ZEPPELIN ROCK: Poesía erótica española - Definición del amor (Lope de Vega y Francisco de Quevedo)

domingo, 3 de marzo de 2013

Poesía erótica española - Definición del amor (Lope de Vega y Francisco de Quevedo)


Si hay algo que los poetas han tratado de describir con más denuedo, desde que el mundo es mundo y el hombre hombre, es el amor. La mayor parte de la lírica descansa en ese dulce y a la vez amargo empeño en decir en qué consiste ese sentimiento humano que algunos poetas incluso trataron como una enfermedad, dados los dañinos efectos que causaba en algunos amantes, que incluso llegaban a quitarse la vida heridos por las ponzoñosas saetadas de Cupido. 

En nuestros Siglos de Oro dos poetas coetáneos, dos adalides de la gaya ciencia, como lo fueron Lope de Vega y Francisco de Quevedo, quisieron con estos dos poemas definirlo. Primero fue quizá el texto del Fénix de los Ingenios, uno de los apelativos con que se conoció al gran Lope, y después llegó la réplica del cegato, quien con su vena irónica contrahízo eróticamente el texto del creador de El caballero de Olmedo. Os dejos ambos sonetos: el más conocido de Lope y el menos (por atribuido y erótico) de don Francisco. Gozad hermanos y decidme con cuál de estas dos definiciones os quedáis (aunque quizá sean complementarias; yo así lo pienso).


Definición del amor

          Desmayarse, atreverse, estar furioso,
          áspero, tierno, liberal, esquivo,
          alentado, mortal, difunto, vivo,
          leal, traidor, cobarde, animoso,

          no hallar, fuera del bien, centro y reposo,
          mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
          enojado, valiente, fugitivo,
          satisfecho, ofendido, receloso.

          Huir el rostro al claro desengaño,
          beber veneno por licor suave,
          olvidar el provecho, amar el daño;

          creer que un cielo en un infierno cabe,
          dar la vida y el alma a un desengaño:
          esto es amor. Quien lo probó lo sabe.

                                                  Lope de Vega



          Rogarla, desdeñarme, amarla, huirme;
          seguirla, defenderse, asirla, airarse;
          querer y no querer dejar tocarse
          y a persuasiones mil mostrarse firme;

          tenerla bien, probar a desasirme;
          luchar entre mis brazos y enojarse;
          besarla a su pesar y ella agraviarse;
          probar y no poder, a despedirme.

          Decir agravios, reprenderme el gusto
          y, en fin, a baterías de mi prisa,
          dejar el ceño, no mostrar disgusto.

          Consentir que le aparte la camisa,
          hallarlo limpio y en encajarlo justo:
          esto es amor y lo demás es risa

                                    Francisco de Quevedo

ÁCS

2 comentarios:

  1. Angel, estoy de acuerdo contigo, se complementan, Lope de Vega más espiritual -demasiado- y el maestro Quevedo mucho más terrenal. ¿No era Quevedo misógeno?..en todo caso me gusta más la segunda.

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    1. Sí, era misógino, pero solo entre semana, jaja ;) Bueno, el caso es que los más grandes poemas sobre el amor en los Siglos de Oro son de Quevedo, pero su vertiente jocosa es la más conocida por el pueblo. A mí me gustan a partes iguales.

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