ZEPPELIN ROCK: Boston - Life, Love & Hope (2013): Crítica del disco. Review

jueves, 5 de diciembre de 2013

Boston - Life, Love & Hope (2013): Crítica del disco. Review


by Don Críspulo
Diez años ha tardado Tom Scholz en grabar este disco. Y ha usado, según él, mucho sentimiento y corazón y el equipo analógico que ha usado la banda en los últimos 35 años. Eso son datos verídicos, menos lo del corazón claro. Mi opinión es que para este viaje no eran necesarias estas alforjas, o que han faltado alforjas o... o lo que sea. Que mucho arroz pa tan poco pollo, así más claro. Que la delgada línea roja que separa el Rock Melódico de las babas es más delgada que la moral de nuestros políticos y aquí, queridos, se cruza esa línea más de una vez. Punto negativo.

Que sí, que Boston ha sido siempre un grupo “delicado”, pero no me negarán ustedes que aquellos principios, además del punto babosón tenían también un poquito de rock progresivo, de folk, de ese rock setentero que hoy en día no aparece por ningún lado. Que hasta el gran Steve Jones se declaró fan de la banda.

Y es que, amigos, la vuelta de Boston, la vuelta al estudio, era esperada por muchos (yo la verdad es que estaba en otras cosas), pero las cosas no siempre salen como uno quiere, aunque yo no sé realmente lo que quería el bueno de Mr. Scholz, todo sea dicho. El caso es que Michael Sweet no está ya con la banda, decida usted amigo lector si eso es bueno o malo, y Live, Love & Hope se ha grabado usando la voz de varios cantantes, entre ellos el fallecido por voluntad propia en 2007 y cantante original de la banda Brad Delp. Un punto para Scholz. Aunque a lo mejor le hubiera ido mejor cogiendo a un “impersonator”, como hizo Neal Schon con Journey, qué sé yo.

Y la cosa, azúcar aparte, empieza bien, o más o menos bien, con ese hipermelódico “Heaven On Earth”. Coros a tutiplén, guitarras... todo sin salirse ni una coma del manual del Rock Melódico. Podría haber sido mejor, pero como principio no está mal. Claro que tardó menos en grabar “More Than A Feeling” y le salió mejor. Luego pues pasa lo que pasa, que donde la receta pone dos cucharadas echamos cuatro y un poquito de miel, todo muy glacé sea lo que coño sea glacé y la digestión se nos complica. Escucho la cursi “Didn't Mean To Fall In Love”, guitarra clásica incluida, y me busco las hombreras con ahínco a pesar de ir sin camisa. Sonar suena perfecta, hay mucha calidad dentro para que la cosa salga mediocre, pero tengo miedo de que me salga diabetes así que me doy una pausa antes de que empiece la instrumental “Last Days Of School”, tan buena como empalagosa.

Hay gotitas de épica, como en “Sail Away”, algún arrebato de mentirilla –la copla del título– y a veces canta una chavala, creo que se llama Kimberly Dahme, que lo hace de miedo y así la balada “If You We´re In Love” se convierte en mi favorita. El resto, perdonen que no siga, discurre por los mismos senderos de baldosas amarillas. Yo ya no tengo ganas de seguir. Y mucho respeto, que dentro de Live, Hope & Love hay música de muchos quilates. Muchas ideas bien llevadas a cabo e infinidad de detalles para ir descubriendo poco a poco, pero me falta, y es mi opinión subjetiva, que al fin y al cabo es un disco de Boston, algo de garra y mala leche. Menos susurros y algún grito que otro, algún arranque y algo que amargue aunque sólo sea un poquito. Y es que Boston, antes, mucho antes, eran mucho más que una banda de Rock Melódico.

©Don Críspulo

1 comentario:

  1. no tenéis ni puta idea de música. Es una obra maestra. El tiempo me dará la razón.

    ResponderEliminar