ZEPPELIN ROCK: TARQUE - Tarque (2018): CRÍTICA Review

jueves, 8 de junio de 2023

TARQUE - Tarque (2018): CRÍTICA Review

 

por Dani Matute (@dmatuteb)





Esto fue lo que solté: “¿Este tipo quién se cree que es? ¿Robert Plant?” Sí, lo reconozco. Eso fue lo primero que les dije a mis amigos cuando en septiembre del 95 acudí a la Plaza del Pradillo de Móstoles para ver a la Vargas Blues Band y salieron unos tal M-Clan a calentar el ambiente. Y hostia si lo calentaron. Tanto que luego el amigo Javier Vargas me pareció mediocre y aburrido. Y me tuve que tragar mi primera afirmación. Porque el frontman de aquel grupo, desconocido para casi todos en ese momento, no se creía Robert Plant: era un cantante excepcional que en su trayectoria posterior tuvo que aguantar esa odiosa comparación y aún así salió victorioso en esa particular guerra que nos empeñamos todos en declarar. En resumen, en cuanto salió publicado su primer disco me presenté en el Móstoles Rock (la versión mostoleña del Madrid Rock) para hacerme con el CD a un precio promocional de 999 pts. Barato. Y ese disco (y el siguiente) siguen siendo unos de los más pinchados en mi cadena musical.



Pasó el tiempo y pasó mi enamoramiento coincidiendo con su giro a lo comercial. Seguían haciendo buena música pero demasiado enfocada a vender y me cansaba que estuvieran todo el rato en los 40 y radiofórmulas del estilo. Ahora lo veo de otra manera. Qué cojones, tenían todo el derecho del mundo a ganar pasta. El caso es que hasta la segunda década del siglo XXI no volví a reenamorarme. Y así llegamos al vinilo que os traigo este viernes.

Este vinilo es y será especial para mí. Me lo regaló mi pareja en mi último cumpleaños por lo que ya lleva un componente emocional añadido. Y, además, resulta que el primer concierto de rock que he compartido con mis enanas fue el que dio el señor Tarque el 28 de abril del 2019 en el B0ar0ck Fest de Boadilla del Monte desgranando los temas de este LP. Ahora no son conscientes de ello, pero a medida que crezcan, ganará más importancia el tema y siempre podrán contar que, a las 20:30 de aquel día, con un poco de retraso, Carlos Tarque y La Asociación del Riff pasaron a formar parte de su historia personal. Y seguro que se acordarán, de la misma forma que yo aún tengo el recuerdo de hace 24 años de aquellas fiestas mostoleñas. Fue un concierto de rock, de puro rock. Y se lo pasaron genial, bailando con su madre o con su padre, haciéndose fotos, animando sobre los hombros de papá, VIVIENDO lo que es la música y el rock en directo. Una noche inolvidable. Y todas estas emociones son las que fluirán cada vez que saque el vinilo de su carátula de cartón y ponga la aguja sobre él. No se le puede pedir más a un cacho de plástico.



La portada del LP ya es una declaración de intenciones en si misma. Genial la combinación de negro, blanco y rojo y esa cuchilla en la garganta del cantante. Para este trabajo, Carlos Tarque se ha rodeado de grandes músicos. Como productor y guitarrista, Carlos Raya (de Sangre Azul, Fito & Fitipaldis, M-Clan). Para completar la formación de la Asociación del Riff, el bajista Chapo González y el batería Coki Giménez, ambos músicos de M-Clan. Una sección rítmica muy poderosa.


Y el primer corte, “Bailo”, con ese “ey” al inicio ya nos dice que vamos a empezar un viaje por el rock más clásico, pero no por ello menos inspirado.  Estribillo pegadizo y riff de los buenos. Dedicada al alguien que Tarque extraña, con referencias a cómo empezó en esto de la música (“me gano la vida en locales de moteros”), cómo ha pasado el tiempo (“mi cara en el espejo se borró”) y no olvidar esos orígenes (“soy un murciélago buscando amor”). Ah, que se me olvidó contar que M-Clan comenzaron llamándose El Clan de los murciélagos para que esto tenga sentido.

Como este, la mayoría de los videoclips que pondré están grabados en directo, en una sesión especial que hicieron promocionando el disco. Merece la pena invertir vuestro tiempo en ellos.

Continuamos con el trallazo que es “Ahora y en la hora”, con un sonido más duro y pesado. Fue la canción elegida para anunciar el LP. Y aprovecho a contar, para redondear la importancia de este vinilo para mi, que fue el desencadenante de escribir entradas musicales en la página de super7moto y que luego me ha llevado a daros la barrila algún que otro viernes aquí en #FFVinilo.



La tercera canción es un homenaje al recientemente fallecido Tom Petty: “Heartbreaker”. Canción muy vacilona en la que se cuelan títulos de canciones de Petty y sus Heartbreakers. El propio Tarque anunció la publicación del videoclip mientras reproduce el American Girl en su tocadiscos.

“Donde nace el R&R” continúa por la misma senda que estamos siguiendo desde el primer surco: riff potente y temática rockera. Una canción que utilizan para cerrar sus directos. Bueno, al menos los dos en los que he tenido la suerte de estar.

Y para terminar una excepcional cara A, tenemos el enorme cañonazo que es “El diablo me acompañará”, hard rock del bueno, con una letra, como las que llevamos hasta ahora, alejada de las manidas historias de amor y/o desamor. Reminiscencias muy “vaqueras”, la típica canción de “cowboy”. Y el solo de guitarra que se marca Raya es canela fina así como el cambio de ritmo final.

Y comenzamos la cara B con “Lobo solitario” un medio tiempo muy Hendrix, según le escuché al artista en una entrevista. Un pequeño respiro antes de afrontar otra de las joyas del disco a pesar de lo espartana: “Juicio final”. Letra macarra y chulesca, es decir, la esencia del rock. Con un estribillo (“Sólo somos gente normal/ Todos desfilando al juicio final”) para corear en directo. De hecho, os dejo un video en directo, pues aquí Carlos Raya le mete un solo de guitarra final que no está en el disco. Esta actuación la disfruté en el Mulafest, curiosamente el día anterior al concierto que os he contado de Boadilla del Monte (aquí mi critica)

Llegamos al, en mi opinión personal, el corte más flojo del disco. El homenaje a Janis Joplin, Amy Winehouse y Billie Holiday titulado “Janis, Amy, Billie”. Es un homenaje a esos juguetes rotos del negocio musical pero reivindicando la figura de las mujeres. Es mucho menos rockera que el resto del disco. No digo que no tenga calidad, que la tiene. Sólo que no me ha llegado tanto. Pero vamos, ojalá la peor canción de cualquier disco sea “tan mala” como esta.

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Y terminamos con otro temazo, “Cactus en el corazón” que comienza pausada para al final quemarnos los oídos. Una letra espinosa, sobre los exiliados, sobre las calamidades que pasan para huir de su país y llegar a otro y convertirse en refugiados en tierra de nadie. Un final muy Led Zeppelin, por dar una idea aproximada. Un final perfecto para el final del disco. Os dejo la versión que hicieron en el concierto de Boadilla que vi con mi familia y conté aquí.

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