by King Piltrafilla (@KingPiltrafilla)
El cartel que la anunciaba afirmaba "No estarás preparado". Y, efectivamente, piltrafillas, tenían razón: nada nos prepara ante la infumable historia que la película Sucker Punch nos cuenta. Recuerdo que en su día dediqué una entrada a la profusión de posters de la película que corrían por la red. Los efectos visuales, la estética, las jovencitas ligeras de ropa armadas hasta los dientes... todo eso es Sucker Punch. Y está bien, pero la cinta carece de sustancia. La pregunta es: ¿Vale la pena tragarse una película aburrida y sin originalidad solo porque estéticamente nos recuerda a un videojuego? Pues lo más seguro es que no y mucho menos si –como era mi intención- la iba a ver en la pantalla de un televisor que no es nada del otro mundo. Además, amiguitos, para ver películas malas con niñas sexies ya están los clásicos casposos de serie B en los que –al menos- ya sabes lo que te vas a encontrar. Aún así estoy empeñado en hablaros de ella algún día.
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