ZEPPELIN ROCK: Neil Young - The Monsanto Years (2015): Crítica del disco Review

miércoles, 1 de julio de 2015

Neil Young - The Monsanto Years (2015): Crítica del disco Review



por Addison de Witt (@Addisondewitt70)



Neil Young sigue en acción, operativo tanto en el aspecto musical como en lo referente a su activismo político y pro-ecológico, posíblemente esta encendida forma de entender a vida sea la que sigue alimentando de vida, de fuego y de energía la mayor parte de su producción y de sus acciones de protesta.


Ahora se ha puesto manos a la obra, o mejor dicho a la guitarra, para poner las peras al cuarto a ciertas empresas a las que con justicia se les pueden aplicar adjetivos como envenenadoras de cuerpos y también de mentes, firmas como Monsanto, una empresa dedicada a tratamientos químicos para la agricultura y cuyo nombre da título a su nuevo disco protesta es una de ellas aunque no la única, también Starbucks, Walmart and Safeway o la energética Chevron están en la diana sobre la que Neil dispara sus dardos utilizando para dar al hecho relieve y conocimiento general este disco titulado: The Monsanto Years y que ha grabado junto a una banda californiana llamada: Promise of The Real formada por jóvenes músicos como los hijos de Willie Nelson: Lukas y Micah.




El disco ya esta en la calle, aunque desde hace días se puede escuchar por los medios habituales, eso es lo que yo he hecho durante varios días antes de adquirirlo oficialmente ayer, y digo que lo he escuchado varios días y varias veces porque el disco me gusta, ¡ojo!, me gusta y mucho.

Da la sensación de que cuanto menos vueltas le da Neil a la confección y grabación de un disco mejor le sale, mas auténtico suena y de forma mas incisiva consigue penetrar en corazones, almas y cerebros.

También la acción protesta en la que cree firmemente y de forma apasionada parece insuflar coraje y vigor a sus canciones y al sonido que las visten, estas circunstancias se dan en este disco de forma evidente: fuerza, canciones descarnadas grabadas de forma casi rudimentaria, sin apenas producción pero con fe y con una banda que se deja llevar, dando libertad a riffs y ritmos, con coraje y el típico desorden cohesionado que hizo de Crazy Horse únicos.



Y es que Promise of The Real suenan muy en la onda de los caballos locos, sucios y polvorientos, sólidos aunque desprovistos de lisonjas virtuosas, empapados de fiereza pero con un sentido musical apabullante, suena la joven formación californiana de auténtico lujo a las ordenes de Young.

Los textos no dan margen a la debilidad, fuertes, osados y emotivos, como espadas que muerden con su filo semántico el objetivo marcado, no hay rincones líricos ni se dan oportunidades al romanticismo, el empeño es claro y queda de manifiesto en cada segundo de la grabación.

Nueve temas forman el tracklist, nueve canciones de rock oxidado, con ese aire de desierto en plena tempestad de arena que empapa el sonido y lo hace inconfundible en cuanto a su procedencia.

Estupendos temas, que forman un trabajo coherente y marcado por las voces de Promise of The Real subrayando las palabras disparadas por Neil y el sonido ya comentado.

Deja firmada la declaración de intenciones el primer corte: "A New Day For World", estupendo tema de incisiva y pesimista letra con los coros y el ritmo machacón como señas de identidad.

La sigue un corte mas folk, con armónica y acústicas, y ese lastimero color nasal que pone el gran Neil en su voz cuando esta triste, un magnífico tema titulado: "Wolf Moon".

Un trallazo guitarrero y una batería desbocada en la intrépida: "People want to hear about love" que deja claro que no son tiempos para hablar de amor, un tema en el que no se hecha de menos a Crazy Horse.

Extensa y apabullante sónicamente: "Big Box" es otro tema sorprendente, con un estribillo que es Neil Young puro, el de siempre.

Con un ligero tono vintage, silbidos incluidos "A Rock star bucks a coffe shop" da un respiro al oyente que no a Starbucks, otro excelente momento.

Vuelven los riffs y las guitarras ahora mas rockeras, y el Neil de la voz convencida y ennegrecida con "Workin' man" y la no menos feroz "Rules of Change", en ambas parece que el tiempo de los grandes momentos oxidados no es cosa del pasado.

"Monsanto years" es el núcleo ideológico del disco, un tema que lleva la firma del Neil Young de toda la vida, no necesita presentación, es Neil en estado puro, el Neil que vive, compone y escribe sin atender a la edad que marca el DNI.

Y termina este excelente y sorprendente disco de Young con el medio tiempo: "If I don't know", un tema mas amable que cierra brillantemente el álbum.

Imagino que habrá opiniones para todos los gustos, no soy yo de los que siempre se ha mostrado caritativo con Neil, he manifestado mi decepción con varios discos de los grabados por el canadiense durante la última década a pesar de amar su música como amo la de pocos artistas, hoy me alegro de escribir una crónica a propósito de un disco de Neil que entiendo estupendo, sin duda el mejor desde las píldoras de hace un par de cursos, Neil no abandona la lucha justa ni a su parroquia.

¡Larga vida a Neil Young!.

©Addison de Witt

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