TANTAS visitas al ginecólogo, los meses de espera, monitores, el penoso sufrimiento de las dilataciones... para al final parir una bicicleta (que encima no se parecía a nadie).
Ángel Carrasco Sotos
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Esa que está en el paritorio ¿no es una zanahoria algo descolorida?, jajaja.
ResponderEliminarFaltan muchas cosas por contar, ¡cómo se nota que no has sido madre!
Un abrazo.
Para mí que es una raíz, pero vete tú a saber (la verdad es que el dibujo me encanta). Y claro que faltan cosas por contar (tengo dos retoños así que ya me dirás: aunque no paridos por mí, claro está). De todas formas lo que queda por contar no es para un nanorrelato como este.
EliminarUn abrazo con besos.
Pensé que era una zanahoria con patas pero debes tener razón tú y ahora que lo dices, veo también lo que podría ser una raíz. Yo, de cosas del campo, más bien poco... Tan solo lo que se compra en el super.
ResponderEliminarEjem, dos retoños paridos a los que habrás asistido como mero espectador de la faena (me refiero, concretamente al momento parto, no a los previos). Así hubiera tenido yo una docena, al menos.
En fin, ¡hombres!
Un gusto, de verdad, poder tener tiempo de pasar a saludarte.
El gusto siempre es de moi, querida amiga. He asistido a todo el lote en esos partos (aunque parir, eso sí que no pude hacerlo, le tocó a mi amantísima esposa, que sufrió de lo lindo, sobre todo con el primero). En fin, hay cosas que uno no pueda hacer por el otro "aunque quiera", jaja.
EliminarUn abrazo, Towi.