ZEPPELIN ROCK: Iron Maiden - Sonisphere Madrid 2013 (Rivas-Vaciamadrid), 31-05-2013: Crónica y reportaje fotográfico

sábado, 1 de junio de 2013

Iron Maiden - Sonisphere Madrid 2013 (Rivas-Vaciamadrid), 31-05-2013: Crónica y reportaje fotográfico


Suculentos platos nos esperaban en Rivas-Vaciamadrid, donde acudimos ayer para asistir, en ese espléndido Auditorio Miguel Ríos, al Festival Sonisphere 2013 que esta misma tarde se traslada a Barcelona. No podemos desde aquí más que animar a los que aún estén dudosos de asistir a él. El cartel, ya digo, era tremendo, recomendable, apetitoso, no solo por Iron Maiden (ver setlist), sino por la guarnición de lujo que rodeó esa actuación estelar. Os Explico.


(Foto de Paco de la Torre)

El día anterior había estado viendo la grabación de los Maiden en Birmingham en aquella primera gira de 1988 Maiden England que este año han publicado, cosa que es de agradecer. Quizá no me creeréis si os digo que la actuación de anoche en Rivas no tuvo nada que envidiar a la de aquellos jovenzuelos del 88. Están en plena forma, física, instrumental y vocal. Nada o muy poco que reprochar en este sentido. Dickinson es un portento de la naturaleza… y el resto, pues también.


Entramos al auditorio justo cuando los suecos Ghost comenzaban su actuación. Esa “Masked Ball” (Jocelyn Pook) iba dibujando el ambiente, creando una especie de encantamiento que si hubiese sonado de noche hubiese sido mucho más efectivo, pero era de día, amigos. Papa Emeritus II y su cónclave, y pese a un viento que deslució algo su puesta en escena (el viento no cesó en toda la tarde), ofrecieron una actuación de lujo. Jolines, ¡si aquello parecía playback! A los que venimos siguiendo a esta banda, el conjunto de canciones que nos regalaron nos sonó a música celestial (si es que es posible utilizar estos términos aplicados Ghost). Hubo un momento en que invocaron a Satán y en ese preciso instante se acopló el sonido: jugarretas del diablo, que así las gasta.

(Foto de Paco de la Torre)

Mientras esperamos la actuación de los Maiden, pasamos por los “lavabos” para comprobar in situ que algunas de las biblias que regalaban en la entrada (¿están de cachondeo o qué?) acababan en el interior de algunos inodoros (¡tampoco es eso, oiga!). También que las camisetas de las llamadas oficiales costaban 30 euracos y, por último, que nuestro amigo Paco de la Torre es un espléndido muchacho que, aposentado en la zona vip (de patilla), llevaba ya un largo rato escuchando a los grupos que habían precedido a Ghost, hablándonos maravillas de Red Fang. Un saludo, maestro. Me hubiese gustado asistir a Tierra Santa, pero... nos liamos demasiado con los cubas: Emilio (los 40 duros), Chúster, Castillo, Tatiana, Jordán, Iluminada y uno de la Puebla de Almenara (un saludo desde Hamelin, Óscar).



Y por fin llegó la actuación estelar de la noche: Iron Maiden. Como he dicho ya, mantienen una forma envidiable y la peña alucinó horrores. Todas las canciones eran coreadas por la multitud, tanto desde la zona de pie más cercana al escenario (una marabunta enfervorecida) como desde la grada. Era una locura. Una locura que empezó a entonarnos ya cuando comenzó a sonar de fondo el “Doctor, doctor” de UFO y eso significaba que los de Dickinson ya estaban preparados para salir. Las patejas nos empezaban a temblar. Y fue un auténtico bombazo cuando la banda al completo apareció desde detrás del telón y sonó el “Moonchild” del Seven Son. Y es que cada título que se iba anunciando sumía en éxtasis a la concurrencia. ¡Y qué manera de tocar, de entonar, de moverse, de puntear (gracias, Murray), de quemar goma. Con “The Number of the Beast” el auditorio se venía abajo (o ascendía hacia el cielo, que no lo sé, elevándose con el griterío del público). Ni un bajón, amigos, hasta el apoteósico “Running Free” (con el que nos dejamos la garganta), todo perfecto, o al menos es la impresión para el que esto escribe (sí, ya iban unos litros, pero esto lo único que hacía era mejorar la visión de lo que ante nuestros ojos acontecía). Preparaos en Barcelona. Dickinson sin parar de corretear, imágenes en las pantallas que recordaban las del concierto del 88, los Eddies alternándose de fondo de escritorio. Una bestialidad, vamos, un no parar. Inmejorable.


Tras la actuación de los Maiden, y después de un interludio en el que aprovechamos para ir a comprar unos bocatas (una hora esperando y tuvimos que desistir: una vergüenza; joder, pon 4 o 5 puestos como en ocurre en Europa (se nos quejaba Chuster, el cantante de Oniricous, que nos acompañaba: ¡lo que huebiese gozado la gente viéndolo tocar sobre ese escenario). En fin, cuando volvimos Antharx (ver setlist) ya andaba por mitad del setlist, y los estadounidenses estaban dejándose la piel. Literalmente. Esto no paraba. Un nivel altísimo. El listón de los Maiden había quedado allá arriba, pero los Anthrax estaban dispuestos a no bajarlo ni un ápice. Después, nuevo intento para conseguir un maldito bocata y al lado de nosotros estaba Amavisca, haciendo cola como el resto. Al final comimos, eso sí... un bacata de bacon sin hacer (¡ay!) para continuar con Megadeth (ver setlist). A tope estos chicos, que abandonamos antes de que terminasen su actuación porque nuestra osamenta ya no aguantaba el tirón (los años, troncos, la fatiga acumulada tras dejar nuestras fuerzas vitoreando, cantando, yendo de un lado para otro). Ambientazo total. Una gozada repetible. Nos perdimos a Kiske (ver setlist de Avantasia), que, según nos han narrado, puso un broche dorado a un festival que no desfalleció ni un momento. ¡Chapeau!

Más fotos del festival:

(Foto de Paco de la Torre)

(Foto de Paco de la Torre)

(Foto de Paco de la Torre)









(Agrademos a Paco de la Torre (@Paco_delaTorre) de Revolution Rock N' Roll, su colaboración en esta crónica).

ÁCS

3 comentarios:

  1. Mira que perderos Avantasia: lo mejor del festival junto con Maiden. ¡De lujo!

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  2. Que grande eres amigo!! Un placer poder saludarte en persona aunque solo fueran 5 minutos, otra vez será... quedándome también con las ganas de saludar al maestro Ricardo y a @Rockologia.

    El caso es que llegamos pronto y estábamos cerca del Black Circle y como no estaba lleno (antes de Maiden claro)para rellenar y que no afeara el tema, invitaron a grandes personajes jaja Tras la actuación de Ghost nos largaron, pero que nos quiten lo bailao...

    Resaltar también la actuación de Newsted y sobre todo la de Megadeth y su buen sonido que mejoró bastante tras la actuación de los Maiden.

    La voz de Mustaine cada vez está más cascada,aunque la verdad nunca ha sido su punto fuerte. Un concierto si demasiados adornos ni flurituras pero directo. Me encantó. Ojo que la voz de Dickinson no está muy allá, por mucho que nos empeñemos, pero amigo la edad no perdona y si no que se lo digan a mis rodillas después de casi 12 horas sin descansar... sin mencionar el puto frío que hacía (hasta el 31 de mayo o te quites el sayo) Y Anthrax, pues eso no defraudan y siempre dejan buenas sensaciones, todo unos grandes tipos.

    Una muesca más que disfruté a tope con toda la familia (en lugar de ir al cine nos vamos de festivales a rockear!!) que nos dejó un buen sabor de boca. Ya habrá otro momento de criticar la organización (precios birras, bocatas, mala atención en caseta de comida, que no dejen salir, que no dejen pasar comida (bebida lo veo lógico)....

    Un abrazo crack

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    1. La verdad es que fue una alegría compartida el poder conocernos en persona y en ese entorno: las fotos los dicen todo. Lo que comentas sobre la voz de Dickinson, bueno, es normal, aunque yo la esperaba incluso más cascada, pero el grupo tocó de p. madre y creo que el público lo agradeció. Fue un gran concierto y un gran festival, aunque los años no perdonan, son muchos grupos y cada vez me quedo más con los conciertos en sala, de hora y media y vividos intensamente. Lo de los grupos tocando de día pues... que ensombrecen (valga la paradoja) un poco las actuaciones. Fíjate en Ghost. Esas canciones de noche y en lugar cerrado te digo que sonarían infinitamente mejor, pero así a media tarde pues como que no pega. Una pena.

      Nos veremos en algún otro concierto, seguro, y ya tendremos tiempo de hablar largo y tendido acompañados de un par de rubias (de cervezas digo, jaja). Un abrazo, master.

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