ZEPPELIN ROCK: Bruce Dickinson - Skunkworks (1996): Crítica del disco (Discos malditos)

lunes, 25 de febrero de 2013

Bruce Dickinson - Skunkworks (1996): Crítica del disco (Discos malditos)


por Don Críspulo

Siguiendo con eso de discos malditos no quería dejar esta pequeña joya. Primero denostada y vilipendiada (incomprendida, la verdad) y luego olvidada por todos.

BRUCE DICKINSON - SKUNKWORKS (1996)

Y es que Bruce Bruce siempre fue un culo inquieto, y, también, un poco polémico. Que sí, que el pollo había salido echando leches de Iron Maiden y soltando espumarajos por la boca -“no volveré a tocar Heavy Metal”- y quizá por ello para muchos merezca la muerte en cualquier potro de tortura, pero darle la espalda a este disco y a este artista, sólo por una simple cuestión de cerrazón mental, me parece una estupidez, porque la calidad de este disco está fuera de toda duda y, lo que lo hace todo más irónico, el disco es mucho más duro y metálico que más de un clásico del Heavy Metal. Eso sí, que cada uno haga lo que le salga de sus santos cataplines y las reclamaciones al maestro armero.

Si Tattoed Millionaire había sido una especie de divertimento para los ratos libres y Balls To Picasso una explosión de ideas geniales pero que no acababan de coger la forma, con este Skunkworks Bruce intenta asentar su carrera creando una banda, un grupo donde él sea una pieza más y un disco homogéneo que siga una misma línea y no se pierda en el excesivo eclecticismo de su antecesor. Aunque el disco sale bajo el nombre de Bruce, ya en los créditos (y en varias entrevistas) se nos informa que Skunkworks es un grupo formado por Alex Dickson (ExGun) a la guitarra, Chris Dale al bajo y Alessandro Elena a la batería y, cómo no, el propio Dickinson a las voces. El asunto no tuvo el éxito suficiente para garantizar su continuidad porque para el siguiente trabajo ya vuelve a estar Roy Z al lado del “jefe”.



Para definir este disco se puede recurrir a la manida frase del “el talento al servicio de las canciones” y es que Skunkworks es eso, un disco redondo, sin altibajos donde un equipo cumple con su trabajo a la perfección, con potentes guitarras y mejores canciones, y con un Dickinson pletórico, pero sin hacer ningún alarde gratuito de cara a la galería, donde se quita los corsés y los grilletes de Maiden de una vez por todas y se muestra tal como es, o como era en aquella época.

Detrás de una preciosa portada a cargo de Storm Thorgenson (el puto amo), Skunkworks presenta trece temas, de poca duración, sin demasiada complicación, que todavía hoy, más de quince años después, siguen sonando vigentes. Con unas melodías muy bien tratadas y llenas de pequeños detalles que terminan haciéndolas grandes. Es un placer escuchar canciones de la talla de “Solar Confinement” -una de las mejores de toda la carrera de Dickinson, Maiden incluido- las cañeras “Headswitch” o “Innerspace”, la delicada y serpenteante “Octavia” o la fuerza del medio tiempo que cierra el disco llamado “Strange Death In Paradise” donde Bruce da una lección de cómo cantar con sentimiento y alma.



Desgraciadamente en 1996 el saco del Rock Alternativo era muy grande y allí metieron al pobre de Skunkworks injustamente, haciendo que pasase inadvertido para más de un despistado. Incluso la producción de Jack Endino, en contra de lo que pudiera pensarse siendo él quien es, es bastante limpia, alejada de lo que fue el Grunge, aunque tampoco suena, gracias a Dios, a Heavy Metal. Luego vendrían más discos, cada vez más duros y más cercanos a Maiden (pero también muy buenos) y finalmente, como un hijo pródigo, volvió al redil de la banda que le dio la fama. Eso sí, para el placer de unos, continúa compaginando su trabajo en la Doncella con su carrera en solitario, una carrera que, en contra de lo que mucha gente piensa, no tiene ningún traspié, ningún momento malo o aburrido. Prueba con cualquiera y verás cómo no te defrauda o, mejor aún, vuelve a darle una escucha a éste a ver si redescubres una de las obras básicas de los noventa.

©Don Críspulo

5 comentarios:

  1. Pues sí, le voy a dar una escucha porque me quedé en el Balls to Picasso.

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  2. La trilogía de Accident - Chemical - Tyranny tampoco tiene desperdicio, más jeborra, pero llenos del copieteo a Keats y a Blake que tanto le va a Bruce.

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    1. La carrera del chaval está llena de aciertos, si señor. A mí me gustan todos con especial predilección por "Chemical..." al que tengo por un disco más grande que la vida. Si hablo aquí de este "Skunkworks" es por el hecho de que pasó sin pena ni gloria siendo muy buen disco.

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  3. Inertia, Back from the edge, Inside the machine... pues me ha gustado bastante, sí señor. Gracias caballero.

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  4. La carrera en solitario de Bruce no tiene desperdicio. Yo también me quedo con "Chemical..."

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