Vayamos por pasos, como siempre, con lo que antes se admitía (o se omitía, más bien) y lo que ahora se permite.
ANTES
La verdad, no había una norma académica sobre las construcciones del tipo delante mío, delante suyo, detrás tuyo, etc.
En el Diccionario Panhispánico de Dudas se dice que los adverbios locativos delante, detrás, cerca, lejos, enfrente, que gramaticalmente se dejan acompañar por complementos precedidos de la preposición de (delante de nosotros, detrás de mí, encima de ella, debajo de usted, cerca de ti, lejos de ellos, enfrente de nosotros...) no admiten combinaciones con posesivos, por lo que se consideran incorrectas construcciones como *delante mío, *detrás suyo, *encima nuestra, *debajo tuyo, *cerca vuestro, *lejos mío, enfrente suyo...
Parece razonable.
AHORA
En la Nueva Gramática de la Lengua Española se permite mayor tolerancia con estas construcciones, cuando dice de ellas que son "propias del lenguaje coloquial y percibidas todavía hoy como construcciones no recomendables por la mayoría de los hablantes cultos de muchos países". ¿Qué se deduce? Pues que, aunque están muy extendidas en el uso, no pertenecen al español culto. No obstante, le falta censurarlas abiertamente diciendo que son incorrectas, que no están permitidas, que son faltas de ortografía, o, mejor, construcciones agramaticales (también en el plano oral).
Más cosas:
Estas construcciones aparecen aun [ya sin tilde, recordad] más desprestigiadas cuando el posesivo que acompaña al adverbio está en femenino, como en estos ejemplos: *delante mía, *detrás suya, *enfrente nuestra...
Y dos últimas aclaraciones:
a) Cuando se trata de locuciones adverbiales o preposiciones formadas con un sustantivo, la combinación con posesivo es correcta, como se observa en estos ejemplos:
al lado mío / a mi lado
de parte mía / de mi parte
a pesar nuestro / a nuestro pesar
en contra suya / en su contra
b) El adverbio alrededor se comporta como las locuciones anteriores, y serán correctas:
alrededor mío / a mi alrededor / alrededor de mí
Ángel Carrasco Sotos
Mi vieja siempre me renía cuando decía "delante mío"!
ResponderEliminarVes cómo hay que hacer siempre caso a las madres.
EliminarNunca viene mal recordar reglas gramaticales, vaya que sí. Buena entrada colega, saludos.
ResponderEliminarPues gracias. Lo que pasa con esto es que luego están mirando con lupa todo lo que escribes tú, jaja.
EliminarSaludos.
Gracias porque estas reglas conviene conocerlas aunque luego y con las prisas con las que hacemos todo se nos olviden. ¡Cuánto daño han hecho los SMS!
ResponderEliminarHasta pronto.
Y que lo digas. No lo sabes tú bien, querida Tow.
EliminarNos vemos.
Para mi que los académicos se han fumado un porro, Amparo. Pozí. Lo siento pero aún me resisto a quitar la tilde de aún.
ResponderEliminarLa verdad es que no sé si lo era o no, pero yo consideraba tan correcto decir delante mío que delante de mí. Lo que consideraba de garrulos era decir delante mía.
A mí también me cuesta, no creas, pero esto imagino que ocurriría con todos los cambios ortográficos que se han ido sucediendo en la historia: imagínate cuando tuvieron que ponérsela.
Eliminar"Delante mío" suena fatal, fatal. Lo siento, jeje.
Un abrazo.
"Aún" sí llevaría tilde en esa frase ya que equivale a "todavía" cuando no lleva es cuando equivale a "aunque". Ah y ahora sí es correcto decir "delante mío / delante mía" en el lenguaje coloquial aunque algunos defensores de lo culto recomienden no usarlo, es correcto.
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