Por Fabián Castillo Molina
Mario Camus García, nació en Santander en 1935. Es sin duda, según auténticos entendidos, el cineasta de trayectoria más ejemplar del denominado Nuevo Cine Español, surgido en los años sesenta. Su trayectoria profesional le hizo merecedor del Goya de honor a toda su carrera, en 2011. Su último trabajo dirigido hasta ahora fue la película El prado de las estrellas (2007), a los 72 años. Es de agradecer por mucho tiempo, que haya personas con talento y capacidad para llevar a cabo proyectos como Los santos Inocentes, convertir una gran novela en una obra maestra del cine. Los santos inocentes, es la novela, cuya adaptación al cine supuso uno de los escasos ejemplos en los que dicha adaptación supera en méritos al trabajo original; hay entrevistas en las que el propio Miguel Delibes así lo reconocía.
Ha sido la tercera o cuarta vez que he visto sin interrupciones esta película, que en su día fue un éxito sonado. Entre otros numerosos méritos, cuenta con los excepcionales trabajos de actores como Alfredo Landa (fallecido el pasado jueves día 9 de mayo) y Paco Rabal, que obtuvieron en Cannes el premio al mejor actor por su trabajo en este film, pero el reparto en general es digno. Algunos intérpretes bordan sus papeles aquí: Terele Pávez, Agustín González, Juan Diego, y breves intervenciones pero esenciales como la de Mari Carrillo en el papel de la marquesa. Comprobar que pasan los años y vuelves a ver de nuevo un trabajo de equipo tan ejemplar, y constatas otra vez que no decae en ningún momento el interés, supone la prueba del nueve. No hay duda de que tiene una carga muy alta de ingredientes conjuntados capaces de captar de esa forma la atención y la admiración del espectador.
Miguel Delibes acertó plenamente al escribir esta novela que recrea unos tiempos y unas relaciones humanas que desgraciadamente perduran, (aunque no sea en la misma zona geográfica), y que al leer lo escrito, hacen pensar y plantearse preguntas al lector pase el tiempo que pase. Un texto ligero, ágil, esencial, que pone de manifiesto de lo que son capaces las personas con mayor o menor inteligencia; de una u otra clase social. Los comportamientos y las experiencias de cada protagonista y el conjunto de las historias entrelazadas que se nos narran logran que el conjunto quede como un clásico que no tiene fecha de caducidad. A medida que pasa el tiempo, la obra se reafirma con fuerza y no envejece. Con cada lectura compruebas que siguen vigentes los pilares que sostienen el edificio no ceden un ápice. Eso lo vio en su día Mario Camus, y gracias a la entrada en vigor de la Ley Miró, que apoyó decididamente proyectos de altos vuelos y calidad superior, sólidos y competitivos lo puso en pie. Entró en contacto con el actor Julián Mateos que había puesto en marcha recientemente la productora Ganesh Films, y necesitaba un taquillazo con un producto de alta calidad superior a los que normalmente conseguían que la gente fuera al cine a ver una película española.
El reto de afrontar un proyecto difícil, pero que contaba con un director que había pasado por otras adaptaciones literarias de altura, para el cine La Colmena (1982) Ganadora del Oso de Oro en el Festival de cine de Berlín en 1983, y para TVE, Fortunata y Jacinta (1980), después de haber dirigido también otros más ligeros como: Curro Jiménez (1976) o Los camioneros (1974), todas con buena acogida de crítica y público y que además tenía en su haber otras películas comprometidas con su tiempo, Los días del pasado (1977), Con el viento solano (1967), Los pájaros de Baden-Baden (1965) y Young Sánchez (1963) estas tres ultimas, adaptaciones de trabajos literarios de Ignacio Aldecoa, fueron méritos más que suficientes para poner en marcha esta aventura que culminó con el resultado que comentamos.
Por todo lo anterior, decimos: He aquí una película española de 1984, digna representante de la industria y el arte cinematográficos de los años 80. Elenco de actores de primera fila hacen tan creíbles sus papeles que introducen al espectador en la historia como si la estuvieran viviendo en directo realmente, y de manera inevitable se identifiquen con los más débiles al ver las injusticias y las humillaciones a las que les someten sus amos, señores y señoritos, pero no es solo eso, se trata de mucho más que solo es posible disfrutarlo viendo con atención este trabajo.
La fotografía de Hans Burman, que nos traslada al paisaje y a la época en la que se desarrollan los hechos que nos cuenta. Lenguajes precisos y preciosos de cada uno de los personajes. Acontecimientos y matices diferenciados en cada parte que hacen singulares todos los hechos retratados.
En un artículo del diccionario del cine español dirigido por José Luis Borau, se citan como referencia cercana dos grandes trabajos para el cine con temática del llamado cine social : “A medio camino entre el acento épico del Bertolucci de Novecento (1976) y el distanciado objetivismo de los Taviani en Padre Padrone (1977)”; se dice también: “Miseria y degradación, pues, hábilmente sazonadas en la más pura tradición del naturalismo hispano, salpicado a veces con toques de inequívoca inspiración buñueliana”; y se añade que Mario Camus (y sus guionistas Manolo Matji y Antonio Larreta, así como el fotógrafo Hans Burmann) buscaron “obtener un producto a la vez accesible y sofisticado, indiscutiblemente autóctono pero con vocación internacional”
En resumen, una película que todo aficionado al cine debe conocer, y que en momentos puntuales de dudas, respecto a qué film volver ver, ésta es una de las que se pueden apuntar, junto a clásicos tan variados como Viridiana, Plácido, El verdugo, Atraco a las tres, Volver, El día de la bestia,... unas cuantas más que cada uno podemos añadir según nuestras preferencias.
Como breve muestra, incluimos aquí un enlace al programa Versión Española en que se comentó la película:
Filmografía de Mario Camus:
CINE
El prado de las estrellas (2007)
La playa de los galgos (2002)
La ciudad de los prodigios (1999)
La vuelta de El Coyote (1998)
El color de la nubes (1997)
La Celestina (1996)
Chi Chi Chirla y el mar (1995)
Sombras en un batalla (1993)
Después del sueño (1992)
La mujer y el pelele (1990)
La rusa (1987)
La casa de Bernarda Alba (1987)
La vieja música (1985)
Los santos inocentes (1984)
La colmena (1982)
Los días del pasado (1978)
Los pájaros de Baden-Badem (1975)
La leyenda del alcalde de Zalamea (1972)
Con el viento solano (1967)
Al ponerse el sol (1967)
Cuando tú no estás (1966)
Young Sánchez (1964)
Muere una mujer (1963)
Televisión
La femme et le pantin (1990)
La forja de un rebelde (1990), También fue autor del guión basado en la novela homónima de Arturo Barea.
Los desastres de la guerra (1983)
Fortunata y Jacinta (1980), también fue guionista de esta serie basada en la obra homónina de Benito Pérez Galdós.
Paisaje con figuras (1976)
Curro Jiménez (1976)(compartió dirección de capítulos con Antonio Drove, Pilar Miró, Rafael Romero Marchent y Francisco Rovira Beleta)
Los camioneros (1974)
Noelia y el wavalaooo (1973)
Si las piedras hablaran (1972)
Cuentos y leyendas (1968)
©Fabián Castillo
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