ZEPPELIN ROCK: Andrés Muschietti - Mamá (2013): Crítica de la película

domingo, 10 de febrero de 2013

Andrés Muschietti - Mamá (2013): Crítica de la película


Salta a la palestra el director argentino Andrés Muschietti (afincado en Barcelona) con Mamá, un film que tiene como productor ejecutivo al mexicano Guillermo del Toro, algo no circunstancial sino básico en la peli, que en ocasiones recuerda a El espinazo del diablo o, más aún, El laberinto del fauno, por no hablar de El Orfanato (del que también del Toro fue productor), en donde los niños (sus sueños, miedos, fantasías, etc) cobran un papel fundamental. Por supuesto que se aprecian concomitancias puntuales con otras películas como The Ring, Rec o El descenso (sí, hay más, ya lo sé), pero su fórmula creo que marcha por derroteros distintos.




Se trata de un cine de terror el de Mamá (pero también el de del Toro) que tiende a la poesía, y esta reside fundamentalmente en la fotografía (es decir esto y se me pasa por la mente esa Déjame entrar de Alfredson con la que poco comparte), pero también en el modo tétricamente romántico en que esta es construida, fabricada, para presentarla ante nuestros ojos. Más aún, el terror encuentra su nacimiento en el sentimiento, en un modo de amor, que también es locura y obsesión. Quiero decir que detrás de toda esa parafernalia del terror basada en esquemas prefabricados, elementos musicales y efectismos sonoros enlatados y subidas puntuales de volumen para ir matándonos poco a poco a manotazos (es decir, todo lo que para mí es un lastre si se quiere hacer algo distinto, que a lo mejor no es el fin de esta Mamá), tras todo esto reside el sentimiento de pérdida de lo querido, que lleva a encontrar resquicios, túneles, hilos, una magia para sobrepasar la barrera aparentemente infranqueable de la ultratumba. No quisiera dar más datos.



La peli funciona, así, como un cuento que fluctúa entre el amor y el miedo, y contiene momentos realmente sugerentes y estéticamente hermosos, cuadros para enmarcar, pinceladas dadas con tino, ecos. Por lo demás, todo marcha por el camino de lo previsible. Una peli para disfrutar en familia, que no tiene más pretensión que entretener (y por eso le permitimos los artilugios de trucaje siempre tan engañosos) y, eso sí, presentar lo narrado al menos con una pizca de autoexigida calidad estética.

NOTA: 6'5

Para datos técnicos, acudid a las páginas habituales. Chao.


3 comentarios:

  1. Coincidimos, veo. Estéticamente válida, sustos aquí y allá... y palomitera al fin y a la postre. Poco más.

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    1. Es lo que hay. Poco más se me ocurre sin destripar nada.

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    2. Pues a mi, ese final me provoca ganas de destriparla y ponerla a parir sin remisión... pero ya ve, me he contenido y también he sabido ver lo positivo que tiene jajaja

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