ZEPPELIN ROCK: Crítica de la película "300" (Zack Snyder, 2006): Film review

martes, 27 de marzo de 2018

Crítica de la película "300" (Zack Snyder, 2006): Film review



por Möbius el Crononauta




La espera fue larga, pero mereció la pena: Sangre, gloria, destrucción... todos los elementos que uno pudiera buscar en esta película estaban ahí. Quizá no se convirtiera en un gran clásico, pero desde su primer visionado comprobamos que era digna de entrar en el selecto grupo de esas películas épicas para el recuerdo.



300 era el segundo film basado en la obra de Frank Miller, uno de los iconos del cómic de los últimos tiempos, cuya adaptación al cine de su obra Sin City ya había cosechado grandes éxitos no hacía mucho. Este film, sin llegar a alcanzar, en mi opinión, la calidad de aquél, sí tenía sin embargo todos los ingredientes que hicieron popular la película de Robert Rodriguez y el propio Miller: estética de cómic (obvio), uso innovador de los efectos especiales, interpretaciones sólidas, una historia atrayente (ésta mucho más épica que la anterior, pero en cierto modo igual de pareja al cine negro) y dosis de sexo y violencia con (más) sentido que en las usuales grandes producciones. O al menos éstas están más conseguidas.




La trama es simple: Leónidas, rey espartano, hace frente junto a 300 de sus mejores guerreros a un ejército numéricamente muy superior en el Paso de las Termópilas, lugar clave donde se pretende frenar la invasión persa de Grecia. Hasta aquí, más o menos, la historia real (la batalla que se describe tuvo lugar en el siglo V a.C.). Para aquellos que busquen verosimilitud y realismo históricos, solo recordar que esto se basa en un cómic, que a su vez (he leído por ahí) se inspiró en una vieja película de 1962, Los 300 espartanos. Según los textos históricos, obviamente hubo más de 300 espartanos. Leónidas contó con bastantes aliados griegos (unos cuantos sí aparecen en el film) y no todos lo abandonaron. Los extraños personajes y guerreros que podemos ver a lo largo del film obviamente son una licencia artística, así como muchos otros elementos del film. Pero una vez más, recordar que aquí se ha tratado de recrear un cómic.




Con Sin City se escucharon críticas acusando a sus directores de no haber rodado un film sino haber dado vida a un cómic. Habrá gente que tenga esa mismo sensación, tengan problemas con 300 por ese aire de tebeo que lo impregna todo. En fin, a quien le gusten los cómics, no creo que se queje con esta producción.




Los fallos de la película, en mi opinión, son mínimos, y hacía falta una película épica de estas características, que recuperara o trajera a la memoria los recursos y mejores momentos del género, como las ya lejanas Conan el bárbaro o Excalibur. También se podría emparentar con los momentos más activos de Braveheart. Si tuviera que resumir lo que pienso, creo que este film es todo lo que Troya debió ser y no fue.




Otra cosa que me ha agradado mucho ha sido la recuperación de un aspecto técnico o recurso que parecía ya olvidado: las batallas o lucha a cámara lenta. No necesariamente en slow motion (aunque el particular efecto de éste junto con rápidas aceleraciones ha sido una de los puntos fuertes del film) pero sí con planos más o menos largos donde podemos ver lo que está pasando. Hace muchos años que las batallas se nos han venido presentando con rápidas sucesiones de planos, que intentaban dotar de más ritmo a la acción bélica, pero que al mismo tiempo nos impedía ver o contemplar realmente lo que estaba pasando.




La asepsia que rodeaba a esa forma de rodar (que encontró su cenit en la saga de El Señor de los Anillos) y el caos que se formaba en la pantalla nunca fueron demasiado de mi agrado, siempre he preferido la forma clásica de rodar batallas (¡Cromwell, Cromwell, donde estás!). En 300, sin ser ni lo uno ni lo otro, pero al menos uno se puede enterar de lo que pasa y de si alguien muere o no. Obviamente el director es lo que buscaba: la recreación en la sangre y las mutilaciones con pocas contemplaciones. A los sensibles, sólo recordarles que la realidad siempre fue (y es) mucho peor.





Y hablando de dirección: no conozco la corta carrera de su director, ni he visto ningún film suyo. No sé si es por la influencia que los cómics puedan haber tenido en los directores, o por estar basadas ambas en la obra de Frank Miller, pero tanto Sin City como 300 tienen ambas un tufillo o deja vu entre sí que comienza a escamarme. Teniendo en cuenta que Miller era citado en los créditos de Sin City como codirector de la misma, y en 300 ha participado como productor ejecutivo... no quisiera ser demasiado paranoico, pero si el autor de ambas obras ha metido tanta mano en los films como pienso (cosa que no sería de extrañar, pues siempre ha sido celoso protector de su obra) debería dejarse de zarandajas y pasar directamente a la dirección, pues hasta ahora parece que los resultados podrían ser bastante buenos. Aunque tal vez prefiera dedicarse a su labor de siempre, o no quiera asumir el sólo la responsabilidad de cargar con el rodaje de un film él solito.




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