ZEPPELIN ROCK: BUENAS NOCHES ROSE – Buenas noches Rose (1995): CRÍTICA Review

sábado, 23 de octubre de 2021

BUENAS NOCHES ROSE – Buenas noches Rose (1995): CRÍTICA Review

 

por Rockología (@RockologiaTwit)
del blog Rockologia

La verdad es que la portada del álbum ya anticipa lo que uno encontrará en su interior. Porque Buenas noches Rose es, ante todo, un disco directo, revuelto y sudoroso, dominado por las guitarras expresivas de Alfredo Fernández “Alfa” (Le Punk) y Rubén Pozo (Pereza) con buenos riffs, cambios de ritmo y algunos solos brillantes, sucias cuando la canción lo pide, limpias y emocionadas en otras ocasiones, sin virtuosismos innecesarios. Suma lo que cualquier disco de rock necesita: una pareja rítmica que meta fuerza y relleno, con Juan Pablo Otero “Juanpa” al bajo percutor y Roberto Aracil “Robe” manejando el tempo de la batería como si llevara cincuenta años en ello. Pero la gloria del álbum se consigue al mezclar esta inspiración instrumental con unas letras siempre distintas y la interpretación vocal entregada de Jordi Skywalker. Parece nada del otro mundo, pero difícil de conseguir. Aquí encuentras mezcladas influencias nacionales, como Extremoduro, Rosendo y sus Leño o Burning, con otras sajonas, por ejemplo Tom Petty, The Rolling Stones o The Black Crowes. En esa amalgama de influencias hay canciones que caen de un lado más sucio, otras de un lado, digamos, más comercial o amable, pero, a la vez, con letras rebeldes, desafiantes, y otras sacan el corazoncito roto en forma de balada o medio tiempo.


Entre las más amables, la propia Buenas noches Rose o Los chicos del coro (de mis favoritas) con su letra irreverente (más hierba para los chicos del coro/más tiempo para gastar/siéntate a hablar con nosotros/o déjanos en paz), sus cambios de ritmo y ese pedazo de solo. Ambas canciones forman una especie de declaración de principios de la banda, un “esto es a lo que nos dedicamos”. Como single se editó Sentado en el barro, otro ejemplo de rock and roll clásico más cercano a Burning, por ejemplo, de estribillo fácil.

No podían faltar las canciones de corazones rotos. Original melodía y trabajo de arreglos en Del mismo modo, con un delicado slide y acústicas al fondo (del mismo que la flor a la raíz/del mismo modo que el camino a su fin/yo me encuentro prisionero de ti). También de pérdida amorosa trata Diez palabras de amor, aunque en un tono más roquero, macho-man desgarrado que pierde el control. El tema más blues de todos trata de una mujer, Flor de espinas (donde vas tan sola flor de espinas cuando tus ojos brillan), anhelo del trovador que la mira pasar por la calle; no pierdas el final acelerado (y nunca te encontraste tan bien como en tu esquina).



Entre los temas oscuros o sucios, destacan la inicial La leyenda del lobo cantor y su riff a doble mástil, apoyado en una batería grande, y la extraña La granja, distorsión casi lisérgica. Apareció en la banda sonora de la película Territorio comanche, por cierto. Una noche más (otra de mis favoritas) atufa a blues desde el segundo uno, canción de (más que) amor desesperado (mueve el cuerpo en la oscuridad/esta noche, una noche más, esta noche/sexo duro en la oscuridad) donde Jordi se sale cantando y hay un pedazo de guitarra al final del tema cual premio orgiástico. En cambio, Tiempo perdido comienza con unas acústicas roqueras y una interpretación con un rollo Robe Iniesta chulo. El duende del fuego mantiene un poco ese mismo aire pero con unas guitarras más variadas y roqueras, con buenos cambios de nuevo y un toque jam en la parte central. La final Hablando con las plantas baila en una locura de riffs, solos, una letra fumeta y una de las mejores baterías del álbum.

Aunque tuvieron cierta repercusión y llegaron a formar parte del mainstream comercial de la época (recopilatorio de Coca-Cola incluido), su éxito efímero acabó al fichar por una compañía grande y grabar un segundo álbum, curiosamente cuando los descubrí en un concierto. No había sitio para el rock de Buenas noches Rose en las listas de ventas y poco después desaparecieron (aún cayó un tercer largo), dejando como su obra cumbre este debut que hoy rescatamos.

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