ZEPPELIN ROCK: Las mejores películas de 1954 - Lo mejor del cine de ese año

lunes, 23 de julio de 2018

Las mejores películas de 1954 - Lo mejor del cine de ese año

Los siete samuráis


por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC

Si algo llamará la atención este año es la cantidad de obras orientales en la lista, y es que se había abierto la veda hacia esas latitudes con el éxito de algunas obras que fueron llegando ya desde años anterior (traídas aquí con puntualidad). Por lo demás, el Western sigue dejando clásicos, la Ciencia Ficción, especialmente de serie B, continúa su camino de advertencia con mensajes más o menos explícitos en tramas brillantes, el Musical se alza en plena madurez y el Noir se mantiene con fuerza… Otro año repleto de clásicos, destacando obras en los géneros que se potenciaron en esta década, y muchas películas de notable calidad.


La ventana indiscreta


Las mejores películas de 1954
(las mejores películas de este año)



20.000 LEGUAS DE VIAJE SUBMARINO, de Richard Felscher

Afamada y reputada adaptación de la novela de Verne. Kirk Douglas y James Mason como protagonistas. Merece la pena.


APACHE, de Robert Aldrich

Magnífico retrato sobre el orgullo con un enrome Burt Lancaster. Interesante western de Aldrich que expone con vigor sus ideas.


BRIGADOON, de Vincente Minnelli

Otro clásico del musical con Minnelli a los mandos y la maravillosa pareja formada por Gene Kelly y Cyd Charisse deleitándonos con su arte. Una delicia llena de magia.




CARMEN JONES, de Otto Preminger

Preminger en clave de musical. Manipulaciones amorosas, seducciones, pasiones desatadas con un poderoso personaje femenino. Sin ser de lo mejor del director, tuvo éxito y prestigio.


CIUDAD EN TINIEBLAS, de André De Toth

Un interesante thriller con robo y redenciones apuradas. Una notable obra de André De Toth, de ritmo intenso que satisface a pesar de su corta duración. Recomendable título desconocido.


CÓMICOS, de Juan Antonio Bardem

La pasión por el arte interpretativo, sus sinsabores y sus recompensas, narradas con pasión por Bardem. Un sentido homenaje a una vocación imperecedera.


CRIMEN PERFECTO, de Alfred Hitchcock

Las más exitosa y famosa obra de cámara de Hitchcock. De evidente carácter teatral, el genio logra destilar su esencia cinematográfica para dejar al espectador pegado a la pantalla (y a la belleza de Grace Kelly), con una narración perfecta.


CUANDO RUGE LA MARABUNTA, de Byron Haskin

Un clásico de aventuras y epidemias animales, en este caso hormigas a cascoporro. Haskin, un crack de los efectos especiales, a los mandos dirigiendo a Charlton Heston y Eleanor Parker en su batalla contra esos pequeños y numerosos enemigos.




DESEOS HUMANOS, de Fritz Lang

 Obra maestra de Lang, que visita, como ya hiciera Renoir con “La bestia humana” en 1938, la obra de Émile Zola. Un magistral triángulo amoroso y las pulsiones más oscuras y violentas del alma humana. Sencillamente espléndida.


EL INTENDENTE SANSHO, de Kenji Mizoguchi

Obra maestra de Mizoguchi para comenzar con el buen número de notables títulos orientales que traigo este año. Una de las películas más conocidas y prestigiosas de su autor. Dura, lírica, intensa, poética, reivindicativa, comprometida… de una dimensión excepcional. Una de las mejores películas orientales jamás realizadas. Imprescindible.


EL JARDÍN DEL DIABLO, de Henry Hathaway

Un estupendo western clásico que además tiene mucho de cine de aventuras, género en el que también Hathaway dejó muchos y buenos títulos. Un duelo entre dos grandes de la escena en una especie de triángulo amoroso. Gary Cooper y Richard Widmark con Susan Hayward en medio. Un western que está en la historia del cine por ser el primero realizado en Cinemascope.





EL MILLONARIO, de Ronald Neame

Basada en un cuento de Mark Twain, “El millonario” es una agradable cinta que contiene una aceptable crítica social, aunque no resulta especialmente inspirada. Nada del otro mundo, correcta…


EL MOTÍN DEL CAINE, de Edward Dmytryk

Una de las mejores películas de Dmytryk con un fantástico reparto encabezado por Bogart. Exitosa y ganadora de muchos premios, es una cinta de aventuras marinas durante la 2ª Guerra Mundial. Otro clásico.


EL PRÍNCIPE VALIENTE, de Henry Hathaway

Una estupenda película de aventuras para pasar un rato más que agradable, ya sea en una tarde veraniega o cuando más apetezca. Lo convencional no le resta encanto.




EL RASTRO DE LA PANTERA, de William A. Wellman

Western con un rico juego de relaciones entre los miembros de una familia en un entorno cerrado. Un buen título de Wellman, que rara vez decepciona.


EL TIGRE DORMIDO, de Joseph Losey

Losey es un director tremendamente complejo y perturbador, de esos que no dejan indiferentes. Sus historias son perturbadas y psicológicas. Eso, la psicología, es uno de los pilares de este drama con tintes de thriller… y es que el psicoanálisis hizo estragos en Hollywood. Interesante.


EL ÚNICO TESTIGO, de Roy Rowland

Del mismo año que “La ventana indiscreta” y con una temática o punto de partida similar al de la obra maestra de Alfred Hitchcock, esta pasable película de intriga ha pasado bastante desapercibida. Quizá eclipsada por la maestría de la cinta protagonizada por James Stewart. Sin ser en absoluto una mala película, todo lo contrario, es entretenida y muy digna, lo cierto es que sirve de ejemplo para ver cómo tratando un tema similar un gran maestro es capaz de hacer una de las mayores obras maestras de la historia del cine y otro sólo una discreta cinta de intriga.




HA NACIDO UNA ESTRELLA, de George Cukor

La mejor versión de todas. La enfermiza relación entre una joven cantante y actriz que llega a estrella y un actor estrella y alcohólico que la encumbra. Las relaciones y la vocaciones, los deterioros… narrados con la maestría habitual de Cukor. Una historia que ha tenido muchas versiones, la última para este 2018. Un clásico absoluto.


INFIERNO 36, de Don Siegel

Nada más y nada menos que Don Siegel e Ida Lupino juntos, uno como director y la otra como guionista e intérprete. Buenas referencias para este estupendo thriller. Un Don Siegel que iba dando sus primeros pasos en la dirección y que se convertiría posteriormente en uno de los grandes nombres de su generación, especialmente con sus policiacos, y una Ida Lupino que destacó en todo lo que hizo.


JOHNNY GUITAR, de Nicolas Ray

Obra maestra del western. Una relación eterna, sublimada en una frase inolvidable (miénteme, dime que me has esperado todos estos años) para un Western destinado al olvido que es convirtió en un éxito tremebundo gracias a su romanticismo, lirismo y aroma de fatalidad. De obligado visionado.


LA ANGUSTIA DE VIVIR, de George Seaton

Una de las grandes películas clásicas sobre el alcoholismo, menos impactante y brillante que grandes clásicos como “Días de vino y rosas” (Blake Edwards, 1962) o "Días sin huella" (Billy Wilder, 1945), pero que merece la pena ser tenida en cuenta. Es la película que le dio el Oscar a la bellísima Grace Kelly, posiblemente la mujer de belleza más perfecta que hemos visto en celuloide.




LA BELLA MAGGIE, de Alexander Mackendrick

Encantadora comedia de al Ealing dirigida por Mackendrick, director siempre a tener en cuenta. Un director de enorme calidad. Una película que hará pasar un rato estupendo.


LA CASA NÚMERO 332, de Richard Quine

Película de Cine Negro a tener muy en cuenta, pequeña joya de calidad extraordinaria. Uno de los primeros papeles de Kim Novak, como mujer fatal además, y una narración francamente atractiva. Injusto el poco reconocimiento que tiene esta película, en la línea de “Perdición”.


LA CONDESA DESCALZA, de J. L Mankiewicz. 

El mundo del cine de la mano de Mankiewicz con reparto de lujo. Bogart espléndido, como espléndida está Ava, ese animal cinematográfico de belleza salvaje. Y con España muy presente. Un clásico.


LA HUMANIDAD EN PELIGRO, de Gordon Douglas. 

Joya de la Ciencia Ficción con las hormigas y otros insectos como enemigos… Se ve que las hormigas estaban de moda este año. Una pequeña obra maestra de serie B con claro mensaje, característico en la época, advirtiendo de los peligros nucleares. Un clásico entrañable de obligado visionado para fans del género.




LA ILUSIÓN VIAJA EN TRANVÍA, de Luis Buñuel. 

Una comedia dramática, en un tono más ligero y agradable del habitual en el cineasta turolense. Curiosa y particular, fresco título no tan conocido como otros de nuestro genio.


LA LEY DEL SILENCIO, de Elia Kazan

Obra maestra indiscutible del cine de todos los tiempos. Descomunal Brando y un Elia Kazan en estado de gracia, explicando sus motivaciones y realizando una joya de denuncia de primer nivel. Se interpretó como una especie de justificación a su delación en el Comité de Actividades Antiamericanas, pero lo que resulta es una obra de arte incontestable.




LA MUJER CRUCIFICADA, de Kenji Mizoguchi. 

Otro deslumbrante retrato femenino, donde los conflictos generacionales están muy presentes. Un mundo que Mizoguchi conoce a la perfección y plasma con maestría. Es otra obra inconmensurable más del director.


LA MUJER Y EL MONSTRUO, de Jack Arnold. 

Otro clásico de la Ciencia Ficción con el mensaje antinuclear claro y marcado. Su influencia es gigantesca en su prototípica historia. La deslumbrante serie B que encontró en este género un pozo sin fondo de creatividad.




LANZA ROTA, de Edward Dmytryk. 

Libre adaptación del Rey Lear shakespeariano en un western notable de conflictos familiares, afectos mal conducidos y ambiciones descontroladas. Un gran reparto hace el resto. Un gran trabajo de Dmytryk.


LA POSADA DE OSAKA, de Heinosuke Gosho. 

Intimista drama poco conocido de la cinematografía japonesa. Una película pequeña y sutil, dulce y amarga, sincera. Para los que gusten de lo oriental y directores menos celebrados, esta es una estupenda opción.


LA SAL DE LA TIERRA, de Herbert J. Biberman. 

Una curiosidad francamente interesante. Mezcla de drama y documental, esta reivindicación feminista tras la huelga de mineros en Nuevo México trajo mucha polémica y problemas, si bien ahora es un pequeño y poco conocido clásico de culto que consta en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.


LA SENDA DE LOS ELEFANTES, de William Dieterle. 

Aventuras, animales, epidemias y triángulos amorosos, un cóctel bastante utilizado para satisfacción de los espectadores, gustosos de ver estas historias de entornos exóticos. Aceptable película con buen reparto.


LA STRADA, de Federico Fellini. 

Obra maestra de Fellini, englobada en el neorrealismo, de una excelsa profundidad emocional y conmovedor resultado. Una excepcional obra llena de simbolismo, metáforas e ideas.




LA TORRE DE LOS AMBICIOSOS, de Robert Wise. 

Las despiadadas batallas en las altas esferas empresariales. Buen drama este de Robert Wise sacando los bajos instintos de gente con fachada impoluta.


LA VENTANA INDISCRETA, de Alfred Hitchcock. 

La película de suspense, el thriller, más depurado de la historia. Plano, contraplano y plano de reacción… así toda la película. ¡Y es capaz de contar unas ocho historias distintas en un mismo escenario (colosal escenario)! Y no sólo eso, desnuda a la perfección los más bajos instintos, los más ocultos y vergonzosos, de cualquiera de nosotros. Eso sí, con el rostro de James Stewart y Grace Kelly, que es la cara más bella vista en el celuloide. Inspiradísimo Hitchcock en este 1954. Obra maestra absoluta.


LA VIUDA NEGRA, de Nunnally Johnson. 

Entretenida película que va del drama convencional a la intriga en clave Noir con muchos giros de guión. Una estupenda opción para disfruta de un título poco conocido más que agradable y con un buen reparto.




LA VOZ DE LA MONTAÑA, de Mikio Naruse. 

Y en un año tan oriental, no podía faltar Naruse. Otro título de exquisita sensibilidad sobre los avatares familiares y sus conflictos, destacando primordialmente el papel de la estoica mujer. Una delicada obra maestra.


LOS AMANTES CRUCIFICADOS, de Kenji Mizoguchi

Obra maestra de Mizoguchi, y van… Encadenamos joyas orientales. El opresor sistema feudal japonés, con el que se denuncia además el machismo imperante y el sometimiento femenino, le sirve al genial director para desarrollar otra de sus agudas reflexiones y visiones sobre los códigos de su país, con especial hincapié en el mundo femenino. Asombra el refinamiento y la depuración emocional y estilística del director. Imprescindible.




LOS SIETE SAMURÁIS, de Akira Kurosawa

Obra maestra de Kurosawa, clásico absoluto de gran relevancia también en occidente, no en vano se hicieron remakes famosísimos y exitosos en clave de western (gran opción), que a su vez tuvieron varias secuelas: “Los siete magníficos” (John Sturges, 1960). La épica, el poderío visual, la puesta en escena… Kurosawa sublimado. De obligado visionado.


NO TOQUÉIS LA PASTA, de Jacques Becker

Potente e interesante thriller francés ejecutado con vigor por Becker. Muy recomendable para ver visiones del género de otras latitudes distintas a la norteamericana. De hecho la francesa es una de las más apreciables.


OBSESIÓN, de Douglas Sirk

Joya del melodrama, remake de la realizada por John M. Stahl y que ya traje a estas listas. El equipo formado por Sirk, maestro del género, Wyman y Hudson sólo dio alegrías. Emociones intensas maravillosamente relatadas.




REBELIÓN EN EL FUERTE, de Raoul Walsh

Entretenida película de Walsh, Western en tierras canadienses desarrollado con el enérgico pulso del maestro. En tono aventurero, el film siempre resulta ameno y agradable, una opción más que solvente para los amantes del género.


RÍO SIN RETORNO, de Otto Preminger. 

Mitchum y Monroe en un tórrido romance entre aventuras. Sin ser de las grandes joyas de Preminger, sí es una película apreciable, entretenida, con muchos alicientes. La dirección impecable, las interpretaciones, con una gran Marilyn, y los parajes mostrados con brillantez son algunos de ellos.


ROBINSON CRUSOE, de Luis Buñuel

La particular visión de Buñuel sobre el relato de Dafoe. Una notable adaptación, llena de personalidad. Siempre interesante tratándose de Buñuel.


SABRINA, DE Billy Wilder

Paradigma de la comedia romántica. Bogart y Hepburn, con Holden mariposeando entre medias. Encanto arrebatado y esencia de cuento de hadas. El improbable amor entre el veterano Bogart y la jovencísima Audrey resulta creíble en manos de Wilder. Raro será que no la hayas visto, pero si es así no sé a qué esperas. Su influencia es bestial.




SAMURAI, de Hiroshi Inagaki

Otra de aventuras, drama, romance y samuráis, con Toshiro Mifune de protagonista, que repite este año. Da inicio a una trilogía que continuaría en 1955 y 1956. Un excelente año para sumergirse en el cine oriental desde prismas muy distintos.


SENSO, de Luchino Visconti

Intenso melodrama en la aristocracia italiana y en contexto bélico. Visconti en su salsa. Amores desgarrados y pasiones arrebatadas… perfectamente mostrados por el director italiano. Un clásico.


SIETE NOVIAS PARA SIETE HERMANOS, de Stanley Donen

Clásico absoluto del musical de inmenso éxito. Entrañable, encantadora, colorista, vitalista, simpática y enérgica. Joya eterna del género con un Donen que no solía fallar en estas lides.




SINUHE EL EGIPCIO, de Michael Curtiz. 

El bueno de Curtiz seguía dando guerra, aquí con una épica en el lejano Egipto y a mayor gloria de Victor Mature. Un solvente entretenimiento, lejos de las grandes de su género y del propio Curtiz.


SU MAJESTAD DE LOS MARES DEL SUR, de Byron Haskin. 

Si hay una cinta de aventuras con Burt Lancaster sólo queda disfrutarla. Aquí Haskin, que repite, se zambulle en las aguas junto a un marinero, unos indígenas y unos piratas para facturar esta entretenida película que a buen seguro agradará a los cinéfilos amantes del género.


TE QUERRÉ SIEMPRE, de Roberto Rossellini. 

Obra maestra de Rossellini sobre la madurez de la pareja. El matrimonio interpretado por Ingrid Bergman y George Sanders reverdecen sentimientos bajo la magistral batuta (su dirección es soberbia) del italiano. Para grandes cinéfilos.


TIERRAS LEJANAS, de Anthony Mann. 

Cuarto western del dúo Anthony Mann y James Stewart. Realizaron cinco, todos ellos magistrales, “Winchester 73” (1950), “Horizontes lejanos” (1952), “Colorado Jim” (1953) y “El hombre de Laramie” (1955) son los restantes de una serie sencillamente ejemplar. De una dimensión más épica y amplia que otros, incluso entre los realizados junto a James Stewart, aunque no por ello significa que sea mejor. Es otra joya más donde se escenifica el progreso de una nación, la necesidad de la ley y el conflicto entre libertad, individualidad, libertinaje y totalitarismo, como lo era “El hombre que mató a Liberty Valance” (John Ford, 1962), que enfrentó a los pioneros y padres de una nación admirable. Muy recomendada para todo amante del Western y el Séptimo Arte. Obra maestra del género.




ULISES, de Mario Camerini y Mario Bava. 

Curioso Péplum dirigido por dos “Marios”, uno de ellos Bava, e interpretado por Kirk Douglas. Adaptando a Homero, tenemos un resultado más que solvente. Un gran relato de aventuras lleno de episodios brillantes y conocidos en el viaje del héroe hacia Ítaca.


UNA LECCIÓN DE AMOR, de Ingmar Bergman. 

De nuevo Bergman con algunos de sus temas predilectos. Las dificultades y los vericuetos del amor y la pareja. Un buen título del sueco.




VEINTICUATRO OJOS, de Keisuke Kinoshita. 

Otra pequeña joya oriental más que recomendada. La lucha de una joven profesora de ciudad por enseñar con sus particulares métodos a unos niños de un pueblecito japonés abarcando la 2ª Guerra Mundial. La serenidad típica de aquellas latitudes, la belleza conceptual y formal y reflexiones de calado. Muy recomendada.


VERA CRUZ, de Robert Aldrich. 

Una joyita del Western que me gusta mucho, aunque algunos no la valoran en su justa medida. Aquí tenemos a nuestra Sara Montiel seduciendo (también en la vida real) al bueno de Gary Cooper… y a Burt Lancaster. Un estupendo Western clásico, aunque algo atípico, con la dirección del brillante, también irregular, Aldrich.

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