ZEPPELIN ROCK: CLAWFINGER - Use your brain (1995): Crítica review

sábado, 22 de junio de 2019

CLAWFINGER - Use your brain (1995): Crítica review


por Rockología (@RockologiaTwit)
del blog Rockologia




En el corazón mismo de  ese torbellino que el metal vivía a mitad de los noventa, mezclándose, pervirtiéndose con otros estilos, subiendo en las listas de ventas, recreando su propia historia, editó su segundo álbum esta pandilla procedente de Suecia llamada Clawfinger. Su mezcla de guitarras rudas y gruesas a cargo de Bard Torstensen y Erlend Ottem, los fraseos y la melódica agresividad de la voz de Zak Tell y las programaciones de Jocke Skog llamó la atención de medio mundo. En este álbum, Use your brain, colaboraron el bajista André Skaug, Sleepy en los scratches y Ricard Netterman en las percusiones.




Más allá del single Do what I say, que les hizo sonar en radios de toda Europa, con su mezcla de melodía accesible, voces infantiles y ritmo frenético, Use your brain reclama a nuestro cerebro un poco de atención, tanto por sus letras comprometidas como por sus infernales construcciones. El comienzo con Power lo resume todo: condena a los políticos bajo el paraguas de una tremenda guitarra y esa particular manera de Zak de marcar el tempo de la canción. Pay the bill, una de mis favoritas, avanza en la autocrítica, la búsqueda de la fama y el exceso sin preocuparse quién pagará la factura (next generation has to pay the bill). Otra canción con un genial trabajo de guitarra, Undone, con la ayuda de Freddie Wadling en las voces, mezcla fraseos perfectos con la melodía del puente y el estribillo.




El álbum mantiene muy bien le nivel a lo largo de sus doce cortes, mezclando la agresividad y el ritmo endiablado con melodías sencillas y arreglos voraces, con la programación metida de manera acertada. What are you afraid of ataca al racista con suma violencia (tanto en la letra como en la música, muy buena). Die High, una de las más thrash del álbum, reflexiona sobre la adicción y lo que se hace para conseguir mantenerse en ella, dura música para otro tema que no puedo parar de escuchar.




Sin salirse de ese estilo, digamos, industrial, a veces se permiten acercarse a un metal más básico, donde las guitarras de nuevo se hacen protagonistas; tal es el caso de Back to the basics (ese riff), Tomorrow o Wipe my ass. En otras, se acercan más al rap, y los scratches y la voz cobran protagonismo, como en Easy way out o It (casi una balada).




Tras el éxito de su debut, y con Do what I say y Pin me down sonando sin parar, la banda pudo disfrutar de un reconocimiento mundial en forma de gira con Ozzy y el Monster of Rock sudamericano (Argentian, Brazil, Chile) y teloneando a Megadeth o Faith No More. También se permitieron realizar un tour como cabezas de cartel por Europa.



3 comentarios:

  1. dices.....SIN SALIRSE DE SU ESTILO,DIGAMOS,INDUSTRIAL,.....bueno industrial industrial poco,lo industrial que tiene Clawfinger es en la mezcla final de los álbunes,lo que aporta la mezcla final en el estudio, de relleno,para que los temas no suenen muy simples,te lo digo porque los vi en directo y esos sonidos industriales que suenan en el disco, nada de nada....si hubieras dicho ....sin salirse de su estilo,digamos,rap metal....hay hubieras acertado de pleno.Y no solo como dices .... EN OTRAS, SE ACERCAN MAS AL RAP,....No se acercan. son todas rap metal

    ResponderEliminar
  2. Parte de razón tiene el Anónimo. Me compré su álbum de debut -que me gusta muchísimo más que este- sin conocer nada de ellos y pensé durante mucho tiempo que eran negros. Era el rap hecho thrash. Lo que ocurre es que la labor de Jacob Hellner -que más tarde produciría a los Rammstein- digamos que tiene querencia por ese sonido crudo al que se llamó industrial.
    El atractivo de Clawfinger es precisamente esa mezcla de rap, thrash y metal industrial, al menos en estudio, porque nunca los vi en directo.

    ResponderEliminar
  3. Pienso lo mismo ,
    de industrial poco ....son plenamente rap metal

    ResponderEliminar