por Alberto Iniesta (@Radiorock70)
del blog Discos
Cuando se reedita material de una leyenda como Antonio Vega la música siempre está de enhorabuena, y más si cabe cuando hablamos de una primera edición en el formato de los formatos: nuestro querido vinilo. Llegados a este punto, está claro que la obra de Antonio Vega en solitario bien merece unas reediciones, y si este LP de dúos y versiones supone la calma que precede a esa tempestad de 33 revoluciones por minuto que tanto nos gusta, entonces serán las certezas las que terminen por equilibrar la balanza en lugar de las dudas.
En lo estrictamente musical, cuando se piensa en Antonio siempre sobrevuela esa sensación que sucede con unos pocos grandes: nada más sonar su música, te encuentras arrastrado sin remedio a su mundo y, de repente, pasas a formar parte del sitio de su recreo particular, donde solo existe su canción y el tiempo se detiene. Hay varios momentos a lo largo de este disco donde es inevitable no sentirlo, y solo por eso ya vale la pena esta reedición de Escapadas y cualquiera donde habite un resquicio de su voz.
Cómo Hablar, de los siempre infravalorados Amaral, es la canción que estrena los primeros surcos del disco. La calidez que aporta el timbre inconfundible de Antonio se funde con facilidad con la voz de Eva, mientras que en Romance de Curro el Palmo la interpretación del clásico de Serrat suena más melancólica en la voz de Antonio. Mi habitación, del homenaje a Antonio Flores, vuelve a hechizarnos como solo las grabaciones de Antonio pueden hacerlo, subiendo el nivel de emociones. Eso sí, hablando de emociones, seguramente el punto más álgido llegue con la maravillosa Agárrate A Mí, María, junto a los Secretos por el homenaje a Enrique Urquijo. Antonio canta con lágrimas en la voz, dando lugar a una de esas canciones que justifican un disco. Se Dejaba Llevar Por Ti, cambio de tercio flamenco incluido, cobra vida alcanzando una nueva dimensión gracias al buen hacer de Ketama: esa fusión entre las guitarras y las voces tiene un toque casi místico, como sucedió con la guitarra de Hendrix ardiendo en Monterrey.
El LP concluye con una versión de La Carretera, de Hombres G. Momento de dejar los prejuicios en casa y escuchar con la mente abierta, porque el resultado final bien lo merece. Estamos ante otro de los momentos más emotivos del disco, donde Antonio hace una versión tan brutal que prácticamente se apodera de la canción, haciéndola suya como solo los maestros absolutos lo consiguen. Olvídate de todo lo que tengas que hacer, ya no hay tiempo para historias: Antonio lo ha vuelto a hacer, estás a su merced, te ha llevado a su terreno y ahora solo existe su canción.
Ojalá seamos testigos pronto de nuevas reediciones del resto de su obra. Cada vez que suena Antonio Vega, la música se emociona y nuestras vidas mejoran.
La Carretera
Se Dejaba Llevar Por Ti
Agárrate a mí, María
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