ZEPPELIN ROCK: Bonfire - Fire Works (1987): Crítica del disco (review)

viernes, 13 de abril de 2018

Bonfire - Fire Works (1987): Crítica del disco (review)


by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)




La historia del álbum que os presento hoy tiene su origen en los años 70 en Ingolstadt, localidad bávara que –además de ser la sede de Audi- era el lugar de residencia de un jovencito Hans Ziller que, junto a su hermano y unos amigos, creó el grupo de adolescentes que sería el germen de Bonfire. No sería hasta mediados de los 80 cuando Cacumen –que tal era en nombre de la banda en cuestión, bregada en mil conciertos de ámbito local- editase su opera prima con RCA y el nuevo nombre de Bonfire con la formación de Claus Lessmann a las voces, el citado Hans y Horst Maier-Thorn a las guitarras y coros, Jörg Deisinger al bajo y coros y Dominik Hülshorst en la batería, con calidad suficiente para que Michael Wagener se fijase en ellos.


Llegado a ese punto, Bonfire lo tuvieron claro. Cuando en los años 80 alguien se ponía en manos del mago Wagener, lo hacía para bien... aunque con todas las consecuencias. Y es que corría el peligro de perder un pedazo de identidad en el camino. Porque cuando uno es productor, mezclador y responsable de la grabación de los álbumes de otros y además es músico –recordad que Michael formó parte del germen de Accept con Udo- es inevitable que ponga mucha parte de si mismo en lo que hace. Una muestra: el sonido de la guitarra en todos los solos es el típico sonido Wagener que podemos encontrar en –por ejemplo- alguien tan diferente a Hans Ziller como es Kane Roberts. Pero en aquellos años, a muchos les valía la pena confiar en este hombre.




Así que Bonfire fichó por MSA, contrataron a Ken Mary de Fifth Angel para grabar la batería –durante el proceso habían echado a Hülshort, apareciendo en la contraportada solo los cuatro miembros oficiales- y se metieron en los Amigo studios para dar forma a este Fire works que hoy os presento. Y con la formación que os he comentado, más la participación como invitado de Martin Ernst a los teclados, pusieron en el mercado este álbum con el siguiente track list

A 
Ready 4 reaction 
Never mind 
Sleeping all alone 
Champion 
Don’t get me wrong 

B 
Sweet obsession 
Rock me now 
American nights 
Fantasy 
Give it a try 

El disco comienza con la pegadiza y cañera Ready 4 reaction y sigue con Never mind, otro pelotazo cañero pero con una melodía que se te graba en el cerebro a la primera. Sleeping all alone es un medio tiempo que ralentiza la velocidad del álbum, con estribillo repetitivo y un bonito solo que nos sirve de descanso y preparación para la rápida Champion. Luego llega Don’t get me wrong, otro medio tiempo que nunca me ha llamado demasiado la atención y que pone el punto final a la cara A. La B se inicia con Sweet obsession, otro tema con muchos teclados -aunque esta vez demasiado poppy para mi gusto- que nos introduce en Rock me now, una canción que parece que va a ser una balada y de inmediato vemos que no es así. Es, en mi opinión uno de esas canciones tapadas, un tema eclipsado por los más llamativos del álbum pero que encuentro altamente recomendable. American nights es un nuevo medio tiempo, comercial, con estribillo pegadizo, muchos coros y una voluntad –hasta en el título- de servir de pica en Flandes en Estados Unidos. Fantasy es el tema que más me gusta del álbum, elegante, con una buena melodía, unas ritmicas poderosas contrapuestas a unos coros pegadizos y un buen solo... y el álbum finaliza con Give it a try, una balada pastelosa y azucarada que te deja con bajón pero –debo admitir- está muy bien. En resumen, un estupendo álbum de hard rock melódico típicamente eighties en el que quizás pueda apreciarse en demasía ese toque Wagener que os he comentado.



Como detalles anecdóticos deciros que, mientras que en la funda interior se denomina como Fantasy al cuarto tema de la cara B, en la contraportada encontramos un interrogante (ver imágenes), aunque no tengo ni idea del porqué. Por último, la portada que os presento –obra de JAT- es la de la versión europea de Fire works –en España distribuida por BMG Ariola-, porque en la norteamericana se utilizaron los retratos de Glen Wexler que podéis ver en la funda interior. 

Y ahora, disfrutad con la grabación completa. 


¡Feliz viernes!
@KingPiltrafilla

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