ZEPPELIN ROCK: Helloween - Straight Out of Hell (2013): Crítica del disco

lunes, 4 de febrero de 2013

Helloween - Straight Out of Hell (2013): Crítica del disco


por Don Críspulo

Helloween sacan un nuevo disco y... decepción: no es el New Walls Of Jericho (The Return) o el Keeper VII y ni siquiera es “un refrito de descartes que dejó Kiske antes de que le llegara la regla”. A ver, que es tanta la decepción, que el disco es hasta bueno. Pero vayamos al principio -¿del disco?- No, de Helloween y de nuestras vidas.

En esa neblina que es la memoria y más todavía en esa densa niebla que es la memoria de los años 80 (que para algunos parece el puto Siglo de Oro), Helloween aparecen como un clásico incontestable. Una cosa más o menos así: primero estaban Helloween y luego todos los demás. Pero seamos sinceros. A lo máximo que llegó Helloween en esa época (recordad que eran unos años donde se vendían discos como churros) fue a telonear al Dio de Dream Evil y a abrir un Donington a las cinco de la tarde. Aunque también hay que ser justos y si Walls Of Jericho era interesante, Keeper Of The Seven Keys (I y II) es un clásico en toda regla. Pero ¡ojo!, un clásico en un mundo rebosante de clásicos. Luego vino el contrato con EMI, discos confiscados, la marcha de Hansen, discos como Chamaleon -una obra que nadie entendió ni en su momento ni ahora- y la marcha de Kiske. Un Kiske que parece para algunos la piedra de Rosetta del Heavy Metal y que en mi opinión es un cantante que no aguanta dos asaltos con los Dio, Gillan, Plant, Halford, etc. Pero bueno, son gustos, ya sabéis.

Como la vida sigue, se busca nuevo cantante, Mr. Weikath oposita a rey del cortijo y la cosa empieza a funcionar. Con Deris por un momento comienzan a tener una carrera estable. Sacan discos decentes en lo suyo y, aunque el mercado se desinfla a final de siglo, parece que la cosa da para vivir y, además, aunque esto no da euros, se convierten en una especie de mesías o algo parecido a esa secta llamada “power metal” (AKA Happy metal, lo que es todavía peor, you know). Y ahí tuvimos que tragarnos sobredosis de “Freedomcalles” y demás, algo que a algunos nos está costando perdonar.

Los años de Deris, que ya van para veinte, nos han dejado discos buenos, los cuatro primeros, discos “vivo de mi pasado” y algún que otro infumable. Con Straight Out Of Hell mejoran lo que apuntaban en el anterior 7 Sinners aunque dudo que le interese a alguien que no sea fan de la banda. Muy buenas guitarras, teclados muy bien metidos, melodía a raudales y, lo mejor, coplas con personalidad y más de una buena idea. Un poco de refrito y autoplagio también (ese comienzo de “World Of War” ) pero lo perdonamos: al final es solo Helloween sonando a Helloween, que es mejor que cualquier otra banda sonando a Helloween. “Burnin Out”, “Chuck Break Down”... pues me gustan, oiga. Quizá trece coplas sean muchas, qué sé yo, o sea la saturación de discos, y termina cansando un poco. De todas maneras como solo van a oírlos los fanáticos de la banda pues no pasa nada.

Antes de irme, sólo una cosa ¿Se va a poner de moda que el bonus japonés sea lo mejor del disco? (va por ti también, Accept).



©Don Críspulo

3 comentarios:

  1. No sé si una persona que está saturada de power metal es la ideal para criticar un disco de power metal. Vamos, digo yo.

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  2. Bueno, puede que una persona saturada de power metal no sea lo más adecuado para hacer una reseña de este disco, pero tampoco lo sería un amante de dicho estilo musical. De todas maneras cuando digo saturado, me refiero a discos en general. Me refiero al hecho de que hoy en día entre descarga y descarga son muchos los discos que acaban pasando por nuestras orejas.
    Y ojo, al final resulta que lo que digo es que el disco es bueno.

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  3. Don Críspulo ... cualquiera diría que al "Final digas que el disco es bueno"

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