ZEPPELIN ROCK: Sweet & Lynch - Only To Rise (2015): Crítica del disco Review

sábado, 24 de enero de 2015

Sweet & Lynch - Only To Rise (2015): Crítica del disco Review


by Don Críspulo




Antes de que el Gran Sanedrín caiga sobre mí con todo el peso de la Torá del Metal, he de decir que Only To Rise es un gran disco de grandes músicos y buenas coplas. Con la garantía de calidad que el sello Frontiers, guardián de la llama, dota siempre a sus publicaciones, de producción pulcra, como mandan los cánones, repleto de riffs, estribillos y punteos y con unos músicos en estado de gracia (además de los dos que aparecen en el nombre están también James Lomenzo y Brian Tichy y que hará las delicias de nostálgicos y nuevos adeptos (en el caso de que sigan existiendo nuevos adeptos).


El estilo... Bueno, hablamos de Frontiers (Guardian de la Llama), así que no hará falta que les diga que nos movemos en ese Hard Rock metálico ora colores pastel ora bluesy y siempre más pulcro que el plato de un perro hambriento. Desde luego que Michael Sweet ya no tenga voz de pito le va de maravilla al disco y, hay que ser sinceros, la guitarra de Lynch, aunque algo estándar para mi gusto, es todo un manual de cómo ejecutar Hard Rock con gusto y calidad.

La cosa se abre con lo mejor que tienen, que se llama "The Wish" y es una copla adictiva y pegadiza que además es el single, si es que todavía siguen existiendo singles. La rockera "Dyieng Rose" y el medio tiempo "Love Stays" mantienen el tipo, mientras que "Time Will Tell" hace un ejercicio de nostalgia, más descarado si cabe, y, a pesar de los Uoh! uoh! de Sweet es una copla resultona con un Lynch en modo años salvajes (aunque en mi opinión ha quedado un poco tapado en la producción final). Luego van soltando todo el repertorio, Hard Clásico en "Rescue Me", balada de mechero en "Me Without You", macarranismo ochentero (macarranismo sin salirse de la línea) en "Recover" (esos agudos Michael) y, sobre todo en "Only To Rise" donde Lynch se saca un riff que hará que a más de un madurito se le salten las lágrimas, aunque, insisto, la guitarra debería haber quedado más presente en la mezcla (opinión personalísima). Un Lynch que a veces se desata totalmente, para deleite de la parroquia, caso por ejemplo de "Divine", donde curiosamente y es una constante en el disco, junta el lado salvaje con un estribillo muy Beatles (salvando los años luz de distancia que hay, claro)

Me curaba yo en salud al principio de la reseña y lo hacía porque, si hasta ahora solo he dicho cosas positivas del disco, un disco que, repito, me ha gustado mucho, ahora es cuando vengo con la cantinela y el bla bla de siempre y es que este disco yo ya lo había escuchado y que ahora, a pesar de ser buenísimo, es totalmente irrelevante y nunca jamás entrará en una lista de mil discos que te llevarías a una isla desierta. Y que no pasa nada, que se disfruta lo que dure, que serán dos siestas y luego nos olvidaremos de él como ya nos hemos olvidado del disco de Night Ranger (tremendo, se lo advierto) del año pasado. De momento yo mañana me lo voy a volver a poner.

©Don Críspulo

No hay comentarios:

Publicar un comentario