ZEPPELIN ROCK: BRUCE SPRINGSTEEN - The River (1980): CRÍTICA Review

jueves, 7 de octubre de 2021

BRUCE SPRINGSTEEN - The River (1980): CRÍTICA Review

 

The Hunter


The River es mezcla de la oscuridad y rabia de los tiempos del Darkness (Point Blank o Independence Day), con la celebración del rock'n'roll clásico (Cadillac Ranch, Ramrod, You Can Look...) presente en abundancia, o el dramatismo en algunos momentos reflejando la crisis que azotaba tanto como ahora (The River, Stolen Car...),le convierte para mi gusto en el más completo de su carrera.



En un principio no iba a ser un disco doble, se planeó la salida a finales del 79 de un disco de 10 canciones, bajo el título de The Ties That Bind, pero la verdad es que se quedaba un poco cojo, quizá demasiado pop. Y ante la abundancia de canciones, se llegó a hablar de un centenar, no solo compuestas para este disco, si no otras muchas que quedaron fuera del anterior, la cosa se fue ampliando hasta lo que todos conocemos.

Era una época en la que yo al menos no me podía comprar muchos discos, así que el que caía en mis manos era machacado a conciencia.

El comienzo era irresistible con The Ties That Bind, una de mis favoritas del disco, me encanta la línea de bajo de Gary Tallent y la melodía de la canción. La gran sorpresa del concierto de Bilbao del año pasado, que se abrió con ella. Con la cachonda Sherry Darling ya te dabas cuenta que en el disco iba a a ver diversión, no solo oscuridad. Frivolidad mezclada con dramatismo, la alegría del rock'n' roll para sobre llevar mejor el drama de la mala situación económica reflejada en el disco. Así va transcurriendo el disco, alguien se siente atrapado en Jackson Cage si no es capaz de luchar, pero en la siguiente te recuerda que dos corazones lo pueden conseguir todo. Para mi personalmente, Two Hearts es una de las canciones más especiales de Bruce, aceleradísima, siempre que suena dejo lo que estoy haciendo y acompaño los berridos de Little Steven con los míos, me llena y me pone las pilas. El final de la cara A es la oscura y triste Independence Day. Cada cara de este disco tiene una balada de esas de ponerte los pelos de punta. Aunque el tono de la canción más que triste es resignado. Un hijo le habla a su padre, nada de lo que digan va a cambiar nada. La voz de Bruce,el órgano de Federici y el saxo que rompe la canción del Big Man le dan el tono perfecto a este desencuentro entre el padre y el hijo que se va de casa. Emocionante hasta la médula.



La cara B tenía el comienzo más desenfadado del disco. Hungry Heart aunque no es gran cosa, es divertida y se deja escuchar. Era un single claro, que debería haber sido grabado por los Ramones en End Of The Century. Me gustaba más antes, sobre todo con la participación del público en directo y el solo de saxo, pero creo que es de las pocas que no ha ganado con el tiempo. Out In The Street es un puto himno, la tipica canción del tipo que está currando toda la semana como un cabrón con la cabeza en el finde. Salir con la novia o los colegas, tomarte unos botijos y pasarlo bien, lo bueno de la vida. "Cuando salgo a la calle ando como quiero, hablo como quiero, me siento bien, encuéntrame allí esta noche...".Una celebración y una declaración de principios. Crush On You es una macarrada que siempre me encantó y You Can Look, uno de mis rocks favoritos de su carrera, otra de esas canciones que te hace levantarte y cantar el estribillo a grito pelao, una letra cantada a toda hostia, casi atropellándose, con la E Street Band totalmente desenfrenada.

Y después llega la calma, la única que nunca me convenció del primer disco, I Wanna Marry You. Lo que me pasaba con elle es que siempre estaba deseando que sonase la siguiente, The River. Mi canción favorita durante muchísimos años. El tono más desenfadado y rockero del primer disco se cierra de forma oscura. Una balada desesperanzada, anticipando un poco los temas de Nebraska. Una de las líneas de Bruce que más me han emocionado en mi vida. "Es un sueño mentira si no se hace realidad o es algo peor lo que nos lleva al río, aunque sabemos que se secó". Los sueños se rompen y ya no hay esperanza. El Río como símbolo de años más felices que ya no existen y quizá no vuelvan jamás. No se las veces que he escuchado esta canción, pero jamás deja de estremecerme.

Point Blank abre el 2º disco, descarnada y rabiosa, no encontró su sitio en Darkness, pero afortunadamente si aquí. Aunque no para los personajes de la canción. Más sueños rotos, mas vidas que se desviaron. El piano de Roy Bittan dirige la canción con maestría hacia este final que anula cualquier esperanza de redención: "Olvidaste como amar niña, olvidaste como luchara quemarropa, deben haberte disparado en la cabeza, porque a quemarropa, bang,bang nena, estás muerta".. Tremendo.

Antes de que decidamos cortarnos las venas, Bruce recupera la alegría con las siguientes, Cadillac Ranch, otra de mis favoritas en directo, rock'n'roll clásico con un saxo que entra en la canción como un torbellino, y I'm a rocker, otra declaración de principios, con un órgano que se te mete en la cabeza y no hay quien lo saque. Fade Away parece el reverso de I wanna marry you, la declaración juvenil de amor de aquella, lleva a la depresión tras la ruptura, esta vez es el órgano de Danny Federici el que guía la canción. Y de nuevo en Stolen Car, el deterioro del amor. Precioso el piano de Roy Bittan. Parece que ese coche robado acabará desvaneciéndose en Nebraska.



La última explosión rockera del disco abre la última cara. Ramrod es canción divertida última oportunidad para bailar como posesos sin preocuparse de nada más. Me encanta ese órgano y el saxo de Clarence de fondo. The Price You Pay siempre me encantó, los preciosos coros, los teclados, el solo de armónica, la melodía...Para llegar a una de las canciones más desgarradoras de Bruce, Drive All Night, puro soul para escuchar solo en tu habitación totalmente a oscuras. Así es como me gusta, no se si podría disfrutarla en directo rodeado de gente. Y vaya solo de saxo que se marca el amigo Clarence. Una de las declaraciones de amor más bonitas que se han grabado nunca."...Cariño tu tienes mi amor, mi corazón y mi alma...". Bruce se deja el alma en esta canción.

Y lo siento,

pero nunca me convenció el final. Me gusta la letra de Wreck on The Highway, pero la música, yo que se, cosas de cada uno, ¿no?

Para mi, este es el disco en el que mejor suena la E Street Band en conjunto. Todo está en su sitio, todo suena perfecto y la producción es para mi la mejor de toda la carrera de Bruce, y su voz suena como nunca. Me encanta el sonido del piano y el órgano, que Clarence recuperase el protagonismo que perdió en parte en Darkness. En fin, creo que todos los miembros de la E Street Band brillan a su mejor nivel. El que venían dando tras años de giras sin parar, que les habían convertido en la mejor banda de rock del mundo.

La grandeza de este disco no esta solo en las canciones que contiene, también en las que quedaron fuera. Algunas de ellas recuperadas en Tracks, son tan buenas o mejores que algunas de las incluidas finalmente. Pero tras veintitantos años escuchando este disco, como me pasa con tantos otros, ya no me lo puedo imaginar de otra manera. Para mí está perfecto tal cuales, incluidas las canciones que me gustan menos.



Con este disco Bruce cerraba su periodo más creativo y más brillante (1975-1980). Es una lástima que entre  estos años, por distintas circunstancias, giras larguísimas,  juicios...solo pudiese editar 2 discos, pero también esas mismas circunstancias hicieron a Darkneess y The River como son, y están bien así, al menos para mí.

En fin, que no pretendía hacer un análisis exhaustivo, solo ir escuchando el disco y escribir los recuerdos o los sentimientos que me traen las canciones hoy en día.

Pues solo me queda decir que cojáis vuestro viejo doble vinilo, lo escuchéis como he hecho yo, y volváis a recordar su grandeza como lo que es, un clásico inmortal.

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