ZEPPELIN ROCK: BYWATER CALL – Bywater Call (2019): Crítica review

jueves, 6 de febrero de 2020

BYWATER CALL – Bywater Call (2019): Crítica review


por Alberto Iniesta (@Radiorock70)
del blog Discos




Hace unos días, gracias a una mención twittera de San Freebird, pude conocer la existencia de este delicioso combo canadiense llamado Bywater Call. Dándole las gracias nuevamente a San Freebird por existir, y también por la recomendación, procedo a escribir estas líneas para hablar de este álbum debut homónimo, que vio la luz a finales de noviembre del pasado año. Sujétense como puedan, que vienen curvas de las buenas, de las que nos gustan, en forma de ese rock and roll glorioso de raíces con aroma a soul, blues y el espíritu folk de los mejores The Band.



Nada más comienza a sonar Arizona, la sombra de Tedeschi Trucks Band revolotea por los altavoces. Unas deliciosas notas de la guitarra de un Dave Barnes excelso, que se multiplica en función de lo que demande el estilo de cada canción, nos dan la bienvenida a un cóctel de los buenos. La combinación de la trompeta de Stephen Dyteon y el maravilloso saxo tenor de Julian Nalli se presenta como uno de los puntazos del álbum, una mezcla perfecta que se las arregla para que la ecuación siempre termine por sumar. Por no hablar de lo que le sucede a la piel en cuanto comienza a cantar Meghan Parnell. Cuando llega el “we got something to talk about, you and I” del estribillo, es complicado no rendirse al hechizo de esa voz, de esta banda donde absolutamente todo rema apuntando siempre hacia lo colectivo. Forgive llega con unas teclas mágicas, cortesía de Alan Zemaitis que convierte en costumbre lo de transmitir su brillo a cada tema en el que deja su huella. El broche final, diferente, gozoso, es oro puro. De nuevo con toda la maquinaria en marcha con las canciones como única meta, suena ese gran Talking Backwards con unos solos de saxo de lujo. Todavía en proceso de asimilar lo escuchado, llega uno de los momentos mayúsculos del LP: Bring Me Down es una balada deliciosa que construye su escalera al cielo particular según va creciendo, a medida que los segundos van discurriendo compás a compás. El primer click en nuestra mente viene con esa batería de Bruce McCarthy que, tras aumentar el tempo, tiene su genial continuación en unos solos animales de un Dave Barnes al que le sienta fenomenal el traje de Duane Allman. El éxtasis final llega cuando la voz de Meghan se une a la fiesta. Una de esas canciones a las que el directo encumbra a la altura de las leyendas.




El funk adictivo con estribillos luminosos también tiene cabida de la mano y acordes de Over And Over, una canción digna de una batalla contra la afonía. Llama la atención de manera muy positiva la temática de Hometown, donde los recuerdos y emociones ejercen de maestros de ceremonias para presentar esas vivencias en el siempre especial lugar que te ve crecer. Especialmente bonito es ese momento en el que la voz de Meghan se desliza sobre las teclas, como si flotara. Después, una vez más, la guitarra de Dave se une, comprendiendo a la perfección lo que la canción le pide.

Las dos últimas joyas del disco se encuentran entre mis favoritas personales, como si entre las anteriores no figuraran méritos suficientes para ello. Silver Lining es una de esas canciones en busca de almas con las que identificarse, y yo reconozco que al escuchar ese “we don’t need no destination” soy incapaz de resistirme. Por otra parte, la encargada de despedir el disco, Swing Low, es una balada de las que se te meten dentro y lo revuelven absolutamente todo. Si a eso le añadimos un trabajo excepcional de Alan a unas teclas que suenan tan naturales como si fuesen una prolongación de sus manos, pues las emociones están garantizadas.

Como si un disco de estas características no fuese una gran noticia de por sí, tenemos encima a los Bywater Call de gira estos días por España. Consulten fechas, porque la cosa promete, y de qué manera. Larga vida…

Disco completo

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