Wild Dogs - Reign Of Terror (1987): Crítica del disco. Review

by Don Críspulo

@DonCrspulo

Os había prometido hablar de Blues y esas cosas con olor a establo que tanto me gusta, y no me olvido, pero a veces el cuerpo te pide otra cosa, te pide Heavy Metal y a la llamada de la Madre Naturaleza hay que hacerle caso. Lo prometido es deuda y en breve hablaré de de esa gente que, con la escopeta encima de las piernas se balancea en su mecedora, pero ahora permitidme que desempolve mis tachuelas y hablemos un poco de Wild Dogs.

Wild Dogs fue una más de las miles de bandas de Heavy Metal que nacieron a primeros de los ochenta en todo el mundo. La banda americana lanzó su primera maqueta en 1981 y dos años más tarde colocaban su debut, de nombre homónimo y bastante rudimentario, a través de Shrapnel Records. Un año más tarde, con las ideas mucho más pulidas y para la misma compañía sacan Man´s Best Friend pero habría que esperar tres años para que la banda fiche por la emergente Enigma y contraten, para que se encargue de las voces, al histérico Michael Furlong y lancen al mercado el que a la postre sería su pequeña obra maestra: Reign Of Terror.

El grupo estaba formado por Rick Bartell al bajo; Deen Castronovo, que más tarde hizo fortuna tocando con algunos de los grandes del género, a la batería; el nombrado Michael “aullidos” Furlong y el alma mater de la banda Jeff Mark; un guitarrista que nunca ha sido lo suficientemente valorado y que sin embargo entendió como pocos el concepto de tocar para un grupo en una época donde los corre mástiles campaban a sus anchas.

Lo primero que hay que hacer antes de acercarse a este álbum con intención de pasar un buen rato, es acostumbrarte a la chillona voz del señor Furlong. Claro que... ¡estamos hablando de Heavy Metal, amigo! Tampoco os llaméis a engaño, una vez acostumbrados al timbre vocal de este señor es fácil darse cuenta de que es un buen cantante y además perfecto para estas coplas llenas de fuerza y agresividad. Eran tiempos en los que, los más viejos se acordarán, el Power Metal era algo muy alejado de cosas como Stratovarius. Pero vamos, fuera etiquetas, en román paladino Reing Of Terror es un disco de Heavy Metal con mayúsculas. Si para más inri, en la propia portada del disco que yo tengo viene una pegatina que pone “El nuevo Hard Rock americano”. En aquella época las etiquetas importaban menos que ahora.

La música de estos perros salvajes puede sonar hoy en día, veinte años después, llena de clichés. Pero estas coplas, que en otras manos hubieran quedado sosas, pasadas por el tamiz de la banda, quedan brillantes, incluso actuales, notándose que están muy trabajadas. Jeff Mark hace un trabajo envidiable con las guitarras, tanto en las partes rítmicas como en las solistas, baste “Streets Of Berlin” o la estupenda “Siberian Vacation” como ejemplo. La base rítmica cumple sobradamente mientras que Furlong, del que ya hemos hablado extensamente, le da el toque personal. Todos juntos hicieron de este Reing Of Terror uno de los mejores discos de hace dos décadas, lo cual es decir mucho, con el que estuvieron apunto de tocar el cielo (fueron distribuidos en todo el mundo, en España por DRO) aunque finalmente, como tantos otros, se diluyeron con la llegada de los noventa.

A veces es bueno echar la vista atrás, coger algún disco antiguo, de esos que andan perdidos en las estanterías entre tantas novedades y darse cuenta de por qué ha llegado uno hasta aquí. Hay cosas que, como el buen vino, si bien no mejoran con el tiempo por lo menos tampoco empeoran. Yo llevaba muchos años sin oír a estos Wild Dogs y esta tarde sábado suenan igual de bien que en aquel lejano 1987.

[Una primera versión de esta reseña fue publicada por su autor, el venerable Don Críspulo, en The Sentinel].

©Don Críspulo