ZEPPELIN ROCK: CRÍTICA de la película TIPO DURO (Craig Moss, 2012): Reseña

domingo, 12 de febrero de 2023

CRÍTICA de la película TIPO DURO (Craig Moss, 2012): Reseña

 

by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)



Tipo duro (Bad Ass es su título original), película que cuenta con el actor Danny Trejo, narra una historia basada remotamente en un suceso protagonizado por un friki llamado Thomas Bruso. La cinta se inicia con un guion cargado de tópicos: el niño de origen latino, jugador de fútbol en el instituto, que se enrola para luchar en Vietnam y que –tras pasar incluso un tiempo en un campo de prisioneros- regresa a su país herido para ver cómo su novia no le ha esperado y nadie le ofrece trabajo. Total, que Frank Vega se convierte en vendedor ambulante de perritos –yo creo que al guionista se le pasó por la cabeza que fuese de burritos y tacos, pero le debió dar vergüenza ser tan previsible-, ocupación a la que acaba dedicándose durante más de 30 años. Pero un buen día, en el autobús, defiende a un anciano negro de las burlas de un par de cabezas rapadas. Frank, con una edad que pasa de los 60 años, al que no hemos visto aún en un gimnasio sino vendiendo hot dogs –se supone que comiéndolos también- y bebiendo tequila en el sofá ahogando su desesperanza, por el simple hecho de ser veterano del Vietnam –cosa que, como ya hemos visto en muchas películas, aporta una fuerza especial-, les da una paliza a los skinheads y se convierte en un héroe popular gracias a las redes sociales. Con el sobrenombre de Bad Ass, el bueno de Frank aparece en televisión, es vitoreado por los vecinos, respetado por la policía... como la vida misma.





Y eso no es todo, Frank se va a convertir en una especie de Charles Bronson latino capaz de desembarazarse a puñetazos de tipos armados. Y es que –nosotros lo sabemos- el jubilado alcoholizado y tullido es en realidad Machete disfrazado, porque si no es así no se explica. En resumen, que el veterano soldado se cabrea al ver que tras el asesinato de su mejor amigo –negro, por supuesto-, la policía da prioridad a otros casos. Así que se pone sus bermudas, su riñonera al cinto y su gorra y cual vengador Marvel en favor de la justicia, contra el crimen y –cómo no- la corrupción policial, se pone a investigar, que es otra habilidad que al parecer proporciona el haber estado de joven respirando napalm. A partir de ese momento, Machete se traga a Steven Seagal y la cinta –ya bastante inverosímil hasta el momento- se torna en un comic del todo irreal. Sin despeinarse ni acusar la edad –no olvidemos que está cobrando una pensión de incapacidad y que la guerra acabó en el 75- Frank Vega ayuda a las viejecitas, patea culos, echa puertas abajo, esquiva las balas... y enamora a jóvenes madres maltratadas. Entonces, piltrafillas, uno debe decidir si deja de ver Bad Ass o se sirve un ron y sigue disfrutando de un producto de serie Z –mirad si es malo, que en toda la cinta solo aparecen dos mujeres con el pecho al aire y se tapan las tetas con las manos para no mostrarlas a cámara- con el carismático Danny Trejo como protagonista sin tomarse en serio nada de lo que aparece en pantalla. Yo he escogido la segunda opción, pero me he tomado –no una, no- dos copas. Para muy muy muy muy fans de Trejo.

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