ZEPPELIN ROCK: Michael Katon - 9 Loud Ones (2013): Review. Crítica del disco

miércoles, 26 de febrero de 2014

Michael Katon - 9 Loud Ones (2013): Review. Crítica del disco



por Addison de Witt (@Addisondewitt70)




Aprovechando que se encuentra por aquí de gira, me ha parecido buena idea comentar el último disco de este cantante y guitarrista de blues natural de Michigan.

Michael Katon es uno de esos artistas que da la sensación de que se dedican a esto por necesidad, como si en algún momento de su adolescencia, en la etapa anterior al envenenamiento al que la vida nos somete antes o después, y que destruye la gloriosa inocencia con la que venimos al mundo, a golpe de malas experiencias, a base de dosis de realidad cruel y descarnada, en esa época en la que todos somos felices y a la vez nos mostramos sin saberlo indefensos, alguien, algún discípulo de Robert Johnson, allá en el innombrable lugar en el que parece que se encuentra, sometiese al americano a un hechizo, mágico y demoníaco que desde ese día condenó al joven Michael a permanecer atado a su guitarra, sentenció a su garganta a pasar sus días con la seca e incomoda mezcla de saliva y arena que es necesaria para cantar las canciones que ocupan su envenenado corazón.


Y es esta la sensación que da no solo oyendo su música, un blues real y tópico, en carnal concubinato con el boogie y en adultera y traicionera relación con el hard-rock, sino también, observando su actividad, siempre de escenario en escenario, de sala a bar, de bar a festival, de festival a habitación de hotel a descargar un poco de la ponzoñosa maldición que envenena su alma pariendo alguno de los temas mundanos y pecaminosos que luego, en el estudio, son domesticados para formar parte de su legado discográfico, para seguir con la rueda y empapar de veneno los oídos de otras inocentes criaturas que desconocen la peligrosidad que supone acercarse a discos como este 9 Loud Ones, última inyección de luciferina pócima que trata de inocularnos este artista.




Pócima concentrada en los nueve cortes que componen este disco de adictivo y peligros blues y boogie de afilada distorsión guitarrera, arenosa expresión canora y sonidos asperos y de ferocidad natural, silvestre y como digo, aparentemente hecha para la supervivencia del artista.

No obstante para los que llevamos años infectados por el blues y por el hard y por el boogie y por todo lo que lleve una guitarra en su ADN sónico, este disco servirá para disfrutar de una de esas dosis que ocasionalmente necesitamos para calmar nuestra depravada necesidad de distorsión blusera, de tóxico y polvoriento sonido de riffs tronando y haciendo temblar los bafles del equipo.


Y de eso no falta en este disco que nos saluda dejando claras sus intenciones desde el segundo uno: "Boogie Whip" nos enseña las cartas con las que juega Katon rápidamente, guitarras fibrosas en los riffs, voz áspera que canta con febril fe en sí misma y base rítmica poderosa, un buen tema para empezar un recorrido lleno de trallazos guitarreros que continúan con el blues contagioso que combina distorsión guitarrera hard con armónica blusera en una letanía de melodía rutinaria y primitiva, es decir un temazo que se titula "Tight White Pants" y que es poseedor de un poderoso y pegadizo estribillo.

"I Ain't Ready To Go Steady", boggie menos agresivo y mas melódico, machacón ritmo a lo ZZ-Top y estribillo nuevamente de pegadizo trazo, intercalada una guitarra que electrifica aún mas el corte, fantástico. "Roadhouse 69" es el corte mas largo del disco, R&B en el ritmo, Hard-Rock de bluseras convicciones en las guitarras y ritmo bailable desprovisto de filigranas y centrado en el disfrute de un tema de esos que te hacen mover la cabeza hasta dislocar el cuello, una gozada de canción tan tópica como eterna.

Adictivos y nerviosos sones guitarreros en un boogie de libro titulado Boogie Is My Bussiness, un tema, rápido y directo para dar paso al mas introvertido "Boogie Man", con unas guitarras que se enredan entre ellas hasta que un riff que nuevamente nos recuerda a los que dispara el indomable Billy Gibbons, así como el estribillo, nos pone en nuestro sitio, mi tema favorito en este disco, se trata de un corte de irreparables efectos secundarios en mentes aún no mortificadas aún por los sonidos peligrosos del averno.

Blues más cálido, con sonoridades más cercanas al Delta en la fabulosa y terrenal "Burn Me (With Electricity)" dotada nuevamente de un contagioso estribillo y seguimos con el blues germinal y de visceral procedencia, suena a Chicago este romántico y carnal, de guitarras preciosistas y bellas en color, blues titulado: "Love Stepped In My Way".




Da pena despedirse de este catálogo de litúrgica ceremonia musical a la que nos somete Michael Katon, dándonos lo que necesitamos, lo que queremos tanto los feligreses mas entregados a la fe bluesea como los advenedizos que empiezan a dar sus primeros pasos en esa cofradía del pecado que es el rockandbluesandboogie de febril núcleo, "Proud To Be Loud" es la encargada de decir amén.

Nada nuevo bajo el sol de este LP, ni falta que hace, música de la de toda la vida, llena de viscerales intenciones, como decía música que parece hecha por necesidad, recomendable disco, como todos los de Katon, y mas que recomendable bolo.

Os recomiendo pasaros por AQUÍ, donde aparece el cartel de la gira con fechas y salas, pues alguno aún está a tiempo de no perderse a este beato del blues.



©Addison de Witt

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