ZEPPELIN ROCK: BRUCE SPRINGSTEEN - Human Touch (1992): CRÍTICA Review

martes, 24 de mayo de 2022

BRUCE SPRINGSTEEN - Human Touch (1992): CRÍTICA Review

 


por JLBM


 


Hay veces en que me cuestiono si cuarenta y tantos años escuchando música han servido para algo. Probablemente, no, y es que leer a los gurús de la crítica y prensa musical me parece desalentador, sobre todo cuando compruebo que detestan discos, temas y músicos con los que yo comulgo. Esa es la principal razón por la que uno se anima a escribir, básicamente para poder opinar libremente sobre los álbumes que por unos motivos u otros me han llegado dentro. Es por supuesto el caso del Human Touch, el disco que hoy nos trae por aquí, que en 1992 se marcó Bruce Springsteen. Crítica y público lo han desahuciado, pero a mí me parece un pedazo de disco.



En el año 1989 Bruce Springsteen comunicaba a los miembros de la E Street Band su decisión de no contar con ellos durante un largo período de tiempo. La noticia conmocionó a todo el mundo, pero fundamentalmente a un inmenso núcleo duro de seguidores que probablemente jamás perdonarán al Boss la ruptura de la banda, una de las causas soterradas de la negativa recepción de su siguiente artefacto.

Roy Bittan, el teclista de la E Street Band, pasó a Springsteen tres instrumentales que había escrito. A Springsteen le parecieron un excepcional punto de partida para comenzar a escribir los temas de un nuevo álbum, así que se puso manos a la obra contratando reputados músicos de estudio para conformar una banda solvente.

El bajista Randy Jackson, un tipo que había tocado para Carlos Santana o Journey, y sí, también para Kenny G, engrosaba la nueva banda de Springsteen. El baterista de Toto, Jeff Porcaro, se unía al proyecto, y Roy Bittan, por supuesto, se convertía en el único miembro de la E Street Band con presencia en el nuevo proyecto de su jefe. El guitarrista Tim Pierce y el multiinstrumentalista y viejo miembro de la E Street Band, David Sancious, completaban la banda.

Para la primavera de 1991 el nuevo álbum de Springsteen ya estaba preparado para su comercialización, pero al estar de nuevo grabando temas para otro álbum decidió publicar los dos en la misma fecha. Human Touch y Lucky Town fueron lanzados el 31 de marzo de 1992.



Human Touch fue producido por los propios Springsteen y Bittan además de por Jon Landau y Chuck Plotkin. Una producción de elevadísimo nivel que otorga al álbum una limpieza y una calidad del sonido absolutamente estremecedoras. La producción no olvida que Springsteen es el auténtico protagonista del disco, pero entre matices tiene en cuenta al resto de miembros del grupo, profundizando en sus instrumentos cuando el tema lo requiere y centrándose especialmente en unas backing vocals de élite.

Human Touch podría perfectamente haber sido un disco con la E Street Band, y de haber sido así su recepción y posterior crítica hubiesen sido notablemente mejores. La música, los arreglos, la instrumentalización y las voces están más cercanas al sonido clásico de Springsteen que a acentos irlandeses, raps y coros desmedidos que han sido tratados con mucha mejor consideración por los que guían a las masas.

El Tunnel Of Love de 1987 fue un disco excelente, pero era sombrío y personal. Human Touch es feliz y optimista, otro de los aspectos que no gustó, y contiene inteligentes y reflexivos temas de rock, y el que probablemente sea uno de los mejores trabajos de guitarra de Springsteen en su carrera. Un excelente guitarrista tal vez apagado por la intensidad de una banda de las proporciones de la E Street Band, pero con un protagonismo recobrado en ese sentido en Human Touch, y así se escucha con los solos entretejidos de su Telecaster a lo largo de todo el álbum.

Hay muy buena música en este disco, de la que sinceramente, es difícil encontrar hoy en día, alegre, honesta y lo fundamental, con excelentes temas de rock clásico. Unas letras fuertes e inteligentes, salidas directamente del corazón de un Springsteen que no atravesaba precisamente sus mejores momentos personales por aquellos tiempos. Las dificultades en la vida y en el amor, y los temores a no saber plantar cara a esas dificultades, llenan las letras de Human Touch, convirtiéndolo en cierto modo en un trabajo introspectivo en el que pese a todo no faltan el optimismo y la alegría.



"Human Touch" abre de manera exquisita el álbum, un clásico de ingeniosa escritura e instrumentación, con aroma al "Tunnel Of Love" se muestra dinámica y llena de ritmo. Después la fantástica "Soul Driver", con un gran riff de órgano y una fuerte melodía, bastante diferente a lo que el Boss había hecho hasta ese momento, y la gran afirmación que es "57 Channels (And Nothin' On)", con Springsteen tocando un portentoso bajo y esa referencia a Elvis. "Cross My Heart" es una adictiva adaptación de un tema del blues clásico, y "Gloria's Eyes", de abrasadoras guitarras y pegajosas voces, "Roll Of The Dice", con un brutal piano que recuerda los días del "Born To Run", y "Real World", líricamente una de las mejores composiciones de Springsteen, son temas llenos de equilibrio y muy bien escritos, y "All Or Nothin' At All", "The Long Goodbye" y "Real Man", un tema lleno de swing, son también temas enérgicos llenos de ritmo alegre. Las baladas solemnes "With Every Wish", gran balada sobre lecciones aprendidas con esa trompeta con sordina, y la inmensa "I Wish I Were Blind", un tema que merecer por derecho propio estar en el top de Springsteen, serio intento de capturar el dolor que provoca una ruptura, con inmensos coros de Bobby Hatfield, parecen temas directamente salidos del Tunnel Of Love y reafirman al auténtico Bruce Springsteen. "Man's Job" es probablemente el mejor tema del disco, una maravillosa canción de amor en formato rock and roll del bueno. "Pony Boy" cierra Human Touch como delicada interpretación de un clásico tradicional en la que Scialfa pone las backing vocals.

Nunca nadie colocará Human Touch en las primeras posiciones de la discografía de Springsteen, ni siquiera en esas posiciones medias que nada dicen, más bien al contrario, Human Touch siempre sale listado entre las últimas mierdas de su carrera. La decisión es del que escucha, si, del que escucha, no del que le una crítica mal intencionada y se queda ahí, en la lectura, incluida la mía.

Un disco muy digno, plagado de grandes momentos, con la mejor producción de los 90 y con rock en estado puro. Bien merece la pena.

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