ZEPPELIN ROCK: Crítica de LA MONDAINE, de Zidrou y Jordi Lafebre, 2014: Reseña

miércoles, 6 de mayo de 2020

Crítica de LA MONDAINE, de Zidrou y Jordi Lafebre, 2014: Reseña


por TheOutlaw76 (@TheOutlaw76)
del blog THE OUTLAW




Quizá algunos lo sepáis. Es el caso que Zidrou es el nombre artístico de Benoît Drousie, uno de los guionistas más prestigiosos del cómic europeo de estos años. Aunque aquí en nuestro país pasa desapercibido, Zidrou es una estrella en Francia, donde la cultura de los cómics está bien extendida. Vende miles de ejemplares de L’Élève Ducobu o Tamara, verdaderos iconos del cómic juvenil franco-belga.



Nacido en Anderlecht (Bélgica), pero afincado en Málaga (España) desde hace tiempo, empezó sus andaduras en los años 90 como guionista en la revista Spirou. Tras diferentes proyectos, comenzó a dedicarse al cómic dirigido a un público adulto, contando con una verdadera cantera de dibujantes de gran talento, en su mayoría catalanes salidos de la Escuela Joso.




Para La Mondaine ha contado con Jordi Lafebre a los lápices, con el que ya ha colaborado en álbumes como el aclamado Lydie (Norma, 2011).

La Mondaine explica la historia de Aimé Louzeau, un oficial novato que llega a la brigada policial que combatía la prostitución en el París de principios del siglo XX. Este punto de partida sirve de excusa para abrirnos las puertas de un París en plena ocupación, donde muchas veces los límites entre el bien y el mal, entre los corruptos y los honrados, se difuminan en un mar de dudas y complejas vicisitudes.




El excelente guion de Zidrou engancha desde la primera página. De la mano de Aimé vamos descubriendo los entresijos de una brigada policial que no es tan limpia como parece. No les importa relacionarse con algunas de las encantadoras prostitutas con tal de hacer más llevadera su jornada laboral.

Aimé es un niño atrapado en el cuerpo de hombre, un personaje por el cual el lector enseguida siente cierta empatía. Poco a poco, Aimé va evolucionando hasta darse de bruces con el drama que le rodea, tanto fuera como dentro de casa. La historia está llena de personajes muy bien definidos como la coqueta Valentine o Eeva, una enigmática prostituta que despierta el lado más animal de Aimé.


En La Mondaine es el brillante Jordi Lefebre el que se encarga de dar vida a unos personajes muy bien dibujados (tanto en el plano artístico como en el literario) y llenos de contradicciones, como la vida misma.

Lafebre consigue transportarnos a aquel París de los años 40 con unas viñetas preciosistas y llenas de detalles, pero sin llegar en ningún momento a ser abrumadoras. El ágil trazo de Lefebre resta dramatismo a una ciudad y a unos personajes muy castigados tanto por sus problemas personales como por los derivados de la dura guerra que asola Europa. El predominio de colores azules y ocres consiguen darle un aire nostálgico a la historia.




El binomio Zidrou-Lefebre funciona magistralmente, hay una química especial entre ellos, una magia evidente que se nota en cada una de las páginas de La Mondaine. Una pequeña obra maestra llena de héroes cuotidianos que capta a la perfección la vida real en viñetas.

La Mondaine está editada en castellano por Norma Cómics y consta de dos tomos. Uno de ellos me lo firmó el propio Jordi Lafebre en la Fira del Còmic de Barcelona de 2015.

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