ZEPPELIN ROCK: HYPOCRISY - Worship (2021): CRÍTICA Review

lunes, 10 de enero de 2022

HYPOCRISY - Worship (2021): CRÍTICA Review

 

Por Esteban Martínez (@EMartineC)



Os asseguro que Peter Tägtgren ha sido y siempre será un inquieto en esto de la música. Durante su carrera, lo hemos visto colaborando con múltiples proyectos, algunos propios (explorando sonidos limpios y melódicos en Pain) u otros en un rol secundario (yendo hacia los teclados en Lindemann), a veces prestando la voz, tocando un instrumento (el bajo en Northern chaos gods de Inmortal, por ejemplo) o en labores de producción (Septicflesh, Sabaton y tantos más), sin embargo, tocaba ya el que resucitara a su banda madre, quienes regresan tras ocho años de silencio con Worship, un exquisito álbum de death metal que se ubica a la altura de la leyenda sueca. Digámoslo en simple, en Worship percibimos a un Tägtgren cómodo y en su salsa, en su redil haciendo lo que mejor se le da: un metal que oscila entre lo violento y lo melódico. El punto es que el tino que la banda muestra a la hora de trabajar las canciones es notable.



Los adelantos daban ya muestras de lo que encontraríamos en el álbum, tanto 'Chemical whore' como 'Dead world' sonaban contundentes cada una en su línea, y con el trabajo entre nosotros no hicimos sino confirmar el que estamos ante uno de los grandes regresos que nos habrá regalado este 2021. Esto pues, ya sea funcionando en el medio tiempo en 'Chemical whore' (también en 'Children of the gray'), o acelerando en 'Dead world', Worship', 'Greedy bastards' o 'Another day', la banda convence gracias a la fuerza que le imprimen al sonido, marcada por coros que enganchan, estructuras bien ejecutadas y un Tägtgren totalmente metido en su mal rollo (sigo pensando que debió participar y cantar más en Lindemann, aunque eso es harina de otro costal). Incluso cuando deciden bajar los tiempos, aportando un necesario matiz al disco, en 'We're the walking dead' o 'Brotherhood of the serpent', triunfan, regalándonos así un álbum que entrega lo que efectivamente se espera de una banda como Hypocrisy tras casi una década fuera de las pistas, un disco de death metal sin medias tintas, bien compuesto y ejecutado.



Quizás el disco se entrampa en su recta final, no porque baje el nivel sino porque redunda en las tres últimas, quizás cuarenta minutos era suficiente para dejarnos plenamente satisfechos, algunos dirán también que la banda nunca parece complicarse demasiado con cada canción, pero verdad sea dicha: ¿hace falta cuando algo suena así de contundente y honesto? Lo claro es que Worship no hace sino demostrar que efectivamente si Tägtgren así lo hubiese querido, podría haberse mantenido todos estos años lanzando sólidos álbumes de metal junto a Hypocrisy, y si no lo ha hecho es porque efectivamente sus intereses han estado puestos en explorar fuera de la caja. Qué decir, un grande...

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