Sola
CUANDO nací no había nadie en casa. Quiero decir que estaba sola, y comencé a llenar de aromas un espacio. Cuando morí, en cambio, la casa estaba llena de gente, de un bullicio ininteligible, mientras yo dormía mi agonía bajo la mano blanca, fría, de aquel hombre.
Ángel Carrasco Sotos
Parecen micros-adivinanzas y me encantan, por cierto.
ResponderEliminarRecuerdo éste y me alegro de que lo republiques en tu propia casa, aunque no lo recordaba con foto... Da una gran pista.
Un abrazo.
Pues sí, una gran pista, pero mejor así que. Voy republicando o mejor, publicando, porque en el otro lado ya desaparecieron, jaja. Aquí, en la casa de uno están mejor guardaditos, ¿no? Besos.
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