip del disco enterito. Disfrutadlo y veneradlo.




Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

2 comentarios:

  1. amigo piltrafilla no es por joder,pero en la época de piece of mind el metal hammer solo estaba en alemania,te lo digo porque tenia un amigo aleman y nos deleitaba con ese pedazo revista traida de alemania de la que muy pocos conocian....lastima que no me has dado una opinion mas profunda del disco,para ver que te parece de cancion en cancion......saludos

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  2. Amigo metaleros, no me jodes, tranquilo. Sin embargo, debo corregirte. En aquella época, el Metal Hammer no estaba sólo en Alemania. Además de que yo tembién tenía un amigo que, aunque no era alemán, era hijo de alemanes y nos ayudaba en la comprensión de los textos, en los quioscos de Las Ramblas de Barcelona siempre se había podido encontrar publicaciones de importación, sobre todo en la era pre-internet (ahora ya hace mucho que no me paso por allí). Así es como, mucho antes de que existise la edición española de la revista -supongo que era eso a lo que te referías-, algunos ya tuvimos la suerte de disponer de las ediciones alemana e inglesa que llegaban a nuestra ciudad.
    Así es también como conocí y adquirí numerosos ejemplares de la revista Hit Parader, que se editaba en Estados Unidos.

    En cuanto a la opinión más profunda que esperabas de canción en canción, te haré un resumen: todas y cada una de ellas son una puta genialidad. Como ves, la reseña esta vez era muy fácil. Saludos y ánimo. Yo también disfruto con tus entradas.

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