Las mejores películas con casas encantadas en el cine, por José Manuel Albelda

por José Manuel Albelda (@jmalbelda)

con el blog La vuelta al cine en diez películas

Interpelado Kubrick en una ocasión a propósito de las manifestaciones de lo sobrenatural que aparecían en su adaptación de El resplandor, dijo: "si lo pensamos bien, las apariciones de fantasmas, los espectros, son una buena noticia. En el fondo, significa que existe algo después de esta vida". Con matices, yo pienso algo muy parecido. Cinematográficamente hablando, las habitaciones vacías, "empty rooms" que diría Gary Moore, "empty spaces" que diría Roger Waters, son un espacio narrativo imposible de llenar de significado sin la presencia de los seres humanos. 

No ocurre así con los espacios abiertos: el mar, los desiertos, las colinas y los bosques, que no precisan de la existencia de las personas para estar repletos de sentido. Lo que quiero decir es que -a efectos de una película- una casa sin vida no es una casa; tiene que tener algún tipo de vida, a la fuerza, para ser relevante desde un punto de vista fílmico: si no puede ser vida orgánica, al menos que sea vida ultraterrena. De hecho, todo se llena de mayor fuerza narrativa cuando hablamos de habitáculos poblados por las sombras de los muertos; por ello, de la lista, por encima de todas las demás aunque no esté en primer lugar, situaría The haunting, de Wise: no existe ninguna otra película tan evocadora como esta sobre casas fantasmales. Olvidé incluir La llamada, de Javier Setó: si alguien se atreve, que acepte la invitación para conocer a la familia de la bellísima protagonista, Dominique: conocerá de verdad lo que es probar una cena fría.

Diez magníficos ejemplos de casas encantadas en el cine:


“The house of Haunted Hill”, de William Castle.
“Al final de la escalera”, de Peter Medak.
“The haunting”, de Robert Wise.
“Los 13 fantasmas”, de William Castle.
“Suspense”, de Jack Clayton.
“La leyenda de la mansión del infierno”, de John Hough.
“The uninvited”, de Lewis Allen.
“Poltergeist”, de Tobe Hooper.
“Terror en Amityville“, de Stuart Rosenberg.
“Paranormal Activity”, de Oren Peli.

©José Manuel Albelda

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