ZEPPELIN ROCK: ROBIN TROWER - Bridge of Sighs (1974): Crítica review

sábado, 15 de febrero de 2020

ROBIN TROWER - Bridge of Sighs (1974): Crítica review


por Rockología (@RockologiaTwit)
del blog Rockologia




¡Qué discazo al canto os traemos hoy por aquí! El genial guitarrista británico Robin Trower se fajó a finales de los sesenta y en los primeros setenta en Procol Harum. Tras abandonar a sus colegas de grupo comenzó una carrera en solitario con cierto éxito de ventas en los Estados Unidos durante los setenta (cuatro álbumes fueron certificados oro). Este que hoy comentamos, Bridge of Sighs (en referencia al Puente de los Suspiros veneciano), segundo largo, Robin Trower apareció en abril de 1974. Sin duda, el mejor disco del británico.




Contiene cuatro de sus clásicos, que no fallan nunca en sus directos. El riff tremendo de Day of the eagle tras una breve intro se repite como un mantra a lo largo de todo el tema, con la voz rasposa de James Dewar (quien también toca el bajo) y un trabajo solista increíble del británico. Bridge of sighs, con su áura onírica, su toque psico, nos envuelve y nos mete en una especie de soul barrido por la tornillería metálica de la Fender, esa excelente progresión de acordes. Metiendo los pies en el funk, Trower nos regala una deliciosa Too rolling stoned, quizá mi favorita: te menea el culo aunque no estés de humor, con el gran trabajo a la batería de Reg Isidore y el mejor estribillo del álbum. El cuarto temazo se titula Little bit of simpathy: Dewar vuelve a lucirse con su voz oscura y una gran línea de bajo y Robin se venga con una guitarra bestial, el primer solo es impresionante.




¿Y el resto? Pues no hay tema malo. In this place comienza con misterio y desarrolla una línea melódica soberbia en una ambientación profunda, donde las guitarras se superponen en capas que te llevan a un crescendo emotivo. En una línea similar, About to begin trae algo más de calma, un pequeño remanso de aire cargado con la voz emotiva de James, algo menos masculina, bien arropada por una cama sonora blandita pero perfectamente pensada. The fool and me resulta un tema de apariencia sencilla pero jugoso, con otro buen riff, un toque funk y otro tremendo solo de Trower, largo, preciso, casi hipnótico. Lady love cabalga en el hard rock rítmico mojado en la profunda interpretación de James y una sección rítmica que se lleva el premio.

Si eres fan del sonido Fender o del rock de los setenta, este álbum no debe faltar en tus orejas. Seguro que te engancha porque no tiene tema malo. Y el mejor para descubrir a este guitarrista y su propuesta power trio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario