Maiden England '88 ofrece además tres temas que no aparecían en las anteriores versiones, algo realmente pecaminoso: "Run To The Hills", "Running Free" y "Sanctuary", tres clásicos de la Doncella que no tendrían que haber faltado en una fiesta como esta. Afortunadamente la nueva edición los recupera.
La banda al completo suena fabulosa, aunque los achaques de años de giras comienzan a hacerse notar en la voz de Dickinson, pese a lo cual mantiene el tipo cantando en su rango. Steve Harris y Nicko McBrain muestran la solidez de un combo rítmico que en directo gana cuando se lanzan con arreglos más estrictos e interesantes, mientras que Adrian Smith y Dave Murray continúan dando lecciones con sus guitarras gemelas, herencia de Thin Lizzy. La masa enloquecida obliga además a la banda a dejarse el alma en cada tema, algo que se hace evidente con la escucha del concierto. Puede que Maiden England fuese el último gran show de la alineación de lujo de Iron Maiden, ya que Adrian Smith abandonaría el grupo poco tiempo después por diferencias creativas y no regresaría hasta 1999.
Maiden England fue la traca final al dominio que Iron Maiden había establecido como dominadores del heavy metal en la década de los 80, un glorioso colofón.
La versión de 2013, Maiden England '88 ofrece algunos cambios sustanciales que mejoran sin duda el original, sobre todo en el tema del sonido. En comparación con el Maiden England del 94 el sonido es ahora inmenso, mucho más limpio y con todos los instrumentos de la banda dejando huella sonora de su importancia. Una calidad sonora impresionante para una grabación del 88, aunque la verdad es que eso es siempre una apuesta sobre seguro cuando se trata de un directo de Iron Maiden, y si a eso le añadimos el fabuloso trabajo del ingeniero y productor Kevin Shirley con las mezclas, el resultado es sobresaliente.
El título se ve modificado, posiblemente por la gira de la banda, y el arte de la portada abandona la clásica de Derek Riggs del 89 por las ilustraciones del interior.
Una explosiva revisión de "Moonchild" abre el artefacto, dejando paso a un estelar "The Evil That Men Do". Después Iron Maiden recupera un tema que no se tocaba en directo desde el año 82, "The Prisoner". El recuerdo continúa y la banda interpreta ahora "Still Life" de manera soberbia.
"Infinite Dreams", superior a la versión de estudio, y "Killers", el temazo del 81, mantienen una tensión absolutamente palpable en la audiencia, tensión que explosiona cuando suenan los primeros acordes de "Can I Play With Madness", espectacular en esta versión en directo.
"Heaven Can Wait" y "Wasted Years" cierran la primera parte de este brutal directo con versiones evidentemente superiores a las de sus embriones de estudio.
"The Clairvoyant" abre de manera explosiva la segunda parte de Maiden England '88 y traslada sin remisión a una incendiaria "Seventh Son Of A Seventh Son", inmensa como si la banda estuviese tocando su último concierto. Un brutal "The Number Of The Beast" traslada sin remisión a las excelentes revisiones del "Hallowed By Thy Name" y del "Iron Maiden", espectacular en la línea del Dortmund del 1983.
Maiden England '88 incluye además "Run To The Hills", "Running Free" y "Sanctuary", poniendo broche final a un espectacular concierto.
Probablemente Live After Death podría resultar superior, pero Maiden England '88 quedará por encima de A Real Live One, A Real Dead One y Live At Donnington, los tres directos que Iron Maiden publicó en la década de los 90. En cualquier caso son Iron Maiden, y esto ya es una garantía cuando se trata de un disco en directo.
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