ZEPPELIN ROCK: Crítica de "Se lo llevaron: Recuerdos de una niña de Camboya" (Angelina Jolie, 2017)

domingo, 8 de octubre de 2017

Crítica de "Se lo llevaron: Recuerdos de una niña de Camboya" (Angelina Jolie, 2017)


por MrSambo (@Mrsambo92)
del blog CINEMELODIC




Quinta película como directora de Angelina Jolie que parece claro ha tomado mucho interés en esta nueva faceta, donde da rienda suelta a su vertiente más comprometida.
Jolie ha demostrado un profundo interés por las consecuencias y sufrimientos en los conflictos bélicos en todas las películas que ha realizado como directora (con la salvedad de Frente al mar), poniendo su mirada en los más perjudicados y sin renunciar a mostrar lo más duro y truculento.




Aquí adopta con rigor el punto de vista de la infancia, personificado en la niña protagonista, Loung Ung, activista por los Derechos Humanos nacida en Camboya y de la que se adapta su libro en esta película para dar voz a todas las víctimas y supervivientes de los Jemeres Rojos y Pol Pot, que exterminó a una cuarta parte de la población entre unas cosas y otras. Otro ejemplo edificante de las bondades del comunismo.




Este rigor desde la puesta en escena del punto de vista, en la onda de E. T. El extraterreste (Steven Spielberg, 1982), define todo el estilo y concepción del film para mostrar los contrastes, cambios, pérdidas, suplicios, horrores y sufrimientos de los inocentes. La pérdida de la alegría, de la inocencia, de la ilusión… La cámara casi siempre a su altura. También evita el rostro de la tiranía en muchos momentos, buscando la abstracción de todo un sistema. Quizá, por esa opción, que limita, uno de los más brutales genocidios cometidos no termina de apreciarse en su inmensidad.




La mirada de la niña (Sareum Srey Moch) remarca la ajenidad infantil (juegos, baile, pinturas), la inconsciencia, la inocencia, la incomprensión y el desconcierto ante los conflictos que manejan sus vidas, las destruyen. Del mismo modo, en la fase de planteamiento, demasiado corta quizá, se remarca también con la mirada la especial complicidad de esa niña con su padre (Phoeung Kompheak).




Mujeres y hombres despojados paulatinamente de todo. Seguridad, hogar, propiedades, libertad, dignidad… de un día para otro, por “el pueblo”… En una película casi muda, resuenan estruendosos las constantes consignas, a lo “Gran Hermano”, del nuevo sistema totalitario comunista, como una letanía agónica y despiadada. Sometimiento, adoctrinamiento, uniformidad, eliminación del individualismo, la propiedad y la personalidad, convertidos en pilas, esclavos del régimen. Ahí cobran sentido esos planos cenitales que miniaturizan a esos seres. Patéticamente actual.




La mirada de Jolie no se limita al hecho que retrata en sí, pone en contexto, censurando la intervención estadounidense no tanto por su participación, sino por su posterior abandono a su suerte a esa nación que terminó sometida por un nuevo monstruo comunista desde la neutralidad que pretendían.

Abusa Jolie del plano corto y la cámara móvil, aunque utiliza bien los planos generales para mostrar contextos oportunamente. Además, en su femenina mirada, capta con acierto muchos matices desde el retrato de esa vida en presidio, que es lo que era en realidad, de esa niña y su familia, así como del resto de sometidos de vidas prescindibles. Pequeños dolores, pequeños momentos de esperanza, casi siempre truncados por un horror mayor. Acaricia los rostros, escinde partes del cuerpo (manos, ojos), como si quisiera mimar a sus personajes con su cámara, mostrarles su solidaridad.




Los momentos oníricos (también ciertos insertos explicativos) sobran, no logran elementos poéticos y narrativamente resultan redundantes. El uso de algunas metáforas es forzado y poco efectivo.

Este estilo amanerado y edulcorado de Jolie (que no implica que no deje momentos truculentos y duros), hace que las extremas situaciones y el horror que acontece no termine por desgarrar ni asfixiar, por eso cuando llega algo de oxígeno con algún momento de felicidad no acaba de emocionarnos, incluso puede resultar algo ñoño. En exceso discreta, ensimismada, repetitiva, dulzona, lenta…

Una película correcta e interesante esta de Angelina Jolie para Netflix, aunque irregular.

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