ZEPPELIN ROCK: JOURNEY - Next (1977): CRÍTICA Review

viernes, 16 de diciembre de 2022

JOURNEY - Next (1977): CRÍTICA Review

 


by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)



No es uno un gran conocedor de la trayectoria de este grupo, Journey, y –supongo que como la mayoría– conozco mucho más su época tardosetentera y ochentera con Steve Perry a las voces que su primera época, algo errática estilísticamente aunque de una calidad musical incuestionable. Pero hoy precisamente, directo desde Malmö, os traigo un vinilo de la época de transición de la banda. Formada en San Francisco por el antiguo manager de Santana con dos exmiembros del grupo del mexicano –Neal Schon a la guitarra y voces y Gregg Rolie a las voces y teclados– a los que se añadieron el guitarra rítmica George Tickner, el bajista Ross Valory y más tarde –después de algunos cambios de formación– el batería Aynsley Dunbar, que había trabajado con Frank Zappa, en 1975 editan su primer álbum y un año después su continuación, moviéndose en un estilo entre el jazz fusion, el hard rock y el prog rock que no les resulta nada provechoso comercialmente.


El tercer álbum de la banda es este Next que hoy os traigo sin Tickner ya, donde Neal Schon canta en dos temas y que tiene un estilo un poco más directo y rockero aunque no dejan de lado del todo el lado experimental y jazzy de sus anteriores obras. 


Producido por la banda con el apoyo de Robert 'Smiggy' Smith en His master’s wheels studios y con portada diseñada y fotografiada por Bruce Steinberg, el disco –del que yo tengo la copia para Europa impresa en Holanda– tenía el siguiente track list

A 
Spaceman 
People 
I would find you 
Here we are 

B 
Hustler 
Next 
Nickel & Dime 
Karma 

Spaceman es estupenda, un medio tiempo con una atmósfera que te envuelve, donde destacan el bajo y la bateria y Schon mete unos solos simples pero que encajan como un guante en la sencillez del tema. People es otro temazo en el que Dunbar lleva el ritmo y Valory dobla a Schon mientras este introduce arreglos elegantes con su guitarra mientras el sonido va evolucionando a una fusión a lo Zappa. I would find you se inicia con unos teclados que recuerdan un poco a los de Tarot Woman de Rainbow, que nos meten de lleno en un tema intimista que adquiere fuerza progresivamente y que tiene un solo de Schon –que también canta– de esos que parecen improvisados y que permiten que en directo se alarguen lo que el intérprete desee. Y Here we are es otro temazo ejecutado con maestría pero sin fuegos de artificio que transita entre un pop rock fresco y el hard rock, poniendo fin a una cara A sencilla pero de gran nivel. 


Hustler inicia la segunda cara con más energía que la que caracteriza la primera, luciéndose Dunbar y Schon sobre todo, con Valory siguiéndoles de cerca. Next es la canción que le da título al disco, un temazo fantástico que con otra producción más moderna quizás se hubiese convertido en uno de los imprescindibles de la banda. Es mi preferido del álbum. Nickel & Dime es un tema instrumental a lo hard prog rock que me recuerda algo a Rush y en el que la banda en pleno da rienda suelta a sus dotes interpretativas. Y Karma pone fin al disco con un hard rock setentero, alegre y enérgico en el que la producción de la parte vocal –de nuevo a cargo de Schon– es de pena. Una lástima. 


En definitiva, que si algo queda claro en todo el álbum es que instrumentalmente estamos ante una banda enorme pero que no tiene el punch para destacar a lo grande como estrellas, algo que cambiaría radicalmente a partir de la llegada de Steve Perry como vocalista y Roy Thomas Baker o Kevin Elson más tarde como productores de –ahora sí– los iconos del arena rock en que Journey se convirtieron. 








¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla

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