ZEPPELIN ROCK: H.E.A.T. - Tearing Down The Walls (2014): Crítica del disco. Review

martes, 15 de abril de 2014

H.E.A.T. - Tearing Down The Walls (2014): Crítica del disco. Review



por Blue Monday (@BlueMonday1971)



Pues sí, unos suecos han estado enarbolando desde 2007 la bandera del hard rock melódico, y lo han hecho incluso pasando por ese festival llamado Eurovision en el año 2009. Sus dos primeros álbumes realmente supusieron un hito para el rock melódico, y H.e.a.t. en 2008 y Freedom Rock en 2010 consiguieron transportar de una manera apabullante a ese sentimiento único del rock de los 80 con sonidos que evocaban a los mejores Journey o Toto.



Pero el vocalista Kenny Leckremo dejaba H.E.A.T. y la sombra de la duda planeaba sobre los futuros artefactos del grupo. Afortunadamente apareció Erik Grönwall justo a tiempo para el lanzamiento del espectacular Address The Nation de 2012, un pepinazo en la mejor línea hard rockera de los 80, tras el que el guitarrista Dave Dalone también se bajaba del barco. Ningún problema para una banda que se supera con las fugas y que no buscó sustituto.




Muchas bandas crean álbumes que reviven las glorias del pasado, artefactos correctos que con el paso del tiempo caen en el olvido. Algunas pocas consiguen añadir su propia firma y logran de este modo que sus discos perduren en el tiempo. Creo que H.E.A.T lo han conseguido con Tearing Down The Walls, un álbum, el cuarto de estudio en la carrera de los suecos, que logra superar el impulso de sus primeros esfuerzos.

Lo siguiente a un gran álbum suele ser un problema bastante habitual para la inmensa mayoría de bandas. Lo siguiente a un pepinazo como el Address The Nation que los suecos lanzaban en 2012 era una tarea complicada, pero Tearing Down The Walls, recientemente publicado, ha logrado superarlo, colocando a H.E.A.T. como una de las grandes bandas del hard rock melódico del momento.

La música de H.E.A.T. se había basado en una brillante fusión del rock melódico con el rock clásico, un sonido que se perfeccionó durante sus tres primeros álbumes y que ahora, en Tearing Down The Walls, utiliza para construir algo más grande, conservándolo, subiéndolo e intensificándolo. Ahora, como ya sucediese en Address The Nation, el hard rock acrecienta su presencia, pero H.E.A.T. no renuncian a sus principios y las grandes melodías y ganchos siguen ahí.




Tobias Lindell maneja de nuevo producción y mezclas, y su trabajo debe ser considerado como brillante, consiguiendo que la banda suene absolutamente poderosa. Grönwall en las voces, los magníficos riffs, ganchos y solos de un impresionante Eric Rivers, el combo de ritmo perfecto para el hard rock melódico que forman el bajo de Jimmy Jay y la batería de Crash o los teclados, parte fundamental del sonido de H.E.A.T., de un superior Jona Tee, se unen para compactar ese sonido que definitivamente se ha convertido en algo muy grande.

La banda está en plena forma y en la cima de sus poderes creativos y se marca un álbum plagado de grandes voces, estribillos inmensos, genial trabajo de guitarra con riffs pegadizos y solos abrasadores y temas muy bien trabajados tanto a nivel compositivo como interpretativo que recuerdan el músculo de los mejores Whitesnake y la pomposidad pegadiza de Europe, para un demoledor álbum del mejor hard rock melódico.

“Point Of No Return” abre “Tear Down The Walls” lleno de fuerza y energía. Un tremendo rugido cuya breve intro acústica y de teclado desemboca en una brutal explosión de excelente rock melódico plagado de grandes voces, excelentes ganchos, buen ritmo y fabulosas guitarras. Después “A Shot At Redemption”, ya publicada en el EP del mismo nombre en febrero de este mismo año y que realmente es una auténtica fiesta que recuerda a los Bon Jovi de los inicios. El estribillo es sin duda una genialidad. Una muestra más de la facilidad que tiene H.E.A.T para componer sin esfuerzo melodías adictivas.

“Inferno” es un corte tradicional en el sonido H.E.A.T., con una excelente línea de bajo que lo transporta hasta un estribillo genial mientras voces y ganchos realizan un soberbio trabajo. Más hard que melódico con un sonido de Hammond que transporta a Deep Purple. Si te gusta beber y masturbarte sabrás apreciar este clásico instantáneo en el que Grönwall se sale antes de “The Wreckoning”, una power ballad muy bien trabajada y construida alejada de cualquier consideración de relleno.

“Tearing Down The Walls” es un medio tiempo de mágico estribillo que precede a “Mannequin Show”, un corte que ofrece un teclado ligeramente misterioso y sutil, con un sonido que agrega las texturas necesarias en el momento justo. Un poderoso combo rítmico entrega un estribillo excelente en el que Britney Spears es transformada en puro rock. Luego “We Will Never Die”, un tema que deja gran trabajo de guitarra y ritmo demoledor con uno de los mejores estribillos del álbum.

“Emergency” es un corte fuerte lleno de ritmo y potencia y excelentes guitarras, una de esas composiciones que demuestran la capacidad de H.E.A.T. para escribir temas de rock melódico perdurables en el tiempo. Le sigue “All The Nights”, un baladón frágil, sincero y enorme de genial piano y fabulosas voces, el vehículo perfecto para el lucimiento de la poderosa y emotiva voz de Grönwall.

“Eye For An Eye” se adentra de forma espectacular en los territorios del rock melódico y se convierte en el tema perfecto de rock de estadio, “Enemy In Me” es un corte lleno de energía con un de nuevo tremendo estribillo, un tema que recuerda a los mejores Def Leppard, y “Laughing At Tomorrow” cierra el álbum con un brutal y adictivo estribillo y un sonido algo diferente del que nos tienen acostumbrados los suecos.


No hay duda de que Tearing Down The Walls es el mejor trabajo de H.E.A.T. hasta la fecha, y que esto suceda en su cuarto álbum de estudio dice mucho a favor de la evolución de una banda que todavía no había facturado ni un artefacto débil. Tearing Down The Walls es uno de los mejores trabajos de hard rock melódico de los últimos tiempos, uno de esos discos que probablemente estarán en el Top Ten anual del blog. Desgraciadamente los tiempos han cambiado y los sonidos que proponen los suecos ya no llenan estadios, así que disfrutemos de ellos en la intimidad de una sala, hábitat donde son auténticos monstruos.

©Blue Monday

3 comentarios:

  1. Un álbum muy completo, a mí también me ha encantado.

    ResponderEliminar
  2. Un disco muy bueno, por lo que he podido escuchar y una banda que va apuntando ya trazas de banda grande.

    ResponderEliminar
  3. Terrible de bueno... Recuerda a los Bon jovi, a los Europe (en teclados y rifs) pero con voz más potente...

    ResponderEliminar