ZEPPELIN ROCK: Iron Maiden - Fear Of The Dark (1992): Crítica review

martes, 31 de octubre de 2017

Iron Maiden - Fear Of The Dark (1992): Crítica review



por Edy Fernandes (@edylefer)
del blog Soonatas




“Quizás le tengas miedo a la oscuridad, pero la oscuridad no te tiene miedo. Es por eso que ella siempre está cerca. La oscuridad te observa desde los rincones y espera detrás de la puerta. También la puedes ver en el cielo todas las noches, contemplándote tal como tú contemplas las estrellas…Sin un armario, no tendrías dónde guardar tus zapatos, y sin la cortina de la bañera, salpicarías todo el baño, y sin la oscuridad, todo sería luminoso y nunca sabrías si necesitas una bombilla”. Así fue como el escritor estadounidense Lemony Snicket (Daniel Handler) se refirió sobre el miedo a La Oscuridad en su libro del año 2013; pero 21 años antes una banda de heavy metal se dedicó a escribir y grabar canciones relacionadas con los distintos temores que puede tener el ser humano, se trata de Iron Maiden y del al álbum que titularon apropiadamente “Fear Of The Dark”.



El disco abre con el poderoso sonar de la batería de Nicko McBrain, mientras suena un riff relampagueante de Janick Gers, “Be Quick Or Be Dead” se presenta como una pieza “thrash”, la velocidad es el máximo ingrediente en esta genial canción, que fue lanzada como el primer sencillo promocional del álbum. El grito de sirena de Dickinson se escucha hasta el otro lado del planeta, cargados de cuchillos dirigidos a los corruptos que tanto daño hicieron por esos días, porque de eso se trata esta letra, una crítica a una sociedad marcada por estafas, despilfarro, robos descarados: “Covered in sinners and dripping with gilt, making you money from slime and from filth, parading your bellies in ivory towers, investing our lives in your schemes and your powers, you got to watch them; be quick or be dead (Cubierta de los pecadores y goteando con dorados, haciendo que el dinero de limo y de suciedad, desfilando sus vientres en torres de marfil, invirtiendo nuestras vidas en sus esquemas y sus facultades, tienes que verlos; se rápido o estarás muerto)”.




Rememoremos el año de 1981, Charlotte se montó en una motocicleta con el diablo, una historia dada a conocer por los de Maiden la cual llamaron “Charlotte the Harlot” y publicaron en su primer álbum “Iron Maiden”. Once años después contó con una segunda parte, aparece en “Fear Of The Dark” con el título “From Here To Eternity”. El track de su disco debut contaba con un sonido muy “punk”, aquí se lanzaron con un estilo más hard rock empujado con unos cambios metaleros. Esta canción tiene los ingredientes de una buena pieza que se toque en los grandes estadios, la multitud tiene elementos para acompañar en los coros. Interesante ejecución de guitarra, en especial aquella que ruge como la moto que va directo al infierno.




Llegó la hora para “Afraid to Shoot Strangers”, uno queda maravillado con esa melodía con que comienza esta pieza, la tercera del disco. Lo que sale de la guitarra de Dave Murray es cautivador, mientras Steve Harris va marcando los tiempos con su sutil bajo; Nicko McBrain da toques suaves en su batería para que Bruce Dickinson comience a contar esta dura historia.




Los temores de un soldado que está en el campo de batalla, los dilemas se van haciendo presentes en su cabeza, sus miedos se pueden convertir en su salvación, su muerte, o su redención. “But how can we let them go on this way? The reign of terror corruption must end. And we know deep down there's no other way. No trust, no reasoning, no more to say: Afraid to shoot strangers. (Pero ¿Cómo podemos permitirles tomar ese rumbo? El reino de terror y corrupción debe terminar. Y ahora conocemos la parte más profunda, no hay otro camino. Sin confianza, sin argumentos, sin nada que decir: Miedo a disparar a extraños)”.




Harris escribió una interesante letra que viaja por los pensamientos de un soldado que está defendiendo unas razones que posiblemente no son suyas; apuntar y disparar un arma a alguien a quien jamás vio antes en su vida; ser condenado por matar a un inocente como lo puede ser el. Cuenta con unos buenos solos de guitarra donde se combinan Dave Murray y Janick Gers, suben la intensidad, comienzas a transpirar, mientras Dickinson grita “Afraid to Shoot Strangers”. El cierre es lento, casi sepulcral. Una de mis canciones favoritas.




Dickinson y Gers se vuelven a unir para componer “Fear Is The Key” una letra más de interesante, siguen adentrándose en el centro al que apuntan con este disco: “los temores de los hombres”. Aquí se coloca el miedo como un modo de protección, que te puede cuidar y no dejarte a la vista de los que no le importa tu vida. Musicalmente no tiene elementos que sorprendan al oyente, pero no deja de ser una pieza que se pueda escuchar con atención.




“Childhood's End” fue una de las canciones que se hicieron favoritas cuando apenas escuche este disco por primera vez. Tiene un comienzo interesante, melodioso, el bajo de Harris provoca la sensación de correr, de llegar rápido al lado donde está la solución al problema lanzado en la letra de este tema. Un viaje a lugares mágicos del planeta como una sencilla pero motivadora puesta de sol, esa que ocurre al tiempo que niños mueren bajo los escombros producidos por las bombas lanzadas desde unos aviones. Se puede ver el azul magnifico del océano, pero sobre el caen las aguas de los ríos contaminados por un hombre que levanta edificios y modernidad, amenazando la vida en los mares, de aquellos peces que se vuelven alimentos y que termina enfermando a personas que desconocen que todo lo que botas por el desagüe pronto regresará a tu boca. Una letra apocalíptica que se resume con el fin de la infancia.




Aquí viene lo que para muchos seguidores de “Iron Maiden” fue un golpe bajo a sus vidas, una balada escrita por la poderosa e icónica banda de heavy metal. Más de uno rechazó el disco por esta sola canción: “Wasting Love”. Es suave, pero su letra se puede tomar como dura, Dickinson cuenta la historia de un hombre que no ha tenido la oportunidad de amar en verdad, navegando por las aguas del engaño, justificado por sus constantes viajes que lo alejan de casa. Una de las estrofas el hombre busca entrar en los pensamientos de aquella mujer que solo verá una noche: “Sands are flowing and the lines are in your hand. In your eyes I see the hunger, and the desperate cry that tears the night. (Las arenas se fluyen y las líneas están en tu mano. En tus ojos veo el hambre, y el grito desesperado que llora en la noche)”.




“Wasting Love” termina siendo una canción diferente, la cual cuenta con un buen solo de guitarra de Janick Gers y una interpretación diferente de Bruce Dickinson, lanzado como tercer sencillo del disco, que posible empujó a este álbum llegar a otro público y convertirlo en el segundo más vendido por la banda en su historia.

“The Fugitive” comienza muy sosa, repetida, como si ya conociéramos lo que está por venir. La letra habla sobre el hombre que huye de un supuesto crimen que no cometió, pero no sabe cómo demostrar su inocencia. Se destaca un buen solo de guitarra y un cambio de ritmo en la parte final. “Chains Of Misery” le sigue con un patrón similar, no cuenta con elementos que nos den un golpe y diga – hey, escucha lo que está por venir-. Dickinson te habla de aquellos hombres que dedican horas a predicar en calles o por los medios para golpear tu débil fe, y así aprovecharse de ella, para que seas parte de esa red de mentiras que te empujan a la miseria.




Llega una letra maravillosa que no cuenta con una melodía que realmente realce el poder de esta pieza. “The Apparition” te puede atrapar, no como una quisiera, pero llegará a soplar justo detrás de la oreja: “Here I am, can you see me? Passing through, on my way, to a place I'd been to only in my dreams... before (Aquí estoy, ¿Puedes verme? He partido, en mi camino, hacia un lugar donde sólo había estado en sueños… antes)”.

Un ser querido se fue, dejó el mundo como consecuencia de su muerte, pero vino a visitarte antes de hacer su largo viaje, con la intención de dejarte un importante consejo: “You can make your own luck, you create your destiny. I believe you have the power if you want to... it's true (Tu puedes crear tu propia suerte, tu puedes crear tu destino. Pienso que tienes el poder si realmente lo deseas… es verdad)”. No tengan miedo “The Apparition” antes que un encuentro extrasensorial, es una reflexión de esta y la otra vida.




“Judas Be My Guide” comienza de manera distinta, con un sonido pegadizo, musicalmente tiene un fin más comercial, puede ser que pase desapercibida, pero si la tomas y le vas sacando cada una de sus capas te encuentras con una composición que tiene mucha fuerza, un gran sonido en sus guitarras, la batería de Nicko McBrain va levantando la arena del seco desierto por donde caminó Judas.

El tema “Weekend Warrior” te genera ubicaciones en lugares distintos, suena a AC/DC, pero cuenta con un solo de guitara que viene con el sello Van Halen. ¿Qué querían hacer Iron Maiden con esta rola? Posiblemente completar un disco, o divertirse con una canción muy hard rock.

Señoras y señores llegó el momento de la verdad, aquí viene el plato principal y su aroma no deja duda de que es el más especial. Suena a Maiden donde lo pongan, ese inicio melódico casi orquestal te va adentrando por una noche oscura, los susurros te harán erizar la piel sintiendo los pasos que pisan las hojas secas caídas en el sendero. “Fear of The Dark” cuenta con todos los ingredientes para ser uno de los clásicos de la banda, la teatralidad se convierte en canción, las guitarras, el bajo y la batería crean el ambiente de terror para que puedas sentir que los arboles te miran, que del suelo salen manos que evitan que corras, que posiblemente caigas para ser alcanzada por las sombras.




“Have you ever been alone at night thought you heard footsteps behind and turned around and no one's there? And as you quicken up your pace, you find it hard to look again because you're sure there's someone there (¿Has estado solo en la noche pensando que escuchas pasos tras de ti, volteas y no hay nadie ahi? Así que aceleras el paso, es difícil voltear otra vez porque estás seguro que hay alguien ahí)”. Steve Harris nos dio esta magistral obra del terror, elevando el miedo a la máxima potencia, tiene un efecto tan grande que puede ser que no te des cuenta que hay una parte que suena igual a “Rime Of The Ancient Mariner”. El solo de guitarra es una oda en sí misma, sin una letra que lo acompañe te traslada por la oscuridad, te va llevando lentamente por el bosque que no cuenta con luces; te hace mirar al viejo escaparate del cual sale el extraño ruido; envuelve tu cuarto de ese frío que sientes en la nuca, como si alguien te estuviera respirando en la espalda; con ese final que te deja reflexionando: “When I'm walking a dark road, I’m a man who walks alone. (Cuando camino un sendero oscuro, soy un hombre que camina solo)”.

“Fear Of The Dark” es un álbum especial por lo que significa en lo personal, pero estoy consciente que Iron Maiden ha producido mejores discos a lo largo de su carrera, sin embargo, colocaron en esta placa piezas que trascienden los tiempos, clásicos que se escucharán con mucha frecuencia en sus conciertos, sonidos que nos acompañaran sonando en nuestros equipos reproductores y un Eddie muy tenebroso en el fondo de la inolvidable caratula.

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